Revista Cultura y Ocio
OSCURA PAZ
Defiendan ustedes esa comodidad sembrada de armas
pesadas, billetes de banco e inmaculadas palomas.
Defiendas ustedes su oscura libertad de hacer trabajar
a los demás, ver deporte e invocar a Dios.
Defiendan ustedes la oscura casa de su padre,
para que no se pierdan ni una telenovela.
Defiendan ustedes su negro dormir para que sus dulces
sueños engendren dulces sueños.
Defiendan ustedes la placidez de sus corazones
aromatizados hasta el hastío y su fin de semana.
Defiendan ustedes su oscurísima paz
y ese reloj de ustedes de única aguja:
somos hijos de alguna oscura loba,
ya es hora de que nos señalen con su dedo índice
para que sus policías disparen contra nosotros.
¡SABÉIS QUÉ ES LA JUSTICIA?
He sido testigo directo de la representación,
en vuestro propio escenario,
he visto la sólida arquitectura y la elegante
escenografía de vuestros palacios de justicia,
he respirado hasta la asfixia ese ambiente
neoclásico,
he observado las negras togas y las puñetas
de plata
con las que os disfrazáis los actores de la ley,
me ha conmovido
la onerosa pesadez de vuestros pisapapeles
de plomo,
he investigado con las herramientas de
la gramática funcional
el lenguaje arcaizante y preceptivo
de vuestro ceremonial,
he respirado ese polvo aún más fino
que la harina
que en vastas estancias se os posa
sobre las cejas,
me he reído de vuestra pretensión de juzgar
con lógica aristotélica
las consecuencias del odio, he sufrido
en angostas celdas
vuestros rituales de demora, he calculado
mil veces
la proliferación infinita de vuestros fallos
en la desolación de vuestros archivos,
de manera que, tomando en consideración vuestra
sagrada obligación de juzgarme...
haré todo lo que pueda para que no me atrapéis
de nuevo.
Joseba Sarrionandia. ¿La poesía ha muerto? Pamiela Ediciones, 2016.