Yo lo definiría como un artista elegante, tanto en la manera de cantar como de tocar la guitarra. Cercano y cálido. En este disco Marazu nos habla de lo que es sentir miedo, de las tardes en que tu fiebre no se va y se dedica a enraizarse como una enredadera. En definitiva de cómo esa persona se ha convertido en un recuerdo crónico que no se quiere marchar. 100% recomendado.
Revista Cultura y Ocio
Las canciones a veces son como relojes porque marcan el paso del tiempo. Quizás con esta máxima Jorge Marazu se atrevió a vencer el miedo y creó su particular colección de relojes. Un disco que desde la primera escucha te sumerge en las canciones, llenándote de una paz que sólo los trabajos hechos con cariño son capaces de transmitir. Porque sonar suena realmente bien, con una mezcolanza de ritmos y sonidos que despiertan emociones que te llevan a cerrar los ojos y escuchar con detenimiento. Etiquetarlos es imposible porque cada tema tiene un mundo propio que merece ser descubierto y explorado.
Yo lo definiría como un artista elegante, tanto en la manera de cantar como de tocar la guitarra. Cercano y cálido. En este disco Marazu nos habla de lo que es sentir miedo, de las tardes en que tu fiebre no se va y se dedica a enraizarse como una enredadera. En definitiva de cómo esa persona se ha convertido en un recuerdo crónico que no se quiere marchar. 100% recomendado.
Yo lo definiría como un artista elegante, tanto en la manera de cantar como de tocar la guitarra. Cercano y cálido. En este disco Marazu nos habla de lo que es sentir miedo, de las tardes en que tu fiebre no se va y se dedica a enraizarse como una enredadera. En definitiva de cómo esa persona se ha convertido en un recuerdo crónico que no se quiere marchar. 100% recomendado.