Revista Conciertos

Jóvenes organistas

Por Pablosiana @pablosiana
Martes 23 de marzo, 20:00 horas. XXXIII Semana de Música Religiosa de Avilés, Iglesia de Sto. Tomás de Cantorbery. Órgano: Juan María Pedrero Encabo (Zamora, 1974).
A la espera de la llegada del nuevo órgano de San Tomás casi a punto en Torquemada (Palencia) construido por el Taller de Organería Acitores S.L., para este segundo concierto de la semana avilesina se alquiló un hermoso órgano positivo, portativo o "realejo" (en la foto inferior) de un solo teclado sin pedalier y colocado en el altar, con un repertorio elegido para el mismo por este zamorano afincado en Granada donde es Profesor de Órgano en el Conservatorio "Ángel Barros", y con una trayectoria amplia que nos devuelve a nuestro país organistas formados en Francia y Alemania capaces de competir en igualdad de condiciones con otros grandes, esperando recuperar con estos jóvenes enamorados de "El rey de los instrumentos" nuestra gran Escuela Española de Órgano que parece estar ampliándose con organistas como el zamorano o mi admirado cacereño universal Raúl Prieto Ramírez.
La nueva iglesia del barrio de Sabugo tuvo una buena entrada para un concierto que abría nuestro más insigne organista y compositor, Antonio de Cabezón (c. 1510-1566) de quien Juan Mª Pedrero interpretó como homenaje "En el 500 aniversario de su nacimiento" las Diferencias sobre la Gallarda Milanesa y las Diferencias sobre el canto llano del cavallero. Sabia elección de registros y acústica ideal para las dos obras.
Continuó con Girolamo Frescobaldi (1583-1643) y su Partite sopra l'Aria di Follia del "Primo Libro de Toccate", jugando con los flautados en toda su extensión y una técnica asombrosa.
No podía faltar el valenciano Juan Cabanilles (1644-1712) de quien escuchamos las Gallardas II de tercer tono, de nuevo acertando en la elección de la mejor registración, pues no podemos olvidar que un organista no sólo toca sino que debe buscar en el instrumento la sonoridad apropiada a la partitura, y NO HAY DOS ÓRGANOS IGUALES.
Y la universalidad de la música de tecla, en especial la de órgano, nos permitió viajar a Francia, una de las grandes escuelas, con dos de sus grandes compositores para este instrumento: Louis Marchand (1669-1732) y su Récit (del "Premier Livre d'Orgue") para sacar el mayor partido a los registros de Dulzaina 8', Voz celeste 8', Bordón 8', Flauta 4', Principal 2... y Georg Muffat (1653-1704) con la Toccata octava (Apparatus Musico-Organisticus, 1690), auténticas "obras fuertes" para todo buen organista que el zamorano afrontó con seguridad y buen gusto.
Mas no puede haber concierto de órgano, aunque sea "realejo", en el que falte la Alemania de "Bach, mein gott". Dos obras de virtuoso en un instrumento que rindió al mil por cien con la interpretación de la partitura de la Partite diverse sopra il Corale "Ach was, soll ich Sünder machen" BWV 770, y el Concerto D-dur BWV 972 (de A. Vivaldi "L'Estro armonico" Op. 3/9) en los tres movimientos de rigor: Allegro (aquí "otra versión" para metales), Larghetto y Allegro. No se puede exprimir más el instrumento traído para la ocasión con tan buen gusto en el tañer. Esperemos contar de nuevo con Juan Mª Pedrero Encabo en Asturias, a ser posible ya con un "señor órgano" como el tan esperado de Santo Tomás...

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