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Joan Chamorro: Amor al Jazz

Publicado el 18 marzo 2018 por Josep2010


Esta versión del clásico Undecided sin duda abrirá el apetito del aficionado al jazz que guste escuchar el sonido de una banda consistente, con empaque, provista de solistas capaces de improvisar y acometer sus particulares diabluras sobre una composición sólida, lo que podríamos denominar una Big Band.
La sorpresa viene cuando además del oído ejercitamos la vista y nos damos cuenta que, aparte de los dos corpulentos músicos que flanquean una niña impensable en tal situación, únicamente el que lleva sombrero, en tareas de director requiriendo caña, el resto son apenas adolescentes de ambos sexos, con clara mayoría de chicas.
Joan Chamorro: Amor al JazzEl vídeo que encabeza se grabó en el Palau de la Música de Barcelona el día de San Andrés del año 2011 en el marco del 43º Fetival de Jazz de Barcelona y la que toca es la Jazz Band de Sant Andreu y su director, Joan Chamorro, un músico de largo recorrido y extensa experiencia, probablemente debería pasar a la Historia del Jazz por el amor que siente a esa música y por cómo ha sabido transmitir esa pasión a una serie de jovencísimas personas que se han reconocido libremente en la misma pasión y han podido crecer personal y artísticamente gracias a las buenas ideas y convicciones jazzísticas de Joan Chamorro, gran músico y enorme pedagogo.
¿Creen que exagero? Pueden acudir a youtube y leer los comentarios que dejan los aficionados al jazz de todas partes del mundo, algunos incluso asegurando que a Joan Chamorro deberían darle el premio Nobel por su revolución pedagógica musical que ha conseguido en doce años procurarnos grandes momentos de jazz de toda clase, desde el añejo dixie hasta el bebop, del contagioso swing a la hermosa bossa brasileira, siempre valiéndose de composiciones potentes.
Habrán visto la pequeñaja tocando la trompeta entre los dos colosos: pues bien, la niña ha crecido y no sólo en tamaño: también se va superando con la trompeta; sigue siendo una niña, pero Elsa Armengou tiene un sonido propio que en 2017 le permite afrontar otro clásico como es What's New
Vamos a situarnos un poco, porque podría dejarme en el tintero información que doy por sabida: en Barcelona hay un barrio, Sant Andreu, y en él hay una Escuela Municipal de Música y dentro de ella hay una sección en la que Joan Chamorro se dedica a impartir su magisterio: hay que suponer que consiguió en su día permiso para enseñar música a su modo y manera, muy diferente de lo habitual, y habría que dar las gracias a quien le apoyó en sus inicios porque las lisonjas, ahora, caen por su peso: a nadie, en su sano juicio, se le ocurriría criticar el método de Joan Chamorro, vistos y escuchados los resultados.
En el excelente documental Kids and Music patrocinado por TV3 y emitido en su Canal 33 se pueden hallar varias de las muchas claves de una formación jazzística que ha conseguido atraer la atención internacional y sorprender incluso a músicos que en sus países también practican la enseñanza del Jazz incluso en las universidades.
El secreto, para mí, reside en el amor al Jazz de Joan Chamorro y su forma de trasladarlo a unos infantes que deciden dejar de lado otras ocupaciones más "divertidas" para trabajar su instrumento favorito en la seguridad que acabarán por dominarlo y obtendrán placer al tocarlo junto a sus colegas de la Jazz Band, produciendo música y conectando con el buen humor que transmiten a sus oyentes, felices de la ocasión.
En esa joven orquesta se entra a los seis años y se sale a los veinte. Como es natural, hay varios miembros que son hermanos, primos, parientes, amigos todos.
Alba Armengou también toca la trompeta y además posee una delicada voz que sabe aplicar a todo un clásico de Antonio Carlos Jobim, Triste en una versión de jazz suave.
Con el transcurso de los años, todos esos músicos van alcanzando la mayoría de edad de forma inexorable y Joan Chamorro, en una decisión que le honra, se cuida de procurarles una buena despedida, grabando un disco en el que cada uno tiene su lucimiento personal con el acompañamiento de otros y todos juntos suelen acudir a la sala con más solera de Barcelona, la Jamboree, donde el aficionado puede disfrutar de unos jóvenes que están pronstos a dejar el nido y volar por sí solos.
Por ejemplo, podemos ver una de las piezas con la que se presentaba la cantante, saxofonista y violinista Èlia Bastida, nada menos que una pieza de Canonball Adderley,Wabash
Lo mejor del trabajo de Chamorro es que ha conseguido que todos los miembros de la Jazz Band sepan liderar en una pieza y en la siguiente colaborar con todas sus fuerzas: así, podemos ver a la excelente bajista y cantante Magalí Datzira interpretar de forma muy personal el clásico Nature Boy y colaborar de forma espléndida con el disco presentación del trompetista Joan Marc Sauqué en otro clásico con el que todos pueden lucirse a fondo, Tenderly
Además de ser un adalid del Jazz en Barcelona consiguiendo que unos jóvenes normales y corrientes (no son cracks, asegura Chamorro: ¿cómo me iban a tocar veinte cracks para formar una Big Band?) que se aficionan y entregan al Jazz, Chamorro se cuida de recuperar composiciones que casi han caído en el olvido incluso en sus propios países de origen, presos como están todos los mercados musicales de unas compañías discográficas que van a lo que van: dejaremos para cerrar esta sucinta nota en este bloc una versión del clásico brasileiro compuesto por Alfredo da Rocha Viana Filho (Pixinguinha)con letra de João de Barro, en la jovencísima voz de Rita Payés, que nos asombra con Carinhoso, muy bien acompañada a la guitarra por Elisabeth Roma, al bajo por Joan Chamorro y a la batería por un sorprendido Jo Krause.
No hay más que ver la cara de Joan Chamorro para comprender que el hombre sí puede alcanzar la felicidad.

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