Jóvenes promesas (ii)

Sigue…

Pero yo aún me siento joven, a pesar de mi edad… y cada día más! ¿Quizás es que ser joven es solo una manera de sentir y de vivir? Y es por ello quizás que sintonizo mejor con los jóvenes y que asumo que tengo un papel en su vida! Nosotros los adultos debemos ayudarles a volar, pues ellos ya tienen las alas y necesitan solo confianza en ellos mismos y en su capacidad de alzar el vuelo! Y algunos de nosotros estamos en lugares de la sociedad desde los que se les puede ayudar a volar, confiando en ellos y dándoles la oportunidad, sin miedo! No debemos temer que transgredan nuestros principios y reglas demasiado caducos, debemos tener la humildad de reconocer que el mundo futuro ya es más de ellos que nuestro! Debemos, además de respetarles y ayudarles a ser ellos mismos, comprender que tienen derecho a equivocarse, como nosotros lo hicimos más de una vez en nuestra vida! Y eso cuesta, porque siempre es duro ver cómo sufre alguien frente al fracaso… pero no es más que un necesario aprendizaje!

No hay que tener miedo a perder! Quizás porque, tal como están las cosas hoy en el mundo, realmente hay ya poco que perder y, en cambio, mucho por ganar! Ser joven es intentar mejorar las cosas, sin conformarse con lo que hay! Y tal vez por ello me siento joven, como nunca antes me sentí en mi vida! Seguramente para ello antes tuve que perder todo lo que creía ser y tuve, abriendo mi corazón para comprometerme conmigo mismo a mejorar, cada día! Ese compromiso con uno mismo es esencial para que el cambio sea auténtico, viable y duradero! Tal vez el primer paso sea tener el valor de cuestionar todo lo que hay hoy en nuestra vida, para luego ser capaz de seleccionar todo aquello que ha de permanecer y saber desechar todo aquello que perturba en nuestra vida, tal como está!

Muchas personas de mi edad se sienten amenazados por los jóvenes o, simplemente, los ignoran, pensando que éstos son como ellos fueron algún día… hasta que la vida les engulló y dió al traste con sus propósitos y su ilusión juvenil! ¿Cuántos adultos aún mantienen la ilusión de que siempre es posible cambiar la vida y hacer de su sueño una realidad? No muchos, lamentablemente! Y el mundo no es más que su reflejo, pues sobra indiferencia y falta mucha actitud positiva y valor a reinventarse, cada día! Pero los jóvenes de hoy quiero entender que son diferentes a nosotros, pues el tiempo ha evidenciado que este mundo debe cambiar y cada día más brotan semillas de ese cambio necesario, tanto en adultos ya concienciados, como en jóvenes que tienen todo aún por demostrar!

Ser joven es mantener un corazón y una razón fuertes, hacer caso con valentía a lo que sentimos en nuestro interior y no aceptar -con resignación o renuncia a uno mismo- lo que el mundo y los demás nos imponen! Pero, además, también es quitarse la venda de los ojos y querer ver lo que nos rodea para, si es necesario cambiarlo! Y los jóvenes hoy están aprendiendo a hacer las cosas de manera diferente, colaborando entre ellos y aportando soluciones a ciertas cosas que han de cambiar! Detrás de las movilizaciones, detrás de su estética transgresora, hay corazones jóvenes que aportan valor al mundo, venciendo el inmovilismo y comprometiéndose a hacerlo más justo y más humano! Pero, también es verdad que tras cada joven hay unos padres perplejos o asustados o bien unos padres que que les respetan, comprenden y ayudan a ser como son y a construir el mundo a su manera, sin condicionarles y sin inocularles esos miedos que paralizan, alejándonos de la felicidad!

Seguirá…

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