
Dentro de su amplia filmografía destacan títulos como “La patrulla perdida” (1939), “El delator” (1935) (que le valió su primera estatuilla como realizador) y, sobre todo, “La diligencia” (1939), cinta que obtuvo dos premios de la Academia de un total de siete nominaciones.
Ya en la década de los cuarenta cabe mencionar “Las uvas de la ira” (1940) -su segunda estatuilla detrás de la cámara-, “¡Qué verde era mi valle!” (1941) -ganadora de cinco premios de lHollywood, entre ellos el tercero Ford), “Pasión de los fuertes” (1946), “El fugitivo” (1947) y “La legión invencible” (1949).
De los años cincuenta se deben citar “El hombre tranquilo” (1952) -cuarta estatuilla para el cineasta-, “Mogambo” (1955), “Centauros del desierto” (1956) -uno de los westerns más destacados de todos los tiempos- y “El último hurra” (1959).
En los sesenta continuó demostrando su habilidad en largometrajes como “El sargento negro” (1960), “Dos cabalgan juntos” (1961) y “El hombre que mató a Liberty Valance” -otro western absolutamente memorable-. En 1966 rodó en su totalidad en un estudio el film "Siete mujeres", que narra los últimos momentos de una misión estadounidense en China y con el que se despidió de la profesión.
Escena de "Centauros del desierto"
Escena de "El hombre tranquilo"
Escena de "El hombre que mató a Liberty Valance"