Andrew Stanton debería volver a la animación que se le dá muy bien.
Aquí sorprende la capacidad para poner nombres raros a todas las cosas, muy interesante si se tratara de una saga literaria con décadas de estudio freak y miles de fans queriendo ver a los personajes en la gran pantalla.
No es el caso porque de Edgar Rice Burroughs sólo hemos fantaseado con Tarzán.
Aunque podría haber estado bien si se hubieran pensado mejor lo que querían contarnos.