Revista Cultura y Ocio

John harper: fuego

Publicado el 19 septiembre 2019 por Antonioparrasanz
CÁNONES
JOHN HARPER: FUEGO   Entremezclar ciencia ficción con la novela negra es una apuesta compleja, lo mismo se gana la partida que el desafío hace que una novela se vaya por el desagüe, pero hay otros casos que van seguro, como J.E. Álamo, que no contento con haber fusionado lo negro y lo zombie con su personaje de Tom Z. Stone, ahora se saca de la manga a John Harper, un elemental de fuego que es detective privado en la ciudad de Capital.
Y la cosa funciona, no sólo funciona sino que hasta se le notan los cánones del género negro, y hasta un cierto homenaje a algunos grandes clásicos norteamericanos. Pero es que además nos sitúa en ese universo futurista con una brutal naturalidad, explicando como si nada el orden en el que los elementales (seres dotados con el poder de la roca, el viento, el agua o el fuego) son relegados al ostracismo por los naturales (los que seríamos nosotros, el común de los mortales), respaldados por el PPN, el Partido Patriota Natural, y su brazo armado, la Doble Hélice, que practican la política genefóbica para dominar el mundo y limpiarlo de esas aberraciones que suponen los elementales.JOHN HARPER: FUEGOY una vez que nos instalamos en esa realidad que propone Álamo, todo funciona, la personalidad de Harper gana enteros, es un fuego con tanto peligro como encanto, y le contratan para averiguar cómo murió un antiguo colega policial, también elemental como él. Como ya se ha dicho, los cánones se imponen, el fraseo contundente, la vida solitaria, algunos tugurios en los que refugiarse, cierto magnetismo con el sexo opuesto, enfrentamientos con naturales cuando no queda otra, todo sumando para hacer de la novela una buena pieza de género negro.
Un buen puñado de páginas que se disfrutan casi de un tirón, y un detective que puede ganar el corazón de los lectores, y no sólo por su “calidez”.
‘JOHN HARPER: FUEGO’Autor: J. E. Álamo. Género: Novela.Editorial: Off Versátil. Barcelona, 2019.236 páginas.

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