La Iglesia chilena ha estado envuelta en denuncias de abusos desde que en 2010 el sacerdote Fernando Karadima fue denunciado y un año después condenado por el Vaticano.
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Papa Francisco besa el tatuaje de una superviviente del HolocaustoAdolescente apuñala siete veces a su mamá y luego le prende fuego a su apartamentoLa congregación de los Jesuitas de Chile reconoció en un informe que 64 personas fueron víctimas de abusos sexuales -34 de ellas niños o niñas-, por parte de 11 de sus clérigos que fueron investigados por la propia orden católica entre 2005 y 2020, según trascendió este martes (25.05.2021).
El reporte del Centro de Prevención de Abusos y Reparación (CPR) de la Compañía de Jesús indica que un total de 17 jesuitas fueron investigados en procesos canónicos por denuncias de abuso, de los cuales la congregación acreditó la responsabilidad de 11 por abusos sexuales a 34 niños y 30 personas adultas.
“Efectivamente. Se reconocen las víctimas de los casos en que la Compañía alcanzó la certeza de su ocurrencia por medio de algún proceso interno. Las 64 víctimas corresponden a los 11 casos”, explicó la Compañía de Jesús en respuesta a un cuestionario enviado por la agencia AFP. De los once sacerdotes, nueve son responsables de “situaciones abusivas de connotación sexual” de las 34 víctimas infantiles, mientras que cinco cometieron “abusos sexuales” y “manipulación de conciencia” de 30 personas adultas, según el informe.
En el documento resalta el nombre del fallecido exlíder de esta congregación Renato Poblete, quien según el reporte abusó sexualmente de cuatro niñas o niños y de 19 personas adultas, desde 1960 y por más de cuatro décadas. En el 2019, se recibió la primera denuncia en contra de Poblete, tras lo cual la congregación pidió perdón a las víctimas. Poblete, quien falleció en 2010, fue capellán por más de 20 años del Hogar de Cristo, la mayor fundación de ayuda a las poblaciones vulnerables en el país.
De los curas inculpados, cinco fallecieron, tres ya no son parte de la Compañía de Jesús y otros tres “están sometidos actualmente a estrictos planes de supervisión profesional” que involucra ayuda psicológica y medidas restrictivas como la prohibición de acercarse a niñas o niños.
La congregación informó que, desde 2018, puso a disposición de la Justicia los antecedentes de los casos. El informe indica además que 31 de las víctimas han sido resarcidas económicamente. La Iglesia chilena ha estado envuelta en denuncias de abusos desde que en 2010 el influyente sacerdote Fernando Karadima fue denunciado y un año después condenado por el Vaticano como culpable de abusos sexuales a niñas o niños.
Fuente. AFP