Revista Libros

Joseph Roth y Stefan Zweig. Ser amigo mío es funesto. Correspondencia (1927-1938)

Publicado el 11 marzo 2015 por Icíar

Escritores: Joseph Roth

" El letargo del mundo es mayor que en 1914. El hombre ya ni se conmueve si se vulnera y asesina lo humano. Fue así en 1914 y lo fue de tal modo que se han hecho esfuerzos por todas partes para explicar la bestialidad simplemente con explicaciones bestiales que son aún más atroces que las bestialidades"

(Joseph Roth, marzo de 1933)

He empezado con un párrafo de Joseph Roth, tan descriptivo y a la vez tan ingenioso que es capaz de sonsacarte una particular sonrisa.

Se trata de un párrafo de entre los miles de párrafos de interés que podría haber seleccionado de las cartas que se conservan de la correspondencia que existió en los años 1927 a 1938, entre Joseph Roth y Stefan Zweig, y que han quedado recopiladas en el libro que hoy traigo.

Roth y Zweig, fueron por encima de todo dos grandes escritores, diría que imprescindibles para situarnos en el siglo XX. Ambos austríacos y también judíos, en un período de la historia en que Austria dejó de ser el imperio austro-húngaro y una negra sombra amenazaba como nunca al judío, asimilado o no.

Ambos fueron denostados por las derechas y por las izquierdas de su tiempo.

Joseph Roth se nos presente como un personaje brillante, algo inestable, en guardia ante la posibilidad de convertirse en un animal doméstico, terriblemente lúcido en sus observaciones y reflexiones, pero también fue un individuo original e incluso gracioso, o como diría de él Stefan Zweig: " un loco encantador" y siempre acompañando como si fuese el estribillo de una canción, sus quejas sobre la falta de dinero y sus muchas deudas, y es que el su gusto por el alcohol y mantener la buena conciencia del animal que no quiere ser domesticado ¡vale un dinero!

Stephan Zweig, de espíritu viajero, más ordenado que Roth, con una vida puede que más plana, más maduro, e incluso sabio, generoso en sus observaciones sobre las personas, y con un romanticismo e idealismo que probablemente le hiciera más complicado. En esas diferencias en la forma de observar, esperar e influir en el mundo, en una época en que se hacía difícil mantenerse al margen y no opinar, resultarán importantes divergencias políticas. Ambos se implicarán, aunque de forma distinta y a veces incompresible para el otro.

Roth le diría en una ocasión a Zweig: " en el fondo no le gustan las personas como yo, y con razón, porque le sientan mal"

Van a salir temas interesantísimos, no sólo se hablaran de sus propios libros, que al lector de estas cartas le entrará la gula por hacerse con todos, ¡aviso!, sino también se comenta cómo los escribieron, y lo que pensaron sobre ellos; aparecen conversaciones sobre otros escritores contemporáneos y las obras de estos; y fuera de la literatura, se nos muestran sus diferentes posturas y análisis que mantienen sobre su época. Ambos, ya en 1930 coincidían en que Europa se estaba suicidando. Hablarán del nazismo, el fascismo, el comunismo, la Europa occidental, el judaísmo, el sionismo, la monarquía, el protestantismo, el catolicismo ....

El libro es una joya para conservar en la biblioteca de cada uno, ya que cuenta además con un utilísimo índice de voces, que nos facilita las búsquedas que seguro tendremos en el futuro sobre lo que pensaron de sus novelas, de las novelas de otros, así como de escritores y editores relevantes de su tiempo.

Y ya que ambos fueron judíos, qué mejor que despedirse con un dicho judío: " Si un imbécil tira una piedra al jardín, mil sabios no la pueden desviar".

  1. Joseph Roth nace en 1894. Muere en 1939 con 44 años, probablemente víctima del alcoholismo.

  2. Stephan Zweig, era casi 13 años mayor que Roth. Nace en 1881, y se suicida en 1942. Tenía 60 años.

  3. Ambos fueron austríacos y judíos. (Aunque Roth naciera en Brody, -actual Ucrania-, cuando pertenecía al imperio austro-húngaro; y Zweig en la misma Viena).

  4. Leer urgente y sin frenar la impulsividad: "La marcha Radetzsky"; "El anticristo"; y sobre todo .... ¡"Los judíos errantes"!. De Zweig sobre todo sus novelas históricas, y en particular "El candelabro enterrado" que trata de la supervivencia del judaísmo, escrito en 1937.

  5. Ambos escritores no eran antisemitas, lógicamente. Pero lo que sí parece que fueron es antisionistas. Para ellos, - sobre todo para Roth-, el sionista y el nacionalsocialista eran primos hermanos, ambos compartían la intolerancia y el nacionalismo. Leer esto me ha recordado a Hannah Arendt, y su libro Eichmann en Jerusalén donde comentaba que sionistas y nazis en realidad se respetaban, aunque finalmente el antisemitismo pudo con cualquier matiz que pudiera haber sobre los judíos.

  6. También los comentarios de Roth recuerdan a la crítica de Hannah Arendt que hace en el ensayo anterior. Roth despreciaba a ciertos editores judíos austriacos que cumplían a rajatabla la discriminación dictada por el III Reich entre escritores. Para Roth estos judíos estaban corrompiendo a los pocos editores arios que de momento no estaban siguiendo tal distinción entre tipos de escritores.
    La forma de luchar de Zweig era menos visceral, si acaso, pero también valiosa. Para Roth las denuncias de Zweig y otros sobre la situación política llegaban tarde. Zweig, desde Londres, sin embargo, como podía contribuia a que judíos de Alemania y Rusia pudieran huir.

  7. Roth en este caos, parece que se reafirma más con cierta nostalgia en el orden anterior a la IGM. Se hace aún más monárquico y deseaba la vuelta de la monarquía de los Austrias. Era antiprotestante y procatólico, anticomunista y ya reconocía una capitalismo corrompido.

  8. Algo gracioso e inteligente de Roth: "La no violencia de Gandhi me parece tan cargante como odiosa la violencia de Hitler. Ambas son inhumanas".


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