Un militar retirado se junta con un grupo de frikies para esclarecer un accidente de tren aparentemente casual, pero que no lo es. Extraño e inclasificable cocktail entre lo conspiranoico, lo políticamente incorrecto, lo absurdo y el humor más negro. Todo el exotismo de la propuesta, que rindió a gran parte de la crítica, a mi me hizo desconectar porque en ningún momento puedes tomártela en serio ni como comedia, ni como drama, ni como película de acción. Quizás esa sea la clave, no tomársela muy en serio y verla sin prejuicios, dejándose sorprender por su capacidad para descolocarte, que tiene y mucha. El guión es original, eso no se puede negar y maneja bien el recurso del "algoritmo azaroso" y a los atípicos personajes para sacarle todo su jugo a la propuesta. Lamentablemente a mí me fui perdiendo conforme avanzaba porque en este caso el absurdo que sí me ha gustado en otras ocasiones, aquí no me atrapa. Quizás no era el día.