Revista Música
José Lázaro Villena: Sólo tenemos tiempo, usémoslo con responsabilidad
Publicado el 16 noviembre 2018 por Agustin @TecleaTeCrea
Hoy entrevistamos al gran compositor y guitarrista José Lázaro Villena:
¿Qué opinas de la situación actual de los músicos? Te diría que lo mismo de la situación de los abogados, de los ingenieros, de los arquitectos, etc. Hoy, en este tiempo, las personas, y es lícito, buscan la rentabilidad económica del esfuerzo empleado en la consecución de una carrera.
El problema, o uno de ellos, es que el lenguaje musical, basado en su principio en el lenguaje hablado y escrito, pronto se separa de ellos, dada su específica particularidad; visto así, no se pueden utilizar estos conocimientos para otra actividad que no sea la música. Pasa lo mismo con la pintura.
Mientras las personas con poder social no comprendan el bie que la práctica musical activa y con conocimiento consciente del lenguaje proporciona a los niños y adolescentes, y no lo comprenden porque en su mayoría lo ignoran, los músicos, como le dije a un compañero hace ya muchos años, están condenados a salvarse uno a uno.
Y al hablarte así, dejo fuera a los conservatorios, tanto Profesionales como Superiores, amén de las iniciativas de algunos ayuntamientos. Lo dije hace ya muchos años: en cada barrio un pequeño teatro y en él una pequeña orquesta y coro alimentados por jóvenes músicos salidos de los colegios e institutos. De la universidad no hablaba. O sea, respondiendo a tu pregunta y perdona si me he extendido. No me parece una situación óptima.
Vivir en España, de y para la música, resulta casi un hecho insólito. Muchos lo consiguen, cierto; pero, en proporción, un tanto por cien mínimo. Al menos, así lo percibo. No obstante, dicho lo dicho, desde mis principios a este tiempo, la situación ha mejorado bastante, según creo. Y perdona que vuelva a apartarme de tu pregunta. El noventa por cien, y soy generoso, de las personas vinculadas a la universidad, alumnado y profesores, desconocen el lenguaje musical y como consecuencia son ignorantes de todo lo que se mueve a su alrededor.
La pregunta es: ¿Dónde se ubica la responsabilidad de esta nefasta situación…? Termino diciendo: es imposible poder valorar aquello que se desconoce (no son palabras mías). Y vuelvo a pedirte disculpas pero es que…
¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música? No sabría decirte. Empecé muy niño; apenas tenía diez años cumplidos y en aquella época, como ahora, en la infancia, todo es un juego. Había una guitarra en casa y mi padre me propuso estudiar música con ella y a mí me pareció estupendo. Pagó las clases de un profesor particular y así empecé.
¿En qué momento decidiste que querías ser músico? Mi único propósito, llegado el momento en el que me matriculé en el Conservatorio de Valencia para seguir la sistematización de unos estudios reglados, era aprender, bien, una nueva cosa. Me distraía estudiar todo lo relacionado con la música y, especialmente, la guitarra.
Pasado el tiempo, me gradué y un día salieron oposiciones; me presenté y gané una plaza en Murcia. Esa debió ser la circunstancia que me llevó a dedicarme, de lleno, a la música. A veces uno acierta y otras se equivoca. Hoy (según las estadísticas no debo estar muchos años más por aquí, entre vosotros), todavía no sé si acerté o me equivoqué.
¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tus comienzos? En mis comienzos nadie. Yo seguía las indicaciones y el ejemplo de mis profesores. Afortunadamente, fueron estupendos. Ellos me enseñaron, entre lo demás, algo tan simple como esto: haz, todo lo que decidas hacer, lo mejor que puedas. Así, a la música, le presté toda mi atención procurando aprender a hacerla y, también de ella.
¿Cuáles son tus músicos favoritos? La verdad es que no tengo una respuesta bien definida. Pero aunque parezca como si deseara obviar la pregunta, te diré esto: los que han sabido y saben cómo componer, por y para qué, la música.
¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad? Los que llevamos mucho tiempo siendo, como digo a los amigos, aprendiz de compositor de música, nos resulta complicado establecer prioridades. En mi caso, cuando oigo una obra por primera vez, no puedo evitar analizarla al tiempo que la oigo. A eso se le llama deformación profesional.
Pero como creo adivinar por dónde va la pregunta, te diré que el sonido, por él mismo, si no se utiliza siguiendo una estructura, y además ésta se desarrolla con inteligencia, me dice muy poco o nada.
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar tu instrumento? No tener prisa; los resultados óptimos, con paciencia, llegan en su momento; asentar bien la técnica aprendida a través de los muchos años, siglos, por la reflexión y la experiencia de tantos y tantos músicos presentes ya en la historia y también vivos en la actualidad; comprender el por qué el lenguaje musical podemos equipararlo al hablado y buscar, como prioridad, hacerlo todo lo bien que vuestras condiciones os permitan.
Y un último consejo, como reflexión: sólo tenéis, de verdad, tiempo; lo que hagáis con él, es vuestra responsabilidad. Así que… aprovechadlo adecuadamente, según vuestras preferencias.
¿Dónde pueden hallar nuestros lectores más información en la red sobre ti? En mi página: www.joselazarovillena.com. No me he ocupado en tratar de llegar más allá de mis amistades. Lo de la página fue una estupenda sugerencia de un amigo y en ella coloco todo lo que voy publicando.
¿Qué opinas de la situación actual de los músicos? Te diría que lo mismo de la situación de los abogados, de los ingenieros, de los arquitectos, etc. Hoy, en este tiempo, las personas, y es lícito, buscan la rentabilidad económica del esfuerzo empleado en la consecución de una carrera.
El problema, o uno de ellos, es que el lenguaje musical, basado en su principio en el lenguaje hablado y escrito, pronto se separa de ellos, dada su específica particularidad; visto así, no se pueden utilizar estos conocimientos para otra actividad que no sea la música. Pasa lo mismo con la pintura.
Mientras las personas con poder social no comprendan el bie que la práctica musical activa y con conocimiento consciente del lenguaje proporciona a los niños y adolescentes, y no lo comprenden porque en su mayoría lo ignoran, los músicos, como le dije a un compañero hace ya muchos años, están condenados a salvarse uno a uno.
Y al hablarte así, dejo fuera a los conservatorios, tanto Profesionales como Superiores, amén de las iniciativas de algunos ayuntamientos. Lo dije hace ya muchos años: en cada barrio un pequeño teatro y en él una pequeña orquesta y coro alimentados por jóvenes músicos salidos de los colegios e institutos. De la universidad no hablaba. O sea, respondiendo a tu pregunta y perdona si me he extendido. No me parece una situación óptima.
Vivir en España, de y para la música, resulta casi un hecho insólito. Muchos lo consiguen, cierto; pero, en proporción, un tanto por cien mínimo. Al menos, así lo percibo. No obstante, dicho lo dicho, desde mis principios a este tiempo, la situación ha mejorado bastante, según creo. Y perdona que vuelva a apartarme de tu pregunta. El noventa por cien, y soy generoso, de las personas vinculadas a la universidad, alumnado y profesores, desconocen el lenguaje musical y como consecuencia son ignorantes de todo lo que se mueve a su alrededor.
La pregunta es: ¿Dónde se ubica la responsabilidad de esta nefasta situación…? Termino diciendo: es imposible poder valorar aquello que se desconoce (no son palabras mías). Y vuelvo a pedirte disculpas pero es que…
¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música? No sabría decirte. Empecé muy niño; apenas tenía diez años cumplidos y en aquella época, como ahora, en la infancia, todo es un juego. Había una guitarra en casa y mi padre me propuso estudiar música con ella y a mí me pareció estupendo. Pagó las clases de un profesor particular y así empecé.
¿En qué momento decidiste que querías ser músico? Mi único propósito, llegado el momento en el que me matriculé en el Conservatorio de Valencia para seguir la sistematización de unos estudios reglados, era aprender, bien, una nueva cosa. Me distraía estudiar todo lo relacionado con la música y, especialmente, la guitarra.
Pasado el tiempo, me gradué y un día salieron oposiciones; me presenté y gané una plaza en Murcia. Esa debió ser la circunstancia que me llevó a dedicarme, de lleno, a la música. A veces uno acierta y otras se equivoca. Hoy (según las estadísticas no debo estar muchos años más por aquí, entre vosotros), todavía no sé si acerté o me equivoqué.
¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tus comienzos? En mis comienzos nadie. Yo seguía las indicaciones y el ejemplo de mis profesores. Afortunadamente, fueron estupendos. Ellos me enseñaron, entre lo demás, algo tan simple como esto: haz, todo lo que decidas hacer, lo mejor que puedas. Así, a la música, le presté toda mi atención procurando aprender a hacerla y, también de ella.
¿Cuáles son tus músicos favoritos? La verdad es que no tengo una respuesta bien definida. Pero aunque parezca como si deseara obviar la pregunta, te diré esto: los que han sabido y saben cómo componer, por y para qué, la música.
¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad? Los que llevamos mucho tiempo siendo, como digo a los amigos, aprendiz de compositor de música, nos resulta complicado establecer prioridades. En mi caso, cuando oigo una obra por primera vez, no puedo evitar analizarla al tiempo que la oigo. A eso se le llama deformación profesional.
Pero como creo adivinar por dónde va la pregunta, te diré que el sonido, por él mismo, si no se utiliza siguiendo una estructura, y además ésta se desarrolla con inteligencia, me dice muy poco o nada.
¿Qué consejo o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar tu instrumento? No tener prisa; los resultados óptimos, con paciencia, llegan en su momento; asentar bien la técnica aprendida a través de los muchos años, siglos, por la reflexión y la experiencia de tantos y tantos músicos presentes ya en la historia y también vivos en la actualidad; comprender el por qué el lenguaje musical podemos equipararlo al hablado y buscar, como prioridad, hacerlo todo lo bien que vuestras condiciones os permitan.
Y un último consejo, como reflexión: sólo tenéis, de verdad, tiempo; lo que hagáis con él, es vuestra responsabilidad. Así que… aprovechadlo adecuadamente, según vuestras preferencias.
¿Dónde pueden hallar nuestros lectores más información en la red sobre ti? En mi página: www.joselazarovillena.com. No me he ocupado en tratar de llegar más allá de mis amistades. Lo de la página fue una estupenda sugerencia de un amigo y en ella coloco todo lo que voy publicando.
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