Título original: Girafot
Director: Tzahi Grad
Guionista: Tzahi Grad
Intérpretes: Meital Dohan
Liat Glick
Tinkerbell
Micha Selektar
Gal Zeid
Elisheva Michaeli
Gal Zaid
Modi Bar-On
Productores: Tzahi Grad
Isaac Shani
Fotografía: Giora Bejach
Música: Israel Bright
Montaje: Joel Alexis
Shimon Spektor
Nacionalidad: Israel
Año: 2.001
Duración: 115 minutos
Edad: 13 años
Género: Acción, Drama
Distribuidora: Barton Films, S. L.
Estreno: 08-08-2.008
DVD Alquiler:
DVD Venta:
Página WEB: Ficha completa en IMDb
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 6,339 Espectadores: 1.794
Vizcaya: 6,980 Recaudación: 10.950,48 €
España: 3,583 Puntos (Popularidad):
Rugoleor: 5,069 Ratio de popularidad:
Sinopsis:
Efrat, Dafna y Abigail son tres mujeres jóvenes que son vecinas en Tel Aviv, Israel. Una noche cualquiera el destino hará de las suyas. A Abigail la recoge un taxista por error confundiéndola con Dafna y la lleva a una función de cine. A Dafna, también por error, la viene a buscar la cita a ciegas de Efrat y pasa una romántica noche con este chico. Efrat, por su parte, se ve envuelta en una investigación. Nada será como antes. “Jirafas” es un rompecabezas de destinos entrelazados que crean una realidad imaginaria en la cual todo no todo parece evidente, una realidad abierta a la interpretación. Como la vida misma.
En su debut tras la cámara, el actor israelí Tzahi Grad no habla tanto de jirafas como de mujeres. Tres en particular, vecinas de un mismo edificio de Tel-Aviv. Una actriz esperan que la pasen a buscar para ir a una proyección, pero la recoge un joven abogado que tenía una cita a ciegas con otra chica del edificio. Esta se embarca con un simpático taxista creyendo que es su desconocido pretendiente. La que había pedido el taxi es la que finalmente acaba en el cine, sin saber qué hace ahí.
Crítica:
13.08.2008 – ANTON MERIKAETXEBARRIA
Cruce de destinos en Tel Aviv
Inusual película israelí, en el debut como director del actor Tzahi Grad, bien recibida en el Festival de Vancouver en 2.003, que ahora se estrena con retraso a nivel internacional. Tres mujeres, cuyos destinos se cruzan en la misteriosa y sensual Tel Aviv (aunque tal y como se nos muestra aquí, a base de oscuros callejones, corrientes patios de vecindad y nocturnos naranjales, bien podría ser cualquier otra ciudad del mundo), son las protagonistas de la historia, filmada a medio camino entre el drama y la farsa, donde el cine dentro del cine también tiene capital importancia en el desarrollo del relato, en el que nadie es lo que parece.
El problema de filmes como “Jirafas”, título que hace referencia a las figuritas engastadas en un collar que aparecen en el lugar donde se ha cometido un asesinato, es que su director no ha sabido contarnos toda esa intriga con orden y concierto. Las secuencias son repetitivas, se alargan más de lo debido y los actores tampoco son nada del otro jueves. Mal endémico en muchas de las producciones que nos llegan desde las distintas partes del mundo, ahora desde Israel, aliñadas con guiones de circunstancias.
Por lo demás, lo más potable de la película está en sus agudos diálogos, que podemos resumir en tres apartados. El fin de una conversación entre dos de las vecinas del inmueble donde viven, que termina preguntando una de ellas: «¿Conoces esa sensación tan especial cuando descubres que te pareces a tu madre?»; o el instante en que un asesor jurídico se encarga de matizar, en relación con que «un abogado nunca pregunta a su cliente si es culpable, porque es irrelevante»; así como la escueta contestación que un agente del Mossad, el servicio secreto israelí, da a otra de las chicas, a la pregunta de si ha matado a alguien: «El arte está en atrapar, no en matar». Breves momentos de interés en un conjunto tan poco estimulante como pesado.