Año: 1938
Director: William Wyler
Reparto:
Bette Davis (Jezabel -o sea, Julie-)
Henry Fonda (Preston Dillard)
George Brent (Buck Cantrell)
Margaret Lindsay (Amy)
William Wyler convierte a Bette Davis en la protagonista indiscutida de este melodrama sureño.
Bette borda el papel de mujer autoritaria, impulsiva y caprichosa. Su personaje es el de una jovencita desobediente que se negó a seguir las estrictas normas de la sociedad sureña de los EEUU de la segunda mitad del siglo XIX. Julie es astuta, orgullosa, inteligente, pero sobre todo provocadora y manipuladora. Todo esto la convierte en una inmadura y caprichosa joven, dispuesta a hacer cualquier cosa por conseguir sus propósitos.
Necesitada de ser siempre el centro de atención disfruta llevando las situaciones al límite, lo que provoca que su prometido, Preston Dillard, protagonizado por un frío, calculador y adicto al trabajo Henry Fonda, no consiga dominar a semejante huracán, decidiéndose a abandonar la ciudad y a ella.
Hay escenas que rozan la perfección interpretativa. Por supuesto, siempre con la Davis de protagonista. Yo me quedo con estas:
La escena del baile, cuando ella decide acudir con un vestido rojo en lugar del blanco exigido por la etiqueta.
Las entradas espectaculares donde se adueña de la pantalla, y sus bajadas de escaleras, alegre y elegante…
Cuando su antiguo amor le presenta a su esposa, no tengo palabras para describir la cara de Bette Davis: asombro, frialdad, desesperación, odio… toda una mezcla de sentimientos mostrados en pocos segundos en la pantalla.
La expresión de Bette Davis vestida de blanco, cantando a los pies de una escalera rodeada de niños, rota por el dolor e intentando disimular es sencillamente inolvidable.
No sólo es una historia de amor imposible en la vida de una mujer rebelde y manipuladora, sino también una crítica a las costumbres arcaicas, estrictas y casi medievales de la época, donde Julie es despreciada por vestir inadecuadamente, mientras que ella se enfrenta a los convencionalismos sin importarle el rechazo social que provoca. Una mujer rebelde y valiente, en definitiva.
Bette está enorme en cada plano. Y esos enormes vestidos, en un marco de refinado estilo burgés la convierten en la verdadera reina de la película, eclipsando a todo aquel que se pone a su lado. Bette llena cada rincón de la pantalla con una interpretación sublime que vale la pena ver solamente por disfrutar de su mirada.
Premios:
Oscars:
Premio a la mejor actriz (Bette Davis)
Premio a la mejor actriz secundaria (Fay Bainter -La tía Belle-).
Nominaciones: Mejor película, mejor banda sonora y mejor fotografía.
Una de las diez mejores películas de 1938, según el National Board of Review.
Premio en 2009 del National Film Preservation.
Premio especial a William Wyler en el Festival de Venecia de 1938 por su carrera. Nominado a la Copa Mussolini el mismo año.
Curiosidades:
- El rumor de que a Bette Davis se le ofreció el papel de Jezabel al haber perdido la oportunidad de protagonizar “Lo que el viento se llevó” es falso. Jezabel se comenzó a rodar antes de que se decidiera quién iba a ser Escarlata.
- Según Robert Osborne, el vestido “rojo” es en realidad de color bronce, porque se veía mejor en blanco y negro.
- Henry Fonda fue una incorporación de última hora. El papel lo iba a hacer Jeffrey Lynn.
- El Oscar que ganó Bette Davis se subastó en Christie´s por 57.800 dólares en 2001. Lo compró Steven Spielberg que inmediatamente lo devolvió a la Academia de Cine.
- Bette Davis hizo 45 tomas de la escena en la que se levanta la falda de equitación con la fusta. Una toma inolvidable que no os pasará desapercibida.
- Una de las causas de los retrasos de la película fue el nacimiento de la hija de Henry Fonda, Jane.
- Warner Bros compró los derechos de la película a un precio muy bajo, porque la obra teatral de Broadway fue un fracaso.
Os dejo un video Tributo a Jezabel.
Y un Trailer de la película:
Imágenes: Cine patas, wikipedia, lorenagil.com, unapizcadecmha, retornoamanderleyblogspot,