Revista Cine
El eterno Keanu Reeves regresa y toma la delantera en John Wick, una implacable película de venganza con planos tan artísticos como míticos.
Sinopsis: En Nueva York, John Wick (Keanu Reeves), un asesino a sueldo retirado, vuelve otra vez a la acción para vengarse de los gángsters que le quitaron todo lo que más quería.
John Wick es un thriller de acción entusiasta de una especie muy rara que pocas veces se encuentra en los cines. El género una vez popular, que fue encabezado por Stallone y Schwarzenegger durante su apogeo, ha estado en extinción durante las últimas dos décadas. De vez en cuando, una película como The Raid viene a satisfacer a los fans con una inclinación por la violencia de clasificación R, pero el creciente deseo de Hollywood por la acción apta para todo publico y la aparición de la imagen generada por computadora convierte a la brutalidad de la vieja escuela en algo obsoleto. Gracias a Dios, el regreso de un candidato actualmente improbable - Keanu Reeves - enciende la llama una vez más.
John Wick representa el arte limpio de matar en su mejor expresión, nos da una razón lógica y visceral para el derramamiento de sangre. No sé si alguna vez van a querer a alguien tan muerto en una película - punks - como en esta.
Nadie sabe quien es su protagonista, se ve como un simple y luchado hombre, amable a simple vista. A medida que avanza el film la verdad se revela en una lenta y anticipadora exposición. El guión de Derek Kolstadt entiende que gran parte de magnetismo de un personaje depende del misterio y de lo que sucederá cuando todo quede al descubierto, por lo que la película se divierte tanto en enfocarse en los detalles de la vida del - al comienzo - desconocido Wick como así también lo hace luego al mostrarnos de que va exactamente su negocio. Resulta que antes de conocer a su esposa y retirarse, Wick era un legendario asesino a sueldo conocido como El hombre de la bolsa. Pero para otros "John no era exactamente el hombre de la bolsa. Él fue el que envió a matar al hombre de la bolsa", afirma temerosamente un mafioso ruso llamado Viggo Tarasov (Michael Nyqvist).
Como una leyenda que sale de las sombras, todo el mundo comienza a prepararse para el regreso del gran asesino, y del derramamiento de sangre inevitable que sobrevendrá. Los susurros aterrorizados con la que los mafiosos discuten sobre Wick son la ayuda primordial que nos prepara para las asombrosas y estéticas escenas de acción. Y es que esas escenas de acción son algo más también. Los directores David Leitch y Chad Stahelski son coordinadores de especialistas veteranos, por lo que las luchas, los tiros, los chasquido de los cuellos son ejecutadas con una fluidez sorprendente.
Pero eso no es todo, los directores también parecen haber tomado unas cuantas páginas de la época dorada de la acción artística como La Femme Nikita y El Profesional, películas que se construyeron no en algo real, pero si en nuestros sueños colectivos cinematográficos del género. Cuando Wick persigue a un ruso, lo que está en pantalla se vuelve como una espiral premeditada o como un ballet coordinado con exactitud, todo un ejercicio efectivo a la mano. Las escenas de lucha, por igual, se desarrollan con su propio ritmo y gracia. Gran trabajo de Reeves en su entrenamiento.
Aunque nada de esto sea nuevo, y los cineastas hayan estetizado la violencia durante el tiempo que las películas han existido, la idea de una nueva película de acción con música llena de adrenalina e imágenes frescas puede que no sea motivo de celebración para muchos. Pero John Wick se compromete en su contexto de irrealidad y de desafió. Nos da un submundo fantástico de ritual, figuras míticas y espacios con códigos de colores (maestría del director de fotografía
Jonathan Sela). Cuando Wick mata a un grupo de asesinos, llama a un servicio de la mafia que se encarga de hacer limpieza profesional. Él paga todo con monedas de oro que parecen ser la moneda de este reino fantástico. Incluso hay un lugar en el que todos los sicarios conviven, con sus propias reglas y sus propios espacios secretos, como por ejemplo un bar en el sótano donde el propietario Ian McShane es como una especie de voz consejera o de sabiduría. Tales herramientas de fantasía le dan al género un gran y nuevo terreno por cubrir.
Reeves es en muchos sentidos una opción perfecta. Se muestra frió - en el sentido oportuno - y permanece así durante la mayor parte de la película a medida que avanza sobre su trabajo. Reeves nunca ha mostrado mucho rango; su presencia en la pantalla ha sido siempre su punto más fuerte y es evidente ahora. Su personaje lo ayuda mucho al tener suficiente historia de fondo como para hacerle simpático pero, al igual que de Denzel Washington en The Equalizer, su pasado es turbio. El resto del reparto está muy bien elegido, con Michael Nyqvist proporcionando un villano urbano, Willem Dafoe un asesino con sus códigos, y Adrianne Palicki siendo una viuda negra con atractivo sexual.
Como Conclusión.John Wick es una película que hace justicia a un genero pero que trasciende en otros aspectos. Sus directores la han mimado con coreografías tan violentas y elegantes que hacen bombear con fuerza el corazón del espectador. Es un gran homenaje al cine de acción y un regalo a los amantes de la vieja escuela.
Mi Calificación es: 3.5 DE 4 ESTRELLAS