Carta a Jose Luís Rodríguez Zapatero
Presidente Zapatero, espero y deseo que al recibo de ésta te encuentres como te mereces.
Te escribo esta carta como trabajador que he sido, durante más de cuarenta años de la empresa privada. Perdona mi atrevimiento pero ante tu desparpajo no he podido aguantar más y aquí me tienes, enviándote una misiva, que, desde luego, no es tan cachonda como tu intervención, pero sí que pretende ser más seria.
Acabo de leer, sin sorpresa –francamente, tú ya sorprende a pocos— pero con indignación, que has declarado que: “la reforma laboral se ha hecho para evitar despidos”. Oye, no me tomes el pelo que ando escaso. Yo no soy de los que te cree tonto. Tampoco soy de los que dicen que no sabes lo que hace. Pero si no creo eso, debo pensar que estás tratando de vacilarnos.
A ver si me lo explicas. Si con 45 días por año han despedido a cientos de miles de trabajadores, ¿qué piensas que pasará con 20 días, de los que 8 los pagará la Administración? Sí, ya sé que tiene que ser bajo unas determinadas condiciones: Que la empresa tenga pérdidas, o espera tenerlas, o que tenga una caída persistente de ingresos. Decir, como encima hacéis, que esto responde a causas objetivas es mucho decir. Es rizar el rizo. Es falso. ¿Desde cuando es objetivo “una caída persistente” o que “espere tener pérdidas? Son valoraciones. Es más en este país del chalaneo, donde muchas empresas tienen doble contabilidad, donde un 20% de la actividad se basa en la economía sumergida, donde el dinero empresarial se manda a paraísos fiscales, o donde se crean sociedades SICAV para no pagar impuestos, ¿me vas a decir que un empresario no puede aparentar, cuando le apetezca, una situación de pérdidas o de menores ingresos?
Y aún suponiendo que así fuera, ¿por qué tiene que pagar un trabajador que ha cumplido, la mala gestión de un mal empresario? Un ejemplo claro lo tenemos en el presidente de la CEOE, ese individuo que ha quebrado todas sus empresas, habiendo dejado en la calle a centenares de trabajadores y, sin embargo, no le pasa nada. Es más, ahora resulta que cuando vende Marsans para desmantelarla, desaparece como dueño pero se pone en nómina, cobrando 170.000 euros, por todo el morro. ¿Quieres decirme que si este tipo es el jefe de los empresarios y le mantienen en el cargo, los empresarios van a actuar honradamente?
No, no quieras hacerme comulgar ruedas de molino. Tú te has entregado a “los mercados” y les has dado lo que te han exigido: carnaza trabajadora. Mientras todavía somos muchos los que nos preguntamos por qué los que han sufrido la crisis, y no la han causado, han de pagarla.
Esta reforma está hecha para tus amigos empresarios y provocará más flexibilidad y mayores despidos, porque tú y tu grupo, ese que se hace llamar socialista, los han abaratado. Esta reforma quitará seguridad a los trabajadores y empeorará sus condiciones contractuales.
Desde que empezaste esta legislatura sólo has servido a un amo, pero por favor, al menos no nos vaciles, que aunque a veces lo pareces, no eres un cómico y no haces gracia. Simplemente has demostrado ser un vasallo fiel de “los mercados”. Aunque para ello hayas tenido que pisotear a los trabajadores.
Nos veremos el 29 de septiembre, cachondo.
Salud y República