Escribía acertadamente Orlando Moratinos, un artículo sobre la “Masonería en Jovellanos” en el cual decía “que durante el siglo XVIII y XIX, los términos masón y liberal , se confunden y se entremezclan, dándose las situaciones de tal calibre como que se confundan las Sociedades Patrióticas con las logias masónicas”.Eso es evidente que ha sido así, aunque recientes investigaciones sobre dichos siglos también están aportando nuevas dataciones como las posibles membresías masónicas sobre Porlier o Carlos Espinosa de los Monteros u otros ilustres asturianos, que no es el caso de Jovellanos, más jansenista que masón. Aunque en todo caso el perfil de muchos de los estudiosos tampoco va dejar mucho margen para que se pueda contemplar dicha membresía ni como hipótesis. Aunque no por ello se puede negar que ha habido una fuerte atracción por parte de los masones hacia la figura de Jovino, (D. Melchor Gaspar de Jovellanos,). Tal vez esa atracción provenga del su perfil de ilustrado, y de hombre preocupado por la realidad circundante, que conllevó por ejemplo a que una logia de Luarca ,del siglo XIX, escogiera como título distintivo del taller, el nombre de Jovellanos.
Fue este taller fundado allá sobre 1891 en Luarca y enel cual trabajó masónicamente César Álvarez Cascos, pariente de nuestro Presidente Regional Sr. Francisco Álvarez Cascos y también. pariente de otro ex- Alcalde luarqués el Sr. Landeira. Pero la adopción del mito y de la figura como trascendencia, podemos decir va a ser adoptada por diversos masones asturianos que trabajaran en los talleres asturianos de dicho siglo, los cuales adoptan como nombre simbólico el patronímico del gran patricio gijonés “Jovellanos”. Es una costumbre en todo iniciado como masón al menos en la cultura masónica española tomar un nombre nuevo de acuerdo con su nueva condición, un “alias” que suele en la mayoría de los casos tener esa resonancia a veces muy de acorde a la dimensión humana, o a los ideales que se tienen por elevados. Así tenemos registrados en la masonería asturiana del siglo XIX distintos miembros de la masonería que adoptan tal simbólico de Jovellanos como Froilán Arias Carvajal, propietario y Venerable de la logia La Justicia de Avilés; Daniel Cerra de Amigos de la Humanidad de Gijón; Celestino Fernández de la logia Concordia; el relojero José González Menéndez de Luz de Luarca ; el militar José Miranda de la Respetable Logia Juan González Río de Oviedo, o el tornero Ramón Vázquez de la logia de Trubia : El Trabajo.
Realmente no son muchas las adopciones si tenemos en cuenta el número total de miembros de dicho siglo, pero hay que añadir que la adopción del nombre de Jovellanos como !nombre simbólico masónico! no se queda solo en Asturias sino que se recoge por toda la hagiografía de las logias masónicas que incluyen además el area latinoamericana. En el siglo XX , tas el naufragio masónico del 98, los masones asturianos renacidos como el ave fénix, vuelven a levantar columnas y su primer taller asentado en el Oriente de Gijón en 1912 , es curioso pero también va a el nombre del ilustrado pasando de AMESE como triángulo a ser la logia Jovellanos n° 337 del Gran Oriente Español, y más tarde, con la reorgaización en logias regionales y la creación de las Grandes Logias Regionales, pasará a constituirse en la logia n°1 , sin perder su título distintivo de Jovellanos perteneciente a la Gran Logia Regional del Noroeste- Gran Oriente Español.Este taller será posiblemente el de más peso específico tanto en cantidad como en calidad del siglo XX, y en el cual trabajaron hombres como el gran tribuno y reformista Melquíades Álvarez, el socialista y diputado Teodomiro Menéndez o el ácrata y maestro Eleuterio Quintanilla, pasando por el abogado comunista José Loredo, o el republicano y concejal del Ayto. de Gijón José María Fombona, por citar hombres de las diversas tendencias ideológicas. La adopción del simbólico Jovellanos por parte de los masones asturianos va ser en esta primera mitad del siglo XX, muy escasa, pues hasta la fecha solo tenemos recogidos con tal alias simbólico a dos hombres: al contable Celestino González Labayen que trabajaba en la logia López del Villar n° 14 y al comerciante José Rodríguez García de la logia Jovellanos n°1 . Está claro que hay un cambio de perspectivas y en el horizonte aparecían otros referentes. Valgan pues estos datos como aportación para ir completando esos acercamientos de diversos estudiosos a la figura de Jovellanos y su adopción por la masonería. Víctor Guerra. Miembro del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME) y Director de la Academia Internacional Vº Orden del Rito Moderno (UMURM)