Parece que aparte cobarde y mentiroso, Rajoy también es un irresponsable. No se le ha ocurrido otra cosa que buscar un método legalmente inexistente para parar la encuesta del 9-N.
El asunto es tan kafkiano como lo sería que por razones políticas y sin soporte legal alguno el gobierno prohibiese la realización de una encuesta privada. No tengo ni idea de cuál será la base en que se apoye Rajoy para prohibir el 9-N pero me temo que una vez más, y esta vez llevándolo a una exageración esperpéntica, usará la técnica PP de aplicar las leyes como si fuesen chicle, estirándolas o encogiéndolas según convenga, con la colaboración de los vividores del Consejo de Estado y los obedientes magistrados del Tribunal Constitucional, en una demostración más de que en España no solo no hay separación de poderes sino que continuamente se hace mofa de ella.
¿Cómo cree Rajoy que van a reaccionar los catalanes el 9-N?. Por supuesto no se van a quedar en casa, y cada vez que Rajoy abre la boca o se mueve aumentan considerablemente los que van a expresar su opinión por las buenas o por las malas, en las urnas o en la calle.
Aparte actuar con la misma actitud cobarde y falsaria de siempre, en esta ocasión Rajoy ha añadido un ridículo de notables proporciones. Cuando Más desconvocó la consulta y anunció la encuesta para el 9-N, Rajoy lo consideró una buena noticia, en los días siguientes y al unísono con Sanchez Camacho, incluso se permitió algún comentario sarcástico sobre la encuesta, prueba clara de que una vez más no daban una y eran incapaces de ni tan solo imaginarse lo que podía ocurrir, pero de golpe, y también al unísono con Sanchez Camacho, sustituyó el sarcasmo por los insultos cuando a pesar de su evidente lentitud mental él y sus asesores se dieron cuenta de que Más podía estar dando la vuelta a los huevos que ellos habían roto y transformándolos en una preciosa tortilla y como colofón, en poco más de diez días habrá pasado de anunciar buenas noticias a cometer otra barbaridad estúpida. Como ciudadano español, con frecuencia me visualizo como el pasajero de un autobús ocupado por todos los españoles, cuyo conductor no sabe donde están la derecha o la izquierda, arriba o abajo, adelante o atrás, no tiene ni idea de cómo funcionan y para qué sirven el freno, el acelerador, y otros mecanismos del autobús, que acelera con el semáforo en rojo y frena en seco cuando está verde, que la mayor parte del recorrido lo hace en contradirección y se sube a la acera cada dos por tres. Adivinad el nombre del conductor, y el de sus antecesores al volante.
Con lo fácil que hubiese sido actuar con sentido común, en especial con un interlocutor como Mas, que tiene una gran virtud que es exactamente lo opuesto a un grave defecto de Rajoy, porque Mas si da la cara cuando toca hacerlo, pero la estrategia no es lo suyo. La verdad es que con la encuesta ha dado en el clavo, con el mérito añadido que lo ha hecho contra la opinión de casi todo el mundo, porque si el 9-N es un clamor popular con urnas o sin ellas, será otro triunfo independentista, que me imagino que la historia cargará en el pasivo de la ceguera política de Rajoy y su partido franquista. Pero como casi siempre, como cuando tardó mucho en separar claramente derecho a decidir del sí a la independencia, incluso cuando acierta, Mas comete incomprensibles errores estratégicos. Aparte haber seguido llamando consulta al 9-N cuando era más prudente llamarla encuesta, hace pocos días afirmó que hay que engañar al Estado y por esta razón convocará la encuesta solo unas horas antes para no dar tiempo al gobierno a reaccionar. Por lo visto nadie le ha explicado nunca que estas cosas se hacen pero no se dicen, por más necesitado que uno esté de mejorar su imagen. Es más que probable que este comentario esté entre las razones que han provocado la barbaridad que va a cometer Rajoy.
Pero no creo que el comentario de Mas sea la principal razón del enésimo error grave de Rajoy. La motivación básica es, en mi opinión, intentar tapar con las noticias sobre el choque de trenes con Catalunya, el chaparrón de casos de corrupción que afectan a miembros del PP con tarjeta opaca o sin ella, y que se suman a la ya larga lista de escándalos de considerable volumen. Chaparrón del que por más que los Rajoy, Aznar, Cospedal, etc. aparenten estar secos, no hay duda que empezó a caer cuando ellos ocupaban cargos de responsabilidad en el partido y/o el país, y a pesar que todos se mojaron, ahora dicen que se escandalizan, ¡¡Ja,Ja,Ja!!.
Hoy mismo Rajoy ha pedido disculpas en el Senado por haber confiado en corruptos, cuando está pero que muy claro que de la multitud de casos de corrupción del PP es imposible que él mismo y los personajes más importantes del PP no tuviesen ni más mínima idea de lo que ocurría en la mayoría de los casos.
Al final resulta que el 3% de Pujol era una minucia en comparación con los porcentajes y volúmenes del PP, y posiblemente por esta razón los jueces son tan benevolentes e ineficaces con los corruptos, porque si todos tienen vergüenzas que tapar, lo más eficaz para protegerlos es que todos estén cubiertos para que así nadie hable más de la cuenta, ¿verdad señoras/es Rajoy, Aznar, Cospedal, Pujol, Díaz, etc. etc. etc.?.
Ayer lunes 27 me dio por el masoquismo y estuve escuchando el Canal 13, el falsario, y durante los casi 15 minutos que los escuche no mencionaron el nuevo escándalo de los 3 % del PP ni un solo instante. Se pasaron el rato hablando de la familia Pujol, y del nuevo escándalo catalán, el de los 13 millones de Xavier Trias, alcalde de Barcelona, que según El Mundo tenía depositados en un banco suizo y los transfirió a Andorra, y que después de que Trias presentase una querella contra el periódico, como para insistir, hoy el mismo periódico ha publicado el número de la cuenta de Trias en Suiza, que curiosamente tiene solo 14 dígitos cuando todas las cuentas tienen 20, o 24 si incluyen el IBAN (código internacional).
Estoy hasta la coronilla de que se discutan más los casos de corrupción en la prensa que en los juzgados. Si el Sr. Trias tenía una cuenta en Suiza del volumen mencionado, que lo investiguen, lo juzguen y lo condenen si es el caso, pero que se acabe de una vez el cachondeo jurídico policial mediático que hay montado en este país, cuya Justicia se toma a broma los casos de corrupción, los hacen durar una eternidad y casi siempre acaban en nada o en mucho menos de lo que merecen los culpables, mientras en los medios de comunicación se juega sin ningún pudor y la más mínima seriedad con información policial y judicial que debería ser o totalmente secreta o totalmente pública, con mi preferencia por lo segundo.
Para acabar, una cita de Joan Sales, escritor catalán fallecido en 1983, “Los catalanes llevamos 500 años siendo estúpidos, no se trata de dejar de ser catalanes, sino de dejar de ser estúpidos”.