Revista Cine
Director: Gustavo Graef Marino
Viendo "Soy mucho mejor que voh" me di cuenta de que en los videos relacionados estaba "Johnny Cien Pesos", emblemática película chilena dirigida por Gustavo Graef Marino (que después hizo una película de acción en Estados Unidos con Peter Weller y Daryl Hannah, para luego trabajar mayormente en televisión) que, si no me equivoco, fue la primera en estrenarse tras el retorno de la democracia. Se supone que este año se estrena una secuela, también dirigida por Graef Marino, y con lo magnífica que es "Johnny Cien Pesos", tengan por seguro que iré al maldito cine a ver la segunda parte.
"Johnny Cien Pesos" es un thriller de factura impecable, basado en una historia real, sobre un grupo de sujetos que suben al octavo piso de un céntrico edificio para robar un videoclub que en realidad es la fachada de una casa de cambios buena para lavar dinero, y como suele pasar, el plan no sale como lo esperado y todo se va al demonio. Pero ojo, que "Johnny Cien Pesos" es mucho, mucho más. Es un complejo y mordaz retrato de la sociedad chilena de ayer y hoy, un fiel reflejo de cómo era el país pocos meses después de que Patricio Aylwin asumiera como presidente tras 17 años de dictadura, en plena transición. De esta forma, este asalto fallido le sirve a Graef Marino, además coguionista, para capturar a un variopinto puñado de personajes que representan a un amplio espectro de la clase política y social del país, desde los hombres del Ministerio del Interior que deliberan en la comodidad de sus oficinas sobre cómo reaccionar al asalto con tal de que dañe lo menos posible la imagen de la reinstaurada democracia, pasando por la madre esforzada que cría a su hijo en la miseria o por el avaricioso y amoral periodista que da rostro a esos medios ávidos de rating que prefieren armar un circo y olvidan su misión de informar, hasta los pobres mortales anónimos que hacen todo lo posible, con métodos más cuestionables que otros (asaltar un negocio, lavar dinero, ser esposa trofeo, trabajar como cualquiera), por sobrevivir en la jungla urbana, y eso que se me quedan varios personajes y características idiosincráticas más en el tintero. Y aunque algunos obtengan un tratamiento más satírico que otros (por ejemplo, el periodista o los del Ministerio), todos los personajes muestran unas portentosas autenticidad y complejidad, no sólo bien escritos en tanto elementos narratológicos sino que también en tanto entidades humanas: personajes de carne y hueso que no son ni héroes ni villanos, a fin de cuentas, sino que seres abatidos. Ahí tenemos a Johnny, el estudiante de escasos recursos que se involucra en este asalto. Ahí tenemos a la secretaria del dueño del videoclub. Ahí tenemos a los asaltantes, con pasados tan potentes como elusivos. Todo esto relatado como un thriller con la fuerza de un toro, que avanza a mazazos y que no ofrece respiro tanto en su flujo de acontecimientos como en esa corriente subyacente de conflictos, de sueños rotos, de decepciones, de desesperación, de miedos (notable el carácter siniestro de las imágenes de los carabineros, sumidos en las sombras, la oscuridad). Así, amén de una atmósfera asfixiante, una tensión constante y un ritmo trepidante, además de una sugerente y sobrecogedora banda sonora, "Johnny Cien Pesos" se alza como una verdadera obra maestra. Ah, y sumen a ello unas portentosas y brutales interpretaciones de Armando Araiza (lo tuvieron que doblar al chileno porque es mexicano), Willy Semler, Aldo Parodi, Rodolfo Bravo...
Y cómo no, si comienza de manera tan magistral: Johnny, sentado en la parte trasera de una micro, observa y manipula los objetos de su mochila. De repente, la pistola que lleva dentro se dispara y atraviesa el vidrio frontal. El chofer no se amilana; al contrario, traba la puerta trasera y se acerca amenazante a Johnny, que aunque tiene la pistola está muerto de miedo. Al final logra huir, y queda claro: Johnny no tiene madera de asaltante, si no es más que un débil mocoso con una pistola en la mano. Magnífico.
Obra maestra.
La pueden ver en este enlace. También hicieron un programa televisivo que tuvo un episodio centrado en el verdadero asalto.