Me he enterado de que Warner retira de las salas la esperadísima segunda entrega de Joker. Yo misma he sido una de las espectadoras que salió del cine sin saber exactamente si acababa de ver una obra brillante o un despropósito. Parece que hay gente muy cabreada con la película. Recuerdo que camino hacia la salida le comenté a Paco que para esto mejor se habían quedado quietos, que no solo la película no estaba a la altura de la primera, sino que la perjudicaba.
Como yo soy una absoluta entusiasta de la anterior, le he estado dando vueltas al tema. Me parece injusto decir que esta película es mala. Quizá de no tener en la retina al Joker anterior no le habría encontrado a la segunda tantas pegas. Lo cierto es que no es una mala película. Le sobran esto sí, para mi gusto, los números musicales. Si vas a hacer un musical, hazlo en condiciones, no versionando viejos hits, y encima cantados reguleramente, al menos por parte de Phoenix, todo sea dicho. Esto sí me parece un despropósito.
Ahora bien, sin llegar a lo sublime de su anterior interpretación, las actuaciones están bien, la escenografía, magnífica. Y en cuanto al argumento, a ver cómo lo cuento sin destripar nada, porque lo que explica esta película es lo que se dejó entrever en la primera: que este Joker no es la némesis de Batman. No podía serlo por asincronía de edades. Este Joker es un pobre desgraciado, ni siquiera un psicópata como el que vendrá después, es solo un hombre perturbado, desamparado por su entorno más íntimo y roto por el sistema. Abandonado y agredido de todas las formas posibles. Sus crímenes no están planificados, son consecuencia de las injusticias sufridas y producto de las circunstancias. No son las obras de un psicópata, sino las de un hombre seriamente enfermo.
Pero este gran perdedor ha dejado una semilla en el vientre de una mujer, psicópata, ella sí. Y en la carne de su hijo, y en su mente, ella va a moldear el Joker que tiene en su cabeza. El que se enfrentará a Batman y esparcirá el mal por el único placer del mal.
Así que para mí sí tiene sentido este guion, obviando las canciones, demasiadas y cansinas. Es la explicación que procede, la única lógica. Aunque podían habérsela ahorrado, porque han puesto un borrón sobre la primera película que no sé yo si se podrá limpiar. Lástima, grande lástima.
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