El urbanista Joan Busquets en la presentación del Master Plan de la ciudad francesa de DunkerqueA finales del año pasado la fundación holandesa Praemiun Erasmianum concedería su galardón anual a este arquitecto y urbanista catalán. Esta institución tiene a gala reconocer cada año a personas que hayan contribuido al desarrollo de la cultura y las ciencias humanas de una manera relevante. Entre sus galardonados se encuentran arquitectos esenciales para el entendimiento de la historia del siglo XX como Jean Prouvé, Hans Scharoun y Renzo Piano.
En este caso, el Premio Erasmus se ha otorgado en reconocimiento al dilatado esfuerzo de Joan Busquets, a lo largo de varias décadas, en el campo del planeamiento urbano y sus importantes contribuciones al diseño del espacio público en las ciudades. La entrega del galardón tendrá lugar el próximo 9 de noviembre en la ciudad de Amsterdam.
Propuesta de tercer puente sobre el río Maas, Rotterdam. Joan Busquets, 1998Joan Busquets ha sido durante muchos años profesor del Departamento de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Cataluña, en la escuela de Arquitectura de Arquitectura que tiene su sede en Barcelona. Conjuntamente con Manuel Solá Morales, lideraría desde sus inicios en los años 70, el conocido Laboratorio de Urbanismo de dicha ciudad, un espacio de reflexión al que se integrarían durante muchos años otros numerosos profesionales y estudiosos, como José Ignacio Linazasoro, Josep Muntañola y José Luis Gómez Ordoñez. El LUB ha definido una intensa experiencia académica dedicada al estudio de la historia y la formalización del desarrollo urbano en el ámbito de Cataluña.En 1975, Busquets presentaría su trabajo sobre la Urbanización Marginal, una influyente tesis doctoral centrada en la formación metropolitana de Barcelona, específicamente dedicada a entender los procesos de conformación de sus periferias. Un trabajo que también identificaría la forma de ocupación y edificación irregular de las periferias urbanas de los países atrasados, producida en el segundo y tercer cuarto del siglo XX. En ese análisis adquiría un protagonismo estelar lo ocurrido en el conjunto del estado español, en el que las barracas, el chabolismo y la infravivienda tendrían un papel relevante en el desarrollo de las principales urbes de este país.Su forma de abordar el diseño de la ciudad parte de un riguroso análisis de las transformaciones operadas en el uso y la forma del espacio urbano a lo largo de los siglos. Busquets considera que solo desde el conocimiento intenso del pasado construido de la ciudad se está en condiciones de proyectar el futuro del hábitat por excelencia de la humanidad. En las actuales circunstancias, ello tiene que ver especialmente con una mayor densificación y complejización del territorio que utilizamos.Propuesta para la reestructuración de la Avenida dos Estados. Sao Paulo, 1999Su prestigio, que alcanzó su cénit en los años anteriores al momento de ejecución de la reforma de la capital catalana para su adecuación a las Olimpiadas de 1992, lo que le llevaría posteriormente a trabajar con numerosísimos municipios y ciudades en todo el mundo. Especialmente, en los continentes europeo y sudamericano. Sus ideas, consejos y propuestas se han seguido en Holanda, Francia, Italia, Portugal Brasil, además de en España. Finalmente, en 2002 asumiría la cátedra Martin Bucksbaum de la reconocida Graduate School of Design de la universidad americana de Harvard. Cuando hay voluntad política, el urbanista adquiere el rol que desde su formación disciplinar pretende desempeñar: un técnico que asesora y aconseja a los responsables de los municipios a mejorar el funcionamiento y la forma de sus ciudades. Esto es algo que he ido aprendiendo a lo largo de los años desde el magisterio del profesor Joan Busquets.Diseño de la Place Centrale de Échirolles. Francia. 2000Mi primer contacto con él y su compañera Rosalía se produciría precisamente en mi ciudad. Sería a comienzos de los años 70. Yo era entonces un estudiante de arquitectura que acababa de comenzar su carrera. Lógicamente, tenía una idea muy difusa de cuales eran los cometidos del arquitecto y, mucho menos, cuales eran las tareas a las que se dedicaban los urbanistas. En esos años, se acababa de instituir el Colegio de Arquitectos de Canarias y sus responsables iniciarían una intensa actividad cultural que tendría su reflejo más destacado en la exposición de Escultura en la calle de 1973. Una de aquellas actividades consistiría en la organización de una especie de escuela de verano de arquitectura en la que se encontrarían profesores, profesionales y estudiantes en talleres organizados, para deliberar sobre cuestiones disciplinares de una manera distendida. Uno de esos talleres lo dirigiría Busquets durante algo más de un mes; y en el participaría yo junto a otros compañeros. En ese momento, propondría dos temas de análisis y debate, el reconocimiento de la urbanización marginal existente en el área metropolitana de Tenerife y la reflexión sobre la evolución histórica de la ciudad fundacional de la isla, La Laguna.
En el primer caso que abordamos aquel verano trabajaríamos sobre la base de los instrumentos metodológicos que estaba en ese momento desarrollando, orientados a la comprensión del fenómeno del crecimiento irregular e incontrolado de las ciudades en el mundo de habla hispana. Un esfuerzo que, lógicamente, desembocaría finalmente en el completo estudio que haría posteriormente relacionado con la periferia de la ciudad de Barcelona y sus suburbios marginales, generados con posterioridad a la guerra civil. Allí, mis compañeros y yo empezaríamos a entender los rudimentos del análisis urbanístico, la identificación de sus piezas relevantes, la parcelación, la morfología de los tejidos urbanos, las formas de la edificación asociada, etc. teniendo como ejemplo los barrios de la periferia de mi ciudad.
En el segundo caso, nos aplicaríamos a desentrañar el proceso de desarrollo histórico de la ciudad de La Laguna, posterior a su fundación, una pieza fundamental en el proceso de colonización que se produciría en la isla de Tenerife desde los comienzos del siglo XVI. Para ello, acudiríamos también a otras fuentes y herramientas imprescindibles para el análisis urbanístico, las que se desprenden del método geográfico. En ese caso, Busquets nos guiaría en el reconocimiento de aquella fundación urbana y tomaríamos como referencia un texto fundamental para entender su desarrollo, la magnífica tesis doctoral que el geógrafo Ramón Pérez González haría sobre su ciudad. En el trabajo de Pérez González se abordaban temas imprescindibles para estudiar las ciudades; se hacía un énfasis especial en las cuestiones demográficas, la inspección de los planos históricos y la identificación de los tipos arquitectónicos presentes en la formación de las tramas urbanas.
Tiempo después, a comienzos de los años 90, aquel primer contacto con la ciudad fundación de mi isla me serviría personalmente para el diagnóstico y definición de propuestas para corregir los problemas urbanísticos de su casco histórico. Como miembro del equipo redactor del Plan Especial de Protección de La Laguna propondríamos una serie de medidas orientadas al mantenimiento y preservación de sus valores patrimoniales esenciales como, por ejemplo, la reducción de las excesivas edificabilidades preexistentes, la catalogación precisa y exhaustiva de sus edificios representativos, la definición de las maneras para la introducción de nueva arquitectura, la estrategia de peatonalización y definición de enclaves de aparcamiento sustitutorio, etc. Una experiencia que no podríamos culminar por motivos que no vienen al caso, pero cuyas ideas y propuestas serían asumidas plenamente por nuestros continuadores, el equipo de profesionales, liderados por la arquitecta María Luisa Cerrillos. Un esfuerzo que ha llevado a que hoy en día sea una magnífica realidad su contribución al renacer económico y social que ha experimentado aquel espacio urbano en los últimos años.
En aquellos años 70, iniciaba mis estudios en la Escuela de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria. Allí asistiría a dos cursos esplendidos sobre urbanismo impartidos por los profesores José Luis Jiménez y Eduardo Cáceres. El primero nos explicaría los fundamentos de la Ekistica, aquella curiosa formulación de Constatin A. Doxiadis dedicada al reconocimiento de los asentamiento humanos que se usaba como materia de enseñanza en los primeros cursos de la Escuela de Arquitectura de Madrid y, lógicamente también, en los de su filial de las Palmas.
Ordenación de BeatrixLaan. Proyecto de reestructuración de Den Hague. Holanda, 2004Tiempo después, junto a otros compañeros, partiría de Canarias a acabar la carrera de arquitectura Barcelona. Allí retomaría mi relación con Joan Busquets y me permitiría conocer a otros magníficos profesores de urbanismo como Manuel Ribas y Antonio Font. Algunos de nosotros se integrarían allí y pasarían posteriormente a formar parte de alguna manera del Departamento de Urbanismo como José Miguel Alonso y Joaquín Sabaté.Años después y siendo ya un profesional en ejercicio, acudiría al Congreso Iberoamericano de Urbanismo que se celebraría en Barcelona en 1988. Allí asístiría a la presentación las estrategias en curso para la metamorfósis de su ciudad con motivo de la Olimpiada y que Joan Busquets realizaría de una forma impactante y muy brillante. En aquel momento, era responsable -transcurría el mandato el alcalde Maragall- del Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de aquella ciudad, justo cuando se estaban diseñando las iniciativas que conducirían a una transformación espectacular de la ciudad. Todo ello, quedaría reflejado en una publicación esencial titulada Urbanisme a Barcelona. Plans cap al 92. Allí se explicaban los objetivos y criterios de trabajo que servirían para generar un inmenso cuerpo de instrumentos urbanísticos que lograrían producir una evolución muy positiva de la urbe catalana.Las arquitecturas construidas en Beatrixlaan, línea de metro lígero de Den Hague. Zwarts&Jansma Architecten En aquellos días, Busquets me invitaría a celebrar un encuentro con otros urbanistas en su casa de la Trinidad del Monte. Lo cierto es que siempre he recibido una calida acogida por su parte y ese acogimiento me permitió relacionarme con diversos responsables de ciudades, estudiosos del urbanismo y otros amigos catalanes y sudamericanos: Recuerdo a la responsable intendente por entonces del urbanismo de la ciudad de México que reconocería la frustración que genera la imposibilidad de intervenir en una ciudad tan difícilmente controlable como la inmensa metrópolis centroamericana.
En años posteriores he seguido manteniendo algunos contactos esporádicos con Joan Busquets. Hubo un momento en que pretendí realizar una tesis doctoral sobre las fundaciones de ciudades canarias y retorné a la escuela para hacer los cursos correspondientes. Recuerdo de esos tiempos una lección magistral suya sobre la formación portuaria de Marsella, impartida a un reducido número de alumnos. Mi última impresión sobre su trabajo ha sido el libro que escribiría sobre su ciudad en 2004 y titulado Barcelona. La construcción urbanística de una ciudad compacta. Una exhaustiva descripción y análisis que explican los sucesivos procesos formativos de la urbanización en su ciudad natal a lo largo de los siglos.
Cada año, por Navidad, he ido recibiendo de forma puntual algunas tarjetas postales en las que me enseña imágenes de sus últimos trabajos. Un reconocimiento de ámbitos territoriales de numerosas ciudades, dibujados con mimo y, a veces, de su propia mano. A partir de ahí, he entendido también la importancia que tiene el dibujo de la forma urbana como mecanismo para entender las peculiaridades de los lugares. Un esfuerzo esencial el del urbanismo para la mejora de los espacios en que vivimos y del que, por tanto, pueden surgir las ideas para su mejora funcional y estética.
Toda una vida aprendiendo con Joan Busquets. Gracias, maestro.
Diseño del pavimento del espacio urbano del Proyecto Spoorzone. Delft, 2008