Revista Cultura y Ocio

Jethro tull / ian anderson, la misma música

Publicado el 19 enero 2010 por Rogger
JETHRO TULL / IAN ANDERSON, LA MISMA MÚSICA
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Jethro Tull, una banda de culto entre los amantes del rock. Ian Anderson, líder y mentor del grupo, un músico prodigioso y referente indudable en la música contemporánea. De hecho, su larga trayectoria matizada con baches y escaramuzas, le han dado un lugar inmortal entre los melómanos. Sobre todo por su original propuesta, lejana de encasillamientos y clichés. La música de Jethro Tull es de por sí única. A despecho de sus históricos temas, como “Thick as a Brick”, “Aqualung”, “Locomotive Breath”, hay otros que despiertan enconados debates y quedan entre el amor y el odio, pero siempre despertando pasiones entre los fans.
Su rock que transita desde lo progresivo, blues, folk, hard rock, o sinfónica-barroca y llega hasta lo indefinible, tiene su pilar central en la magistral flauta de Anderson; sin embargo es imposible ignorar o menoscabar el soporte cualitativo de toda la banda. Músicos de gran calidad que sólo se ven opacados por la personalidad mediática de Anderson, quien ha logrado reinventarse continuamente hasta llegar vigente a estos tiempos.
Desde su primer álbum “This Was” (1968), siguiendo con “Stand Up” que contiene el primer éxito monumental de la banda: “Living in the past”, o “Witch´s Promise" (cuyo adiciona también el haber sido el primer single grabado en estéreo en la historia de la música); “Aqualung”, quizá su álbum más universal y cuyo hard rock se combina con letras poéticas de corte social y religioso, siempre contestatario (en la cubierta aparece la polémica frase: “ En el comienzo, el hombre creó a Dios, y le dio poder sobre todas las cosas”, la cual le valió ser conjuntamente con su álbum “Thick as a Brick” censurada en España durante el gobierno franquista) y de la cual prefiero “Locomotive Breath” por su majestuoso despliegue, trepidante, que nace clásico y se va haciendo rock durante estadios bien marcados y una línea única. El breve solo de flauta es inolvidable.
Pero no sólo sería “Thick as a Brick” un éxito de crítica y de ventas, sino el mejor logrado conceptualmente. Para mí ha sido siempre un álbum que me ha rescatado de todas mis desventuras. Gracias a él he logrado sobrevivir apegado a mis delirios. Un solo y largo tema dividido en dos partes, una en cada cara del vinilo. Movimientos con temas que a veces se repiten dando una columna vertebral y destacan por su virtuosismo y complejidad. Alrededor de ochenta minutos de deleite continuado.
No hay que olvidar el magnífico Minstrel in the Gallery (1975), medio acústico y dulce, contrasta con piezas hard igualmente de gran calidad. Luego vendrían los inolvidables “Songs from the wood”, “Heavy horses” y “Stormwatch”, trilogía que va decantando el folk medieval y el rock puro, arreglos orquestales que logró el aplauso unánime de la crítica y del público. Seguidamente vendría “Bursting Out” (1978), álbum doble grabado producto de sus memorables giras, donde la banda recrea sus mejores interpretaciones. Ian Anderson ofrecería en sus solos la calidad de su increíble formación autodidacta.
Entre 1980 y 1984 la banda cae en un hueco, común entre los grupos de larga data. Pero regresa marcado por un mítico suceso, en donde el álbum “Crest of a Knave” recibe un aluvión de elogios y gana el Grammy de 1989 por Mejor Performance de Hard/Rock/Metal, imponiéndose a los archifavoritos Metallica. Lo cierto es que el heavy le debe a Jethro Tull mucho de su formativa temprana.
Aunque “Rock Island”, “Live at Hammersmith ´84” y otros tres marcaron una década poco profunda en su discografía, “A Little Light Music” (1992) regresó a la banda al gusto masivo, básicamente con temas antiguos en versión casi totalmente acústica y en vivo. Enseguida “Divinities: Twelve Dances with God”, donde Anderson reclama su pedestal de genio flautista con insuperables versiones instrumentales. Un regalo para el espíritu. Yo lo tengo entre mis favoritos. No menos brillantes fueron “Jethro Tull, J-Tull Dot Com” (1999) y “The Secret Languaje of Birds” (2000) reafirmando su estilo.
Ian Anderson, un músico que deja una huella imborrable en el espíritu, genio creador de emociones sin par y melodías insospechadas. Autodidacta, genial improvisador de respiraciones imperceptibles en sus larguísimos tramos de flauta.
Ian Anderson, artífice de Jethro Tull y Oficial de la Orden del Imperio Británico, gracias por tantos años de excelente música.

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