Jim Sheridan (izq) y Daniel Day Lewis, en el rodaje de "En el nombre del padre"
El prestigio del director dublinés Jim Sheridan es debido a una escasa filmografía, pero de una calidad indiscutible, que inició allá por 1989 con la película Mi pie izquierdo. En ella contaba la vida de un conocido pintor que padecía una parálisis cerebral por la cual sólo podía utilizar, como el nombre de la película indica, su pie izquierdo. El papel cayó en manos de Daniel Day Lewis, con el que formó un tándem magistral plasmado en dos películas más: En el nombre del padre (1993) y The Boxer (1997).Estas dos películas coinciden en un mismo contexto, una Irlanda en la que el IRA campa a sus anchas y se encuentra más poderoso. En la primera, Day Lewis interpreta a Gerry Conlon, uno de los "Cuatro de Guildford", condenados injustamente a más de quince años de cárcel por un atentado en el que murieron cinco personas . En The Boxer, esta vez el personaje principal, de nombre "Danny Boy" Flynn, es un antiguo miembro del IRA que, tras cumplir una condena, intenta por todos los medios rehacer su vida al margen de cualquier actividad delictiva y abriendo una escuela de boxeo.Por norma general, su cine aborda una temática social exenta de cualquier tipo de intentos de manipulación hacia el espectador, como podríamos ver en otras películas semejantes, como El viento que agita la cebada (2006), de Ken Loach, mostrando hechos contrastados y sin caer en maniqueísmos baratos que , malintencionadamente, pretenden posicionarnos de un lado en concreto. Dentro de ese cine social, Sheridan añade a su filmografía la cuestión de la inmigracion en el drama En América (2002) y las disputas del campo entre propietario y arrendatario en la ya mencionada en otra entrada El Prado (1990). De esta manera, cierra un círculo de películas que podrían ser consideradas como el máximo exponente del cine británico de los 90, para después dar el salto a Hollywood, donde ha realizado dos films que, según la crítica especializada, bajan el listón considerablemente.