Hoy os vamos a hablar de uno de los escritores más importantes de Hispanoamérica: el argentino Jorge Luis Borges. Aunque bien mereció el Premio Nobel, no le fue concedido nunca por su postura política de corte conservador. Sí obtuvo, no obstante, el reconocimiento de muchos otros organismos e instituciones, como la Universidad de Harvard o el Premio Internacional de Literatura, que compartió con Samuel Beckett. Hoy os vamos a acercar un poco más a la vida de este gran escritor.
Primeros años
Jorge Luis Borges nació el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires, Argentina. Con tan solo cuatro años ya sabía leer y escribir. Gracias a que sus padres hablaban inglés y español, Borges era bilingüe. La gran biblioteca de su padre fue muy importante a lo largo de toda su vida, como él mismo confesó siempre. Fue su padre quien le legó su amor por la literatura.
Comenzó a tomar sus primeras lecciones con una profesora británica en 1905. Un año después escribió su primer relato, basado en páginas de El Quijote de Cervantes. También escribió un breve ensayo de mitología griega en inglés. Con tan solo 9 años, Borges tradujo El príncipe feliz de Oscar Wilde, que fue publicado en el periódico El País.
A esa misma edad comenzó su educación formal en una escuela pública. Fue una experiencia muy traumática para él. Sus compañeros se burlaban de él por llevar gafas, ser tartamudo y vestir como un niño rico. Al no interesarse por los deportes y centrarse en los estudios, tampoco consiguió encajar bien. Con todo, los cuatro años que pasó en esta escuela no aprendió gran cosa, tan solo algunas estrategias para pasar desapercibido y algunas palabras de lunfardo.
En 1914, su padre se vio obligado a dejar su trabajo por culpa de una ceguera progresiva y hereditaria, que el propio Borges sufriría décadas más tarde. Toda la familia viajó entonces a Europa para que el padre se sometiera a un tratamiento oftalmológico.
Se refugiaron de la Primera Guerra Mundial en Suiza, donde Borges y su hermana asistieron a la escuela. Allí fue mejor aceptado por sus compañeros, que valoraban su inteligencia y conocimientos. Aprendió francés y cursó bachillerato en el Liceo Jean Calvin. Durante esta etapa descubrió a Shopenhauer, Mautner, Carlyle o Nietzche, entre otros. También leyó a los prosistas del naturalismo francés y a los expresionistas y simbolistas, especialmente a . También aprendió alemán con la única ayuda de un diccionario.
Comienzos literarios
Con el fin de la contienda y tras la muerte de su abuela materna, la familia Borges se traslada a España en 1919, pasando primero a Barcelona y, después, a Palma de Mallorca. En Madrid y Sevilla, Jorge Luis Borges participó en el movimiento ultraísta, en encabezaría en su Argentina natal. Por aquellas fechas, conoció a Rafael Cansinos-Assens, a quien consideró su maestro, a Ramón Gómez de la Sernay a Guillermo de Torre, su futuro cuñado.
En 1921, la familia Borges vuelve a Argentina. Allí publicará Jorge Luis su primer libro de poesía en 1923, Fervor de Buenos Aires, que llevaría en la portada un grabado de su hermana.
Colaboró, en los años siguientes, en numerosas publicaciones literarias, como las revista Prisma y Proa, convirtiéndose en el joven jefe de la vanguardia ultraísta argentina. Una de las publicaciones en las que participó en estos años fue Martín Fierro, revista clave para la historia de la literatura argentina la primera mitad del siglo XX. También formó parte del Grupo Florida.
En 1930, Jorge Luis Borges conoce a Adolfo Bioy Casares, cuando este contaba tan solo 17 años. Se harían muy amigos y escribirían juntos numerosas obras.
Durante los años 30 publicó diversas colecciones de relatos, como Historia universal de la infamia. También tradujo algunas de las obras de Virginia Woolf.
Pero a finales de la década de 1930 fallece su padre. Para poder mantener a la familia, un amigo le consigue un trabajo como bibliotecario. Sus incipientes problemas de visión provocaron que tuviera un grave accidente que estuvo a punto de costarle la vida.
En colaboración con Bioy Casares, escribirá algunos textos durante las décadas siguientes, como Seis problemas para don Isidro Parodi o Dos fantasías memorables. Pero no solo colaborará con Bioy Casares, también trabajará junto a la esposa de este, Silvina Ocampo, y con Delia Ingenieros, entre otros.
En 1949 publica El Aleph, uno de sus libros de relatos más famosos y proclamado casi unánimemente por la crítica como su mejor colección de relatos.
Borges y la política argentina
Su postura antiperonista le valió serios problemas en Argentina y se rumorea que pudo ser uno de los motivos por lo que nunca llegaron a concederle el Premio Nobel, a pesar de ser postulado como candidato durante treinta años. Renunció a su puesto de bibliotecario y se vio obligado a superar su tartamudez para poder dar conferencias en Argentina y Uruguay.
Con la caída del régimen peronista, Borges fue nombrado directo de la Biblioteca Nacional en 1955. Paradójicamente, sus problemas de visión se habían agravado hasta tal punto que le prohibieron leer y escribir. Este hecho no le impidió continuar con su labor de escritor (distaba los textos a alguien) ni le impidió seguir aprendiendo (hacía que le leyeran en voz alta).
Madurez y reconocimientos
En 1961 compartió el Premio Internacional de Literatura con Samuel Beckett. Ese mismo año viajó a Estados Unidos con su madre para dictar conferencias y cursos sobre literatura argentina durante seis meses.
En 1967, con 68 años, contrae matrimonio con Elsa Astete Millán. La convivencia con la madre del escritor fue tormentosa, pero, una vez solo, nada mejoró y el matrimonio se divorció en octubre de 1970.
Entre 1967 y 1968 ofreció seis conferencias sobre poseía en la Universidad de Harvard. Volvió a Estados Unidos en 1972, donde recibió numerosas distinciones y dio varias conferencias.
Últimos años
En 1973 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, pidió la jubilación de su puesto como director de la Biblioteca Nacional.
Su madre fallece en 1975, a los noventa y nueve años de edad. Desde entonces, María Kodama le seguirá como secretaria y, posteriormente, como esposa.
Conociéndose enfermo de cáncer y temiendo que su agonía fuera un espectáculo para la nación, decide trasladar su residencia a Ginebra, donde fallecerá el 14 de junio de 1986.