Hace unas semanas TVE hizo una interesante entrevista al actual presidente de Uruguay, José Mujica, que vale la pena pararse a escuchar. Aquí destacamos algunas frases que dejó en esa entrevista, pinceladas que nos ayudan a comprender la mentalidad y forma de ser de este peculiar político. Como de costumbre, este veterano y combativo personaje no defrauda. Esta semana Uruguay ha sido noticia por ser el primer país sudamericano en legalizar el consumo de marihuana.
Quién no le conozca probablemente se sorprenda de la existencia de un político así, y el que haya oído sobre él, aquí puede disfrutar de algunas de las perlas que dejó en su última entrevista en España.
Pero primero, un breve resumen de su biografía. Un personaje polifacético con una extensa y variada trayectoria.
Hijo de vasco (vendedor de libros que terminó arruinado) e italiana (de origen humilde), nacido en 1935 en la ciudad de Montevideo, fue educado en un ambiente familiar favorable al Partido Nacional (partido de los llamados tradicionales -los fundados en Uruguay en el siglo XIX- que alberga varias ideologías desde el centro a la derecha).
En su juventud, practicó ciclismo en varias categorías, y estudió Derecho sin llegar a acabar sus estudios.
Su aprendizaje político comenzó en el Partido Nacional y a finales de la década de los 50 colabora con el Ministerio de Trabajo por su afinidad con el ministro Enrique Erro pero sin pertenecer a la institución. Erro posteriormente abandona el partido para fundar la Unión Popular junto con el Partido socialista. Pero el descalabro en las elecciones de 1962 provoca un giro de 180 grados en la concepción política de José Mujica, y a partir de aquí su militancia política se radicaliza.
En la década de los 60, se integra en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN), participando en varios operativos guerrilleros. A final de la década, perseguido por estas actividades, tiene que abandonar la chacra donde vivía desde pequeño y refugiarse en la clandestinidad.
En toda su experiencia como guerrillero, sobre todo contra el régimen de Jorge Pacheco Areco, José Mujica fue herido en alguna ocasión, encarcelado cuatro veces, de las cuales se fugó dos, y acabó siendo uno de los líderes tupamaros que el gobierno cívico-militar usó para mantener a raya al movimiento y no retomara las acciones armadas. De los 15 años que pasó en la cárcel en total, esta última detención de 13 años fue de lejos la más dura por su aislamiento y estrictas condiciones.
Los zapatos que llamaron la atención en la reunión de dirigentes sudamericanos
Fue liberado en la amnistía de 1985 al acabar la dictadura. Con la llegada de la democracia a Uruguay, empezó a encaminarse hacia la política formal y fundó junto a excompañeros del MLN, el Movimiento de Participación Popular (MPP) dentro del Frente Amplio (FA). En esta formación desempeñó los cargos de diputado, senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca hasta 2008.
A lo largo de su carrera política su popularidad fue incrementando en buena parte por su lenguaje más cercano al del pueblo que al del político convencional, y por la sensatez y sentido crítico de su discurso. Esto le lleva a ser elegido por el FA para presentarse como candidato a la presidencia de Uruguay.
Las elecciones de 2009 las gana con un 49% de votos y, con la mayoría parlamentaria, se erige en el segundo presidente de izquierdas de la historia de Uruguay. Como anécdota, Mujica acabó aceptando la sugerencia de sus asesores de cambiar su forma de vestir y tuvo que comprar varios trajes durante la campaña y para su nuevo trabajo como presidente.
Nombramiento como presidente de la República Oriental del Uruguay
José Mujica, al que muchos consideran el presidente “más pobre” del mundo, es famoso fuera de Uruguay por donar el 90% de su sueldo y por continuar con el modo de vida humilde que siempre le ha caracterizado. Actualmente sigue viviendo en su chacra a las afueras de Montevideo con una austeridad que nos puede resultar difícil creer en un político, y más en un presidente de gobierno (rechazó la Residencia Presidencial de Suárez y Reyes). En una reunión con varios líderes de Latinoamérica, llamó la atención por vestir unos viejos zapatos. Interrogado sobre ello, comentó: “Son viejos, están gastados, pero son míos… Por otra parte, mi pueblo tiene la posibilidad de usar mejores zapatos que los que usa su Presidente…”
Aunque su andadura como máximo mandatario en Uruguay no está exenta de alguna crítica, su ejemplo libertario y alejado de la ética del lujo, junto a sus políticas de redistribución de las rentas para tratar de paliar la pobreza que todavía alberga el país, se están convirtiendo en sus principales bazas de gobierno.
Algunas afirmaciones memorables del carismático Pepe Mújica son las siguientes:
Sobre Uruguay:
“Mi país es pequeño y está en una esquina importante. Si es por el mercado van a otros que son más grandes. Entonces nosotros tenemos que jugar la carta de la seriedad y la seguridad.”
“La crisis de Europa nos afecta porque cayó su poder de compra.”
Sobre Europa:
“Europa tiene una crisis económica que también es política. Los sucesos están gobernando a los hombres y no son los hombres los que gobiernan los sucesos.”
“La política es la lucha para que la mayoría viva mejor, que no es sólo tener más, sino también ser más feliz.”
Sobre su sobriedad:
“No quiero hablar de la palabra austeridad porque está prostituida en Europa”.
“Abogo por una manera personal de vivir con sobriedad. Porque para vivir hay que tener libertad, y para tener libertad hay que tener tiempo. Si me preocupo mucho de los cacharros, de la casa grande, del servicio, de patatín y patatán, no tengo tiempo, me tengo que ocupar de eso. Y si tengo mucha plata me tendré que preocupar de que no me roben. Y si despilfarro y gasto mucho es porque estoy viviendo a costilla del trabajo de otro. Prefiero tener el mayor margen de tiempo disponible para hacer lo que a mí me gusta, y eso es la libertad. Soy libre cuando hago con mi tiempo lo que a mí me gusta, me motiva. Entonces, soy sobrio, para tener tiempo. Cuando tú compras con plata, no estás comprando con plata, estas comprando con el tiempo de tu vida que tú gastaste para ganar esa plata. Y lo único que no se compra en la tierra es la vida. Entonces, hay que ser avaro en la forma de gastarla.”
Sobre los gobernantes:
“Las repúblicas vinieron para afirmar que básicamente somos iguales.”
“Por mucha ínfula que se tenga, y marquesina, en el cajón marchamos todos. Y no te vas a llevar la plata que acumulaste de cualquier manera. Me parece que esa es una manera tonta de vivir.”
Sobre el 15M y los movimientos de protesta:
“He visto en mi vida eclosiones que después se disuelven como una nube. […] Hay que construir herramientas colectivas que nos sucedan. Los mejores dirigentes no son los que hacen más; son los que, cuando abandonan la escena, queda gente que lo supera con ventaja. A la larga la lucha tiene que ser colectiva, porque lleva mucho tiempo una política de cambio. […] Una política de cambio no se crea por los gritos que pegué un día en una plaza. Hay que construir sistemáticamente con paciencia y esfuerzos colectivos.”
“Europa ha funcionado como una especie de centro de la civilización […] No dejará de ser un centro importante, pero el mundo es múltiple y se está globalizando. Es muy difícil porque somos esclavos de nuestro estado nacional, de nuestras visiones, y nos cuesta enormemente ser liberales, entre comillas, en el sentido civilizatorio, que es aceptar la existencia de otras claves civilizatorias distintas a la nuestra.”
Sobre el aborto:
“Pero ¿quién va a estar a favor del aborto como principio? […] pero hay un cuadro de mujeres que se ven en la amargura de tener que tomar esa decisión contra viento y marea […] y toman decisiones más allá de las discusiones que puedan tener los políticos o los filósofos. Yo creo que reconocer la existencia de ese hecho, ponerlo arriba de la mesa legalizándolo, nos da la oportunidad de poder obrar persuasivamente sobre la decisión de esas mujeres, y si hay una cuestión económica, una cuestión de soledad, una cuestión de angustia, los hechos nos demuestran que muchas mujeres retroceden y se pueden salvar más vidas. Lo otro es dejarlas aisladas en el medio de su drama, me parece que es hipócrita.”
Sobre las legalizaciones emprendidas en Uruguay:
“Pertenezco a un país que ya por 1910 discutió el alcohol, y tomo esta decisión. No se puede evitar que la gente chupe y se emborrache. Entonces el estado nacionalizó la producción de alcohol, se sabía que se hacía un alcohol de boca bueno […] y de ahí sacaba recursos para atender la salud pública. […] Fue el mismo estado que reconoció la prostitución, porque hay países que no quieren reconocer. Mi país la organizó […] tiene esa tradición cultural, mientras en EEUU se montaron la ley seca, mira cómo les fue.”
Sobre el consumo de marihuana:
“El problema no es la marihuana, que es una plaga como toda adicción. El problema que hay detrás es el narcotráfico. Defendemos que se haga cargo el estado […] El problema es robarle el mercado al narcotráfico como mejor manera de combatirlo, la otra opción es lo que pasa, le encontramos un cargamento, este otro cargamento, les ganamos un montón de batallas y al final, nos ganan la guerra. Yo no sé si lo que nosotros planteamos puede contribuir a solucionar el problema. Lo que tengo claro es que 100 años persiguiendo la drogadicción no dan resultado.”
Sobre los procesos de paz de Colombia y ETA:
“La humanidad tienen los medios para que podamos solventar nuestros conflictos en paz. Nadie te puede devolver lo que perdiste en un calabozo. En la vida hay que aprender a cargar con una mochila de dolor, pero no vivir mirando la mochila, hay que mirar hacia delante. Los únicos derrotados en el mundo son los que dejan de luchar, de soñar y de querer.”
Sobre su candidatura al Premio Nobel de la Paz:
“¡Están locos! Si me dieran un premio de esos sería un honor para el Uruguay, para los humildes del Uruguay, y para poder arrimar unos pesos más para hacer casitas. El premio está en las calles de mi país.”
Sobre su figura:
“Ahora estoy en esta changuita de presidente que ni pensé nunca que…pero el juego de la vida se dio así. Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo. Fui derrotado, aplastado, pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente pueda vivir un poquito mejor, y con un sentido mayor de igualdad. Y creo que el hombre tiene recursos para crear un mundo mejor, pero tiene que ser un mundo rico en factores materiales, pero mucho más rico en cultura y en conocimiento.”
Antes de terminar con este artículo, te invito que veas el siguiente documental sobre la vida del actual mandatario uruguayo, al que popularmente se conoce como “el presidente pobre”, por su desapego a las excesivas prerrogativas y lujo innecesario que conlleva tal nombramiento, así como por la sencillez y naturalidad con la que habitualmente se presenta en actos públicos.
José Mujica comenzó su actividad política formando parte del movimiento revolucionario de los tupamaros, siendo detenido y torturado en varias ocasiones por la dictadura militar en su país.
Adelante con el video y espero que resulte de tu interés.
C. Marco
publicado el 02 octubre a las 01:12
Dios lo bendiga siempre. Este señor es un ejemplo
publicado el 06 agosto a las 06:20
Como la Vida Misma: José Mujica. Lecciones de un presidente inusual.
Todo un ejemplo de Liderazgo!!!