Este físico español está seleccionado entre algunos pocos cientos de personas, para formar parte de un reducido grupo de veinticuatro que conformarán la futura colonia humana en el planeta rojo. La noticia no tendría más relevancia si no se tratase de un viaje solo de ida. No hay vuelta atrás. No existen a día de hoy los medios para hacer regresar a estos astronautas a la Tierra de la que saldrán en su día, si bien siguen dispuestos e ilusionados con el viaje sin vuelta. El universo es muy grande, ni siquiera sabemos si infinito, pero poco a poco nos vamos dando cuenta de lo irrelevantes que somos en el seno de nuestra propia galaxia que, a su vez, no es más que otra pequeña parte de cuanto nos rodea. Asomar la cabeza un poco más allá de nuestro planeta local puede parecer de locos, pero merece la pena. lo efímero de nuestra vida, por larga que resulte, se compensa con el recuerdo duradero de quienes en tiempos remotos, decidieron arriesgarse a vivir en otro planeta cuando los viajes interestelares estaban en ciernes. Que así sea.