Revista Cine

John Williams: El maestro

Publicado el 19 abril 2011 por Davicine


John Williams: El maestro. Capítulo 1

Bienvenidos a un nuevo especial dedicado a los grandes compositores de la música del cine. Hoy hablaremos de uno de los más grandes compositores de todos los tiempos: John Williams.
Hablar de John Williams es hablar de algunas de las melodías más icónicas y recordadas de la historia del cine, de un estilo inmediatamente reconocible, evocador, poderoso, emocionante, capaz de describir a veces con preciso detalle y a veces con dolorosa exactitud lo que vemos en la pantalla y lo que sentimos al mirarla.
A lo largo de más de cinco décadas, John Williams nos ha regalado algunos de los momentos sonoros más bellos de la historia del cine pero su producción no se ha limitado al celuloide. Conciertos, trabajos para televisión y composiciones para distintos eventos deportivos internacionales completan una obra prolífica y genial.

John Williams: El maestro. Capítulo 1

Si bien su fama y reconocimiento mundiales comenzaron a finales de los 70 y principios de los 80, ya a finales de los 50 encontramos obras como Daddy-O en 1958 donde comienzan a reconocerse los rasgos de un estilo que trascenderá su propia obra y se convertirá en una referencia compositiva seguida por muchos autores de la segunda mitad del siglo XX. Decir que Williams hace suya la técnica Wagneriana del Léit Motif sería obviar su asombrosa capacidad para crear etiquetas sonoras que acaban siendo una segunda piel de aquello que describen hasta el punto de que es es posible seguir la acción de algunas de las películas en las que participa únicamente escuchando su música.

John Williams: El maestro. Capítulo 1

En la década de los 60 encontramos ejemplos más que interesantes de una producción que se incrementará a lo largo de los años. The Secet Ways (Caminos Misteriosos) en 1961 es un score de trasfondo militar pero con intersantes elementos descriptivos en una historia que no pasará a la historia del cine pero en la que su música deja un buen sabor de boca. None But the Brave (Todos Fueron Valientes) en 1965 es otro score de corte militar, acorde don la política de producción de la época, donde Williams de nuevo nos sorprende combinando elementos de inspiración oriental con los clásicos orquestales en el que pasa por ser su primer experimento en este campo que tan buenos resultados le dará en el futuro.
John Williams: El maestro. Capítulo 1

En How t o Steal a Million (Como Robar un Millón y...) en 1966, encontramos a un Williams que se mueve como pez en el agua en la comedia clásica en divertidos momentos de juego con viento y metal. Valley of the Dolls (El Valle de las Muñecas) en 1967 nos presenta un score más testimonial pero donde Williams es capaz de trasmitir en glamour y la miseria moral del mundo en el que se sumergen las protagonistas con gran vividez. A Guide for the Married Man en ese mismo año sigue la estela de las grandes comedias de la época y su score, divertido y chispeante, muestra el gusto de Williams por los arreglos cercanos al swing.

John Williams: El maestro. Capítulo 1


Para Heidi, en 1968, Williams nos regala tiernos pasajes en viento y cuerda, espejo de la niña de trenzas rubias, y evocadores pasajes de clara inspiración clásica en las descripciones de los lugares donde transcurre la acción. En The Reivers (Los Rateros) encontramos algunos de los motivos musicales que empleará Williams a lo largo de su carrera de manera incansable y renovadora: Potente uso del viento, suaves apoyos en cuerda y metal que aportan sensibilidad los primeros y evocadora emoción los segundos.
La genialidad de John Williams se deja notar estos años pero aún queda mucha historia que contar.
¡Hasta pronto!


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