Y yo que siempre fue débil ante la poesía y las ganas de cambiar el mundo, descubrí en Jesús una mezcolanza de sensibilidad y conciencia social que me enganchó desde el primer momento. Porque hablar de Jesús es hablar de un músico comprometido: que puede cantar a los hombres del desierto (Sahara) y en contra de la violencia de género (Elena), al fin de mes al que llega por los pelos (Flaco) y a esa persona que le pidió que no llamase nunca más (Destierro de tu voz).
Tengo grabado a fuego el primer día que lo vi en directo, se hizo patente la confirmación de que era un músico de los pies a la cabeza y que había nacido para esto. Todo pasión en el escenario, todo garra, todo fuerza. Tres cosas que todavía lo definen a la perfección y que a día de hoy sigo encontrando en sus conciertos. Porque un concierto de Jesús es un salto hacia la paz, el segundero de un reloj que se para y detiene la ciudad. Su forma de tocar la guitarra y de cantar con su acento canario te atrapa desde el primer segundo e incluso consigue que sigas tarareando sus canciones cuando ya todo ha terminado y la ciudad recupera su ritmo frenético.
Jesús vive por, para y de la música, como demuestra su canción “Aunque fuera haga fútbol”, una canción que aún sin ser músico consiguió hacerme llorar la primera vez que la escuché. Una canción que muchos cantautores hacen suya y a los que sé de buena tinta emociona de una manera especial, porque así es Jesús, un tipo alegre y bonachón, que emociona igual a público que artistas y al que si conoces en persona no tardarás en querer como a un hermano. Yo así lo siento, y así lo sienten también muchos músicos con los que comparte escenario, porque la generosidad es una de sus facetas, siempre dispuesto a echar un cable a los que empiezan, siempre juntando arte y melodías. Siempre con una sonrisa cuando lo llaman “emergente”, a pesar de llevar quince años en la música, ser habitual de importantes salas de toda la geografía nacional y ser referente para tantos artistas. Ha sido seleccionado en multitud de certámenes, sin ir más lejos, en Diciembre de 2012 ganó el premio a la mejor letra por "Náufrago de luz" en el XIV Certamen Nacional de jóvenes cantautores de Elche. La humildad que destila lo convierte en un grande.
Por favor, si te lo encuentras por casualidad en cualquier ciudad cuídalo, mímalo y escúchalo atentamente. Si no te mueve nada por dentro es que no tienes corazón. Consigue cualquiera de sus dos discos (de los que hablaré en otras entradas de este blog porque merecen capítulo aparte) y escúchalos siempre que necesites un bálsamo para el alma. Él firmará un pacto contigo para fabricar castillos en el aire.
Este sábado 26 de Enero se da la casualidad de que tocará en Madrid en el Libertad 8 a las 22.30, allí te estará esperando, con una sonrisa, su guitarra y un puñado de canciones bonitas para compartir contigo. ¿Quieres detener la ciudad por un instante? Si la respuesta es sí, allí nos vemos.