su única cabeza giratoria,
la longitud de su sonrisa, el aire
de estar y de alejarse sabiamente fingido.
bajo la oscura luz de las miradas.
La complacencia del estar henchía
Estaba en pie sumándose a su cuerpo.
Las palabras sonaban conllevando sentidos
superfluos y crasos.Giraba la mujer.
Rebasada su órbita
como un pronunciamientode todo lo que es bello,
vacío,ritual,sonoro,triste.
1961 por José Ángel Valente