José Mota, el cómico castellano-manchego, pasó por 'Menuda Noche', donde charló con Juan y Medio de los límites del humor. José Mota dijo muy serio: “Yo soy amigo de no poner letreros de prohibido. Los que cada uno estime oportunos por sí mismos. Cada uno es libre de tener sus propios principios y decir hasta donde quiere o le apetece llegar. Pero a mí no me gustan los letreros de prohibido en el humor”.
Mota reconoce que el humor está en un momento complicado, no sólo en España. “En el mundo entero estamos atravesando un momento en el que el humor cada vez transita por pasillos más estrechos y creo que eso no es saludable”. El cómico relaciona directamente la salud de un país con su capacidad de parodia de sí mismo. “La salud de un país es directamente proporcional a su sentido del humor. Al final, te das cuenta de que casi nada es para tanto y lo bueno que tiene humor es que quita hierro a las cosas. Por eso es tan sano reírte de ti mismo y luego de lo demás”.
José Mota concluía su reflexión, señalando dónde están los límites del humor, pero matizando lo complicado que es delimitarlo. “Los límites del humor acaban donde empieza el respeto de los demás, pero es una línea tan ambigua y difusa que es complicado averiguarlo”. Para él “el humor tiene que tener un punto irreverente”. También para mí.