José Antonio Martín
Se gana la vida como comentarista deportivo y cantando de cara al sol.
Fue un jugador de medio pelo que jugó en equipos de mierda como El Carabanchel, Alcorcón o el Huesca y actualmente da la brasa con sus batallitas y anécdotas varias durante las retransmisiones deportivas.
Él cree que cuenta historias interesantes y los demás le siguen el rollo. En Punto Pelota apenas aportaba nada y en El Chiringuito tampoco. Se dice que si se juntara con Juan Manuel Lillo para retransmitir un partido habría oleadas de suicidios.
Creó una agencia de representación de futbolistas. Un día, harto de ser calvo se injertó los pelos del escroto en la cabeza.
Luego lo llamaban de todos sitios para contar sus batallitas, las cuales aguantan estoicamente, ya que les puede dar alguna que otra exclusiva.
Las Fábulas del fútbol que contaba en la Cope a eso de la 1 de la madrugada eran morfina en vena.
Es colchonero y antimadridista. Le gusta el yogurt griego Oikos y de amaño de partidos y subvenciones ilegales no sabe nada.