“Coincido en que, para Manos limpias, la ideología y la regeneración era tan solo una escusa; lo que verdaderamente les importa era, y es, es el parné, el viscoso, verdoso, sarnoso parné, como dice Pilar. Hasta en esto se parece al clan Pujol. Lo importante no es el nacionalismo ni la democracia; lo importante es la pela, la puta pela, la fastigosa pela”
Sigo leyendo las columnas que Pilar Rahola publica en La Vanguardia, a pesar de que mi punto de vista crítico con alguna de sus actuaciones públicas haya sido recibido, por su parte, con un bloqueo en Twitter. En fin, cosas del talante. La cuestión es que la lectura de su artículo titulado “Pestazo” (LV 19-04-2016) me ha recordado un caso que, como el del Manos limpias, apesta. Un caso de proximidad, de ‘casa nostra’ que decimos en Cataluña, que tal vez les suene: el caso del clan Jordi Pujol Ferrusola.
Y es que el artículo está construido de tal manera que, en una mala jugada de su subconsciente, parece que Rahola estuviese pensando en el ex presidente de la Generalidad, Jordi Pujol. Desde el primer párrafo, cuando dice “la extorsión sobrevuela el nido del cuco”, hasta el último que termina así: “Manos limpias es un homenaje al franquismo, en el fondo y forma: la ideología opresiva, los intereses pestilentes, los objetivos espurios. Puro régimen” . Si algo está acreditando la justicia en el caso Pujol Ferrusola es que, la extorsión, no sólo ha sobrevolado la gestión política del expresidente sino que constituye la génesis de su tremenda fortuna. Y que el clan es un homenaje a los intereses pestilentes y a los objetivos espurios no lo duda ni el más lerdo.
Se pregunta qué democracia deficitaria puede permitir que un tipo de esa calaña (Miguel Bernard) dé lecciones de regeneración democrática. Sorprende que Pilar, tan avispada ella, no lo sepa. La misma que permitió a Jordi Pujol estafar a los accionistas de Banca Catalana, salvar su culo y que hasta el ABC publicara editoriales vergonzosos como el de 22 de mayo de 1984. La misma que permitió a Jordi Pujol instaurar y dirigir en Cataluña un auténtico Régimen como un verdadero Caudillo del nacional independentismo.
Y también se pregunta qué tipo de jueces se reunían con el personaje, si es cierto que se reunían. Fácil querida, del mismo tipo que esos que durante cuarenta años despistaban la mirada del “oasis” catalán. Del mismo que los que prevarican. De ese tipo de jueces que, a pesar de tantas evidencias, siguen sin mandar a la cárcel al clan Pujol Ferrusola. De esos jueces que olvidan que todos los ciudadanos, incluido el señor Artur Mas, somos iguales ante la ley. De ese tipo deben ser, señora Rahola.
Coincido en que, para Manos limpias, la ideología y la regeneración era tan solo una escusa; lo que verdaderamente les importa era, y es, es el parné, el viscoso, verdoso, sarnoso parné, como dice Pilar. Hasta en esto se parece al clan Pujol. Lo importante no es el nacionalismo ni la democracia; lo importante es la pela, la puta pela, la fastigosa pela.
Ya ven, es hablar de las sucias manos de Manos Limpias y venirme a la cabeza Jordi Pujol, un presidente con las manos sucias.
José SIMÓN GRACIA
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