Frente a un lleno total, Alejandro Jodorowsky
Volviendo un poco atras, la velada empezó con un narrador de cuentos, que fue abriendo la noche
Luego le tocó el turno a la gente de librerias Ibero, que repasaron magníficamente la diversidad y complejidad de los libros de Jodorowsky y sus interrelaciones, frente a la atenta mirada de uno de los organizadores.
Se despachó como quiso, cambiando el tono de la conversación, del humor a lo serio, de lo mágico a lo terrenal, siempre sin prisa pero sin pausa.
Con los pies en la tierra y la mente en el infinito
Todo siempre a manos abiertas
Al llegar el final de la noche, se formó una extensa cola, en ella, Gabriel Zarate, con un ejemplar del comic El Incal, esperó el turno para entregarle en nombre del Club Nazca, la estatuilla del Premio Serrucho y Volantín
BonusHabía tanta gente, que no pude lograr unas fotos más cercanas de este momento, pero cubriendo agilmente con su lente, estaba Alfonso Vargas Saitua, a quien pertenecen estas 2 últimas emotivas fotos.