Duración: 2horas 03minutos
Presupuesto: 60 millones de dólares
Recaudación: * millones de dólares
→ Lo mejor: -Aunque no es la mejor actuación de Jennifer si que es la mejor de la cinta.
→ Lo peor: -No acaba de arrancar ni de impresionar.
El 8 de enero se estrena una de las primeras grandes decepciones del 2016, Joy es una de las cintas que más ganas tenía de hincar el diente y me dejó más insatisfecho que una pulga en un chiguagua.
Joy es uno de esos biopics que tanto les gusta a las academias a la hora de repartir premios, además si le sumamos que la protagonista es una mujer luchadora que supo superponerse en un mundo de hombres la cosa pinta bastante bien y más cuando el director es el pragmático David O'Russell, q ue sabe impregnar su estilo para relatarnos la curiosa historia de Joy, a mi personalmente me pareció una película muy interesante cuya historia anhelaba conocer con el paso de los minutos.
Una buena metáfora acerca de Joy sería la de un estornudo que no acaba de salir, la película nunca acaba de despegar, le cuesta años arrancar y en ningún momento es lo dinámica que pretende ser, excesivamente llena de paja que no lleva a ningún lado, y es que O'Russell no ha sabido darle un valor añadido al que ya de por si tiene la propia historia (algo muy parecido le pasó a Tim Burton con Big Eyes).
Pasamos al plato fuerte de la cinta, las actuaciones, o mejor dicho la actuación de Jennifer Lawrence que sin ser la mejor de su filmografía es una más que firme interpretación de la mujer coraje rodeada de una extraña rutina, el resto (incluyendo a Bradley Cooper) cumplen con su cometido.
La lucha de una mujer que no se quería convertir en un objeto visual para poder triunfar en un mundo dominado por los hombres es el plato principal, cuyos acompañantes son una familia totalmente destructurada, un amor/amistad pasado y el robo de patentes. Como se puede observar con una simple enumeración, el filme luce un gran abanico de mensajes bastante interesantes, y la verdad que están tratados de manera correcta, pero con demasiada corrección para mi mente impoliticamente correcta, le falta como al resto de la película un plus, una inyección de fuerza, una fuerza que solo se verá en dos contadas escenas, el resto es demasiado parsimonioso, como si el director no tuviera ganas de contarnos la historia de Joy.
Y finalmente llegamos al desenlace, donde la película coge un aire distinto hasta el momento visto, un aroma que me recordó por un lado a Lucy por el look de Jennifer Lawrencey y por otro lado por su habladuría incriminatoria a La Gran Estafa Americana. El final de nuevo es correcto pero tiene un poquito más de fuerza que le hace ganar unos pocos puntos.
En definitiva, Joy pretende ser una perla pero no lo es, si es cierto que la trama es realmente interesante y ejemplar, pero el director no ha sabido ayudarla a ser una gran cinta y se ha quedado en una historia que merece se escuchada pero no admirada.