Por Gabriela Vivanco
(Publicado originalmente en diario El Comercio, Quito, el 23/06/2013)
El artista denominó ‘Fleshlettes’ a esta escultura. Foto: Cortesía de Jonathan Payne
Una lengua con dientes, una especie de torre de dedos, un seno con cabellos fusionado con un pene… no se trata de la utilería de una película de terror ni algo que se parezca, sino de las esculturas de Jonathan Payne.
‘‘Fleshlettes’’ es una especie de celebración de las partes extrañas del cuerpo humano. Así lo considera su creador Jon -como es conocido-, quien vive en Los Ángeles, Estados Unidos.
Tina y castidad. Foto: Cortesía Jonathan Payne.
Todo comenzó con los teratomas. Tumores encapsulados en otros tejidos del cuerpo humano, que el artista los califica como “fascinantes y horribles”. Luego el proceso creativo tomó su curso y Payne consiguió elaborar estas esculturas.
Pero, ¿exactamente que significa ‘Fleshlettes’? Son pequeños pedazos de carne y piel. El autor las denomina como “diminutas criaturas ” hechas de piel humana.
¿Sorprendente? Pues sí, de hecho, uno de los rasgos que más llama la atención de su obra es el parecido de las figuras con la realidad, lucen como una parte más del cuerpo humano. Para darles este ‘‘look’’ súper realista el artista tiene dos estrategias.
Tonya y Portia. Foto: Cortesía Jonathan Payne.
Primero lo primero: estudiar el cuerpo, pero no como en el colegio viendo láminas e impresiones, sino mirar cada parte de cerca, fijarse en los detalles en cada centímetro de piel. El cuerpo es mucho más que la suma de sus partes, señala el autor. La otra estrategia tiene que ver con la técniica y los materiialles, Jayne usa arcilla de polímero y cabelllo reall. Dice que hoy por hoy es el mejor material para sus creaciones.
Cada una de las piezas mutantes tiene su propia personalidad y, como buen padre, Payne las bautizó con un nombre. Por ejemplo, la lengua con dientes se llama Tonya y es la madre de las ‘Fleshlettes’. Mientras que el ojo, en realidad es ‘la ojo’, se llama Eileen. Y la mano con múltiples dedos, Toni.
Jackeline. Foto: Cortesía Jonathan Payne.
Aunque a algunas personas sus ‘Fleshelettes’ les pueden parecer repulsivas e incluso grotescas, Payne prefiere verlas como creaciones extrañas y ”caprichosas”. Él celebra lo que socialmente se considera diferente, lo hace porque cree que precisamente en esa rareza radica lo que nos hace humano.
Puedes ver más imágenes en su sitio web. Además, interactuar con el artista a través de su fanpage en Facebook.
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