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Jorge Juan (V): Los arsenales de Ferrol, Cartagena y la Carraca (Cádiz).

Publicado el 04 agosto 2024 por Fotograrteblog @fotograrte
Jorge Juan (V): Los arsenales de Ferrol, Cartagena y la Carraca (Cádiz).

Continúo con la serie sobre Jorge Juan que se basa en la Exposición temporal que tuvo lugar en el Museo Naval de Madrid, hasta el pasado 31 de marzo, llamada «Jorge Juan: el legado de un marino científico», que no se quiso prorrogar. Continuamos con el examen de lo que fue uno de los mayores triunfos de su vida: los arsenales mencionados (1, 2, 3 y 4), cuyo diseño y dirección le encargó el Marqués de la Ensenada.

A su regreso a España, en 1750, el marqués de la Ensenada encomendó a Jorge Juan el diseño y la dirección de las obras de construcción de los arsenales de Ferrol, Cartagena y la Carraca (Cádiz). Estos nuevos centros constructivos dedicados a la fabricación y reparación de buques jugaron un papel fundamental en la política de renovación de la Armada emprendida por Ensenada, que pretendía modernizar la escuadra española para situarla al nivel de la marina inglesa. A esta tarea estuvo dedicado Jorge Juan los siguientes doce años, durante los que viajó, de forma constante, entre los tres arsenales, encargándose de la supervisión de las obras y de la resolución de los problemas constructivos que fueron surgiendo durante el proceso de edificación. Su experiencia en Inglaterra sirvió de base en el diseño de los nuevos astilleros españoles, cuya configuración se debe, en buena parte, al criterio técnico de Jorge Juan, tal y como demuestra la presencia recurrente de su firma en los planos constructivos de los tres arsenales.

Plano del Proyecto del Arsenal de Cartagena. Nicolás Berdinguero 1759. Manuscrito sobre papel. Biblioteca Nacional de España. Arsenal de Cartagena. Óleo sobre lienzo. 1793. Mariano Ramón Sánchez. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid. Jorge Juan (V): Los arsenales de Ferrol, Cartagena y la Carraca (Cádiz).Arsenal de El Ferrol, Óleo sobre lienzo. 1797. Mariano Ramón Sánchez. Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.

En 1750 Jorge Juan fue enviado a Cartagena para concluir el diseño del arsenal y persuadir a Sebastián Fernigan, ingeniero encargado de las obras, la reparación y el carenado de los buques en seco. El dique diseñado por Jorge Juan fue el primero construido en el Mediterráneo, en una zona donde la ausencia de fuertes mareas dificultaba el vaciado. Jorge Juan resolvió el problema con un sistema de bombas de achique que empleaba la fuerza de esclavos y penados. Sin embargo, la preocupación por las duras condiciones de trabajo hizo que durante los años siguientes se buscara una fuente de energía alternativa. Primero se intentó con el viento aunque no llegó a construirse dicho sistema y al final de su vida ideó una máquina de vapor que supuso el primer paso fundamental para la industrialización de los arsenales españoles.

Sección de la plataforma en que se propone colocar los molinos, pozos y bombas para que con el viento se agoten las aguas de los diques de carena según la idea de Jorge Juan. Sebastián Fernigán. Hacia 1752. Dibujo sobre papel. Ministerio de Cultura y Deporte. Archivo General de Simancas. Bomba de vapor desarrollada para achicar los diques en plano posterior de fecha 17 de agosto de 1813. José Antonio Muñoz. Cartagena. Dibujo sobre papel. Archivo Histórico de la Armada. Fue la primera instalada en España, por lo que podemos considerarla como el inicio de la Revolución Industrial. Plano y proyecto de composición del dique pequeño del Arsenal de Cartagena. Jorge Juan, Eduardo Bryant, Sebastián Ferinán. Arsenal de Cartagena. 23 de mayo de 1758. Archivo Histórico de la Armada.

Lamentablemente de dicho dique no queda hoy, habiendo sido destruido en su totalidad a lo largo del siglo XX y principios del XXI:

Las modificaciones y ampliación de la base de submarinos en el año 2000, llevó a ADEPA  (Asociación de Defensa de Patrimonio) a denunciar  ante la Dirección General de Bellas Artes y la Dirección General de Cultura  la destrucción de los diques. En 2001 ADEPA denuncia el expolio de los diques y posteriormente se reitera al encontrarse las vigas de madera de 50 cm de lado y 14 metros de longitud, troceadas en un anticuario y otros restos arrojados en vertederos.

Indicando que en el curso de las obras se estaban extrayendo del fondo de los diques bolas de cañón, vigas de madera, cañones que formaban parte de un sistema rudimentario para evitar el afloramiento de las aguas subterráneas en el fondo.

Las obras anteriores, llevadas a cabo en los años 2000-2001, devastaron una parte importante de nuestro patrimonio histórico ya que destruyeron completamente los antiguos diques que, pioneros en el Mediterráneo, constituían una de las obras civiles claves del acervo cultural español y cartagenero, al hacer una de las esencias de las relaciones de la ciudad con Jorge Juan.

Según el diario La Verdad de la época (19/12/2000), las obras, que tenían un coste de varios cientos de millones de pesetas, trataban de mejorar el atraque de la flota de submarinos, con la instalación de dos fosas a los lados de un pequeño muelle que dispondría de todos los servicios (electricidad, aire, telefonía, entre otros); también indica que con esta obra se persigue evitar que la flota de submarinos cambie de base y se traslade a Rota, en Cádiz.

A las denuncias de ADEPA contestó la Armada con un informe de la Delegación General de Cultura, asegurando que los diques de Feringán se desmontaron en 1920 y que los fondos quedaron con sus antiguas vigas. Sin embargo, que no consideraban que tuvieran valor de patrimonio. El presidente de ADEPA Juan Manuel Margalef, que fue Director General de Cultura de la Comunidad de Murcia, solicitó a Patrimonio que ordenara al Museo de Arqueología Submarina (sito en Cartagena) que realizara el seguimiento y la documentación de la obra (La Verdad 8/7/2001).

(…)

Durante los años 2000 y 2001 se procedió a la destrucción completa, sin autorización del Ministerio de Cultura, de los diques sin tener en cuenta que eran una de las obras claves de la ingeniería naval de nuestro pasado, con la idea de que esa destrucción facilitaría el atraque de la flota de submarinos, con la instalación de dos fosas a los lados de un pequeño muelle que dispondría de todos los servicios (electricidad, aire, telefonía, entre otros).

Como tantas veces, hemos destruido un patrimonio del que estarían orgullosos otros países como Francia, Holanda o Inglaterra, por solo señalar unos pocos.

Como señalan en el enlace, el material extraído se ha usado como «decoración» en diversos sitios de la ciudad de Cartagena, decoración de pésimo gusto por otra parte.

En 1751, Jorge Juan viajó al arsenal de Ferrol con la orden de supervisar los planos realizados por su comandante general, Cosme Álvarez, con el que acordó una revisión del proyecto con el fin de mejorar el diseño. Durante aquella estancia sufrió un aparatoso accidente mientras realizaba pruebas para determinar la resistencia de las jarcias, al ser golpeado por una sacudida que le hizo caer desde el muelle al mar. En 1753, la muerte de Cosme Álvarez supuso su regreso con el objetivo de introducir algunas reformas en el proyecto original. Su última visita tuvo lugar en el 1761, para supervisar el tramo final de las obras y la puesta en servicio del primer dique. Un año después tuvo que abandonar Ferrol tras sufrir «un cólico vilioso convulsivo de nervios que le puso cerca del extremo de morir».

A la izquierda, plano y elevación del frontispicio de la puerta principal de los almacenes generales de Artillería. Jorge Juan y Francisco Llobet, hacia 1754. Dibujo sobre papel. Archivo Histórico de la Armada. A la derecha, Arsenal del Ferrol: Perfil cortado en el plano por la línea de puntos 3.4. Sala de Armas. Jorge Juan y Francisco Llobet, hacia 1754. Dibujo sobre papel. Archivo Histórico de la Armada. Plano del proyecto del Arsenal del Ferrol: acordado entre su comandante general y Gefe de esquadra D. Cosme Alvares y Dn. Jorge Juan, Capitán de navío de la Real Armada. Cosme Álvarez de los Ríos. Hacia 1762. Manuscrito sobre papel. Archivo Histórico de la Armada. Maqueta del Arsenal de El Ferrol. 1849. Madera y escayola. Plano y proyecto del Arsenal de La Carraca. Jorge Juan y Joseph Barnola. Cádiz, 30 de enero de 1753. Manuscrito sobre papel. Archivo Histórico de la Armada.

Jorge Juan también trabajó en el diseño del arsenal de la Carraca, aunque su papel no fue tan destacado como en los de El Ferrol y Cartagena. En 1752, se le encargó la inspección de las obras de construcción y, antes los problemas detectados, redactó un nuevo proyecto junto al ingeniero militar José Barnola. La propuesta incluía la construcción de diques para carenar, que suponían la gran innovación de la época para ampliar la vida útil de las flotas. No obstante, los problemas de cimentación planteados por el terreno fangoso sobre el que se había propuesto su construcción provocaron la paralización de los trabajos y el abandono del proyecto que no se retomaría hasta años después.

Vista primera de La Carraca. Pedro Grolliez (Dib.) y Joachin Pro (grab.). 1785. Estampa calcográfica. Museo Naval.

Para terminar un modelo de navío desarrollado en Cartagena: el navío Velasco fue construido en el arsenal de Cartagena bajo la dirección del maestro constructor Edward Bryant, que había sido contratado en Inglaterra por Jorge Juan. Fue botado en 1764 y recibió su nombre del marino Luis Vicente Velasco, que había muerto dos años antes durante el ataque inglés a La Habana. El diseño siguió las especificaciones del «sistema Jorge Juan», pero introdujo algunas mejoras. El resultado fue tan satisfactorio que se adoptó el modelo con sus variaciones para la construcción de los navíos de 74 cañones. El «Velasco» participó en distintas misiones en el Mediterráneo y formó parte de la escuadra comandada por José Solano que, en 1781, consiguió la toma de Pensacola durante la guerra de la Independencia de los Estados Unidos.

NOTA.- La maqueta estaba dentro de un cristal de seguridad lo que hizo que fuera difícil que no hubiera reflejos.

NOTA 2.- En el Arsenal La Carraca, que aún está activo, es donde fondea de forma habitual el velero buque escuela de la Armada española, Juan Sebastián Elcano. Os dejo con la última vez que atracó para su varada anual:


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