
Para el recuento de las especies, que principalmente son aves, fue necesario pedir ayuda a un ornitólogo, nuestro amigo Miguel Barberá, observador profesional, que nos identificó las aves que se encontraban en nuestro radio de acción y además nos dió interesantes explicaciones de las aves migratorias que suelen acomodarse en el área del Mijares y en qué época, cómo identificar las especies por sus colores, el dimorfismo existente entre machos y hembras (las hembras suelen tener colores neutros para mimetizarse en el entorno y pasar desapercibidas mientras cuidan de sus crías), curiosidades del apareamiento y un largo etcétera que nos hizo la visita mucho más interesante.
Y para el recuento de los macroinvertebrados, tuvimos que solicitar ayuda a nuestros niños, ellos que se fijan en todos los detalles, identificaron los macroinvertebrados tomando las láminas facilitadas por Limne de referencia.
Para amenizar la jornada, complementamos la labor realizada con un paseo hasta la desembocadura del Río Mijares. Hacía calor y los niños querían llegar a la playa, y así hicimos.
La vuelta se hizo un poco más pesada precisamente por la calor, pero finalmente quedó una jornada perfecta y completísima.