Zonia Linares.
Si Jordan Rodríguez se asombra por lo que alcanzó a ver en un breve paseo por la ciudad, en su carrito, más me asombro yo de leer lo que declaró, porque esto nos confirma que todos los que nos tomamos el tiempo para escribir en esta página y en otras redes sociales, lo hacemos sólo para desahogarnos. Significa que nadie se toma un tiempo para leer y averiguar lo que siente y padece el pueblo, Jordan hace rato, que las colas en las panaderías son interminables, y que los dueños de estos sitios nos obliga a obedecer un horario y nos limitan la compra del tan ansiado producto.
Hace mucho rato que venimos haciendo hincapié en la mendicidad que ha empezado a proliferar en las calles al menos en la ciudad capital.
Es muy triste que un periodista según revolucionario atento a lo que acontece en el país, sea ahora cuando descubre por su propia cuenta, las largas colas que se hacen para conseguir alimentos, pan y cualquier otro producto de uso diario, lo que antes dije y ahora repito, dejaron de escuchar y preguntarle al pueblo.
Un revolucionario no puede ser de la boca para afuera, por el contrario debe ser corazón adentro, como lo hizo Hugo Chávez, él no esperaba que se lo dijeran, él iba a descubrirlo por su propia cuenta y atacaba el problema, si un periodista cuya misión es investigar, informar y transmitir la información veraz y oportuna, recién descubre el agua tibia, entonces estamos fritos. Detrás de las cámaras hay un mundo muy diferente, un gentilicio que lucha día a día por salir adelante a ver Jordan; te describo un poquito de esa lucha, hacen colas por alimentos que cada día están más elevados sus precios, no les llega el gas doméstico, en muchos lugares el agua les llega muy poco, sufren horrores para llegar a sus sitios de trabajo, el metro es un desastre y quieren ahorrarse los 100 bs de la camionetica porque no les alcanza el sueldo ah y dicen que en abril va para 300, ¿Ya habías oído eso?.
Eso entre muchos contratiempos que vive el ciudadano común y con todo eso, todavía tenemos tiempo para sonreír y negarnos a dejarnos arrodillar, porque muchos de ellos, siguen manteniendo la fe que este país saldrá adelante, y se sienten orgullosos de llamarse chavistas revolucionarios pero de los verdaderos, no de los que miran los toros desde la barrera, sino del que patea la calle para sobrevivir en un país de indolentes
Te pido disculpas Jordan pero eso te quedó bien feo, aunque no tengo mucho problema, porque como sólo lo estoy haciendo para desahogarme, no te enteraras de lo que pienso y escribí en esta página Pero por favor cuando subas tus videos a Instagram que no sea un reflejo de lo que vivimos nosotros en carne propia, puede ser de las medidas que estás tomando para evitar que esto siga ocurriendo, de tu aporte como revolucionario. No sé si a todos, pero a mi particularmente estas declaraciones me abofetearon.
Nací con corazón revolucionario. Chavista desde 1992. Creo en Dios, mi patria sigo y seguiré los sueños de mi comandante eterno.
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