Revista Cultura y Ocio

"Joyland" de Stephen King (2012)

Publicado el 09 julio 2013 por Tomas
Hola a todos. Hace calor, muuuuucho calor. Al menos aquí tenemos temperaturas desacostumbradas por estas latitudes. Ayer noche, incapaz de dormir, terminé la lectura de "Joyland", el último libro de Stephen King (hasta la inminente publicación de "Dr. Sleep", la continuación de "El resplandor"). Hoy traigo la reseña correspondiente, que he intentado condensar todo lo posible, consciente de lo fatigoso que resulta leer durante una ola de calor africano. Creo que se puede certificar como 100% Spoiler free, lo cual para mí es todo un logro. Os dejo con ella:
Título: Joyland (Joyland)
Autor: Stephen King, haciendo aquí una incursión en la novela negra pero sin dejar de lado su estilo personal.
Lo leemos...: En papel, 299 páginas con tapa dura, Ed. Random House. Comprado en la Librería Arenas de A Coruña en Junio del 2013. 
Sinopsis: Hay veranos que cambian la vida. Para Devin Jones, será el de 1973, cuando trabaja en Joyland, un parque de atracciones de provincias sobre el que aún pesa un terrible asesinato nunca resuelto. Además de obsesionarse con ese crimen, Devin madurará, se hará adulto, tendrá su despertar sexual, descubrirá el amor, el desengaño, el dolor y la amistad. Tras Joyland, Devin nunca más será el mismo.
¿Cómo la podemos definir?: Como una novela negra, de suspense, pero también como un melodrama escrito con gran lirismo y donde prepondera la historia de crecimiento personal del protagonista, sus sentimientos, sus emociones y sus vivencias frente a los hechos luctuosos que están en el centro de la trama.
¿Qué podemos destacar de ella?: Que está publicada originalmente dentro de la colección Hard Case Crime (de la cual hablaré un poco más adelante) lo cual condiciona el tratamiento que King hace de la novela, pero que pese a ello conserva su inconfundible estilo narrativo.
Si ya habéis leído otras reseñas sobre este libro, ya habréis visto cosas como "no es el mejor Stephen King pero no es un mal libro", "se nota que está escrita por encargo pero es una buena historia", "en el libro no ocurre nada" o similares. Mi opinión personal es que Joyland es una gran novela. Es bella, es fascinante. Por momentos es conmovedora. Si alguien tiene atravesado a King, o aún guarda alguna duda sobre su talento literario, le pediría por favor que lea Joyland. ¿Por qué?:
- Porque no es un libro de terror. La colección Hard Case Crime agrupa novelas de serie negra, suspense y policíacas. Pero King nunca podrá escribir por encargo e incluso en un estilo tan poco propicio para ello, es capaz de desplegar un lirismo delicioso y muy evocador.
- Porque no es una historia de fantasmas. Sí, es cierto, hay un fantasma, pero no está en el centro de la trama. Es más un recurso, un mecanismo para que la narración se desarrolle.
- Porque es una novela de suspense, y hay una serie de asesinatos, pero sin clichés y sin dar descripciones truculentas ni recrearse en detalles escabrosos.
- Porque es uno de los relatos más conmovedores que yo, personalmente, he leído en mucho tiempo.
- Porque no puedes dejar de leerlo. Son trescientas páginas (poco, para lo que este autor nos tiene acostumbrados) tan amenas que lo acabaréis antes de daros cuenta.
Es, ante todo, es una historia de personajes. Retratados con gran profundidad y hasta el mínimo detalle. La capacidad de Mr. King para crear tipos alcanza aquí uno de sus más altos niveles. Narrada en primera persona, el protagonista, ya maduro, recuerda acontecimientos de su juventud. El autor recupera así un estilo que ya usó con éxito en novelas como "El corredor de la muerte", relatos como "El camión del tío Otto" o "Zarabanda nupcial", e incluso en guiones cinematográficos como Stand by Me ("Cuenta conmigo" en España). Es imposible no sentir simpatía por el bueno de Devin Jones, e incluso verse reflejado en él. Un joven inocente, santurrón incluso, antiguo boy-scout, sin apenas experiencias vitales y completamente enamorado de su novia, con la que espera casarse y con la que desea perder la virginidad a toda costa. Joyland es, en realidad, el periplo de Devin y su descubrimiento de la vida, de su aprendizaje, de su maduración y de su pérdida de la inocencia.

Siempre se encuentran fotos curiosas de este hombre

A través de la galería de personajes secundarios, también perfilados al detalle, y del escenario de la obra (el parque de atracciones, el pueblo, la pensión donde vive Devin, la playa...) Mr. King se recrea en el costumbrismo que tanto le gusta (y que yo personalmente tanto disfruto) retratando la vida en su localización preferida, las pequeñas poblaciones, y las costumbres y peculiaridades de su paisanaje, aunque aquí nos desplacemos de su amado Maine (tierra natal de Devin) al estado vecino de Carolina del Norte. Ya dije que muchas críticas a este libro son "que no ocurre nada" y he de decir, sin caer en el spoiler, que efectivamente no es una novela donde se sucedan los hechos a una velocidad vertiginosa, al contrario es de ritmo pausado (que no lento) y reflexivo, ocupando gran cantidad de texto el rico mundo interior de Devin. De 299 páginas, puedo decir que el clímax se hace esperar hasta la 263. Y hasta ahí puedo leer.
Precisamente el final es lo que más aleja a Joyland de la típica novela de Stephen King. Ya sabéis que gusta de los finales sorprendentes e inesperados ("castrantes" he llegado a leer). Sin embargo, aquí, tal vez condicionado por la linea editorial de Hard Case Crime, el autor se decide por un final más al uso, más convencional, y que seguramente por ello guste más a la mayoría de los lectores, en especial a los que no sean asiduos al rey del terror.
Así pues, lejos de ser un simple trabajo por encargo, a mí Joyland me parece más un ejercicio de estilo, donde el autor "se gusta" escribiendo y se permite desplegar todos los recursos narrativos que tiene al servicio de una historia redonda, que casi me atrevería a incluir dentro del realismo mágico, por la fantasía y el encanto que transmite. Desde luego no es la clásica novela negra. Supongo que un parque de atracciones, aunque sea pequeño y desastrado, es un lugar perfecto para que surja la magia. Hay que repetir que aunque sea un "cuento con fantasma", no es uno al uso, por el mimo y el cariño con el que King trata a la malograda Linda Gray. 
Cariño es precisamente lo que el autor consigue que sintamos por los personajes que componen esta obra. No sólo por el sufrido Devin, sino por sus amigos Tom y Erin, por el anciano señor Easterbrook, el dueño del parque, por Rozzie la vidente o por el veterano feriante Fred Dean (tal vez porque su nombre nos recuerde tanto al de Eddie Dean). La nómina no estaría completa sin citar a Annie Ross, que tan importante será para Devin, y su hijo Mike, cuya historia es tan injusta como emocionante.
Además de la presencia del fantasma de Linda Gray, hay otro elemento fantástico, sobrenatural, que es habitual en las historias de este autor. Llamado aquí la visión, conocido también como el resplandor en la novela homónima o el toque en "La Torre Oscura", intervendrá en la trama, pero más como un mcguffin que como un elemento que se destaque especialmente. No olvidemos que estamos, al menos en teoría, ante una novela negra, y un poco de percepción extrasensorial no viene mal a la hora de dar con el asesino. 
¿Hemos subrayado algún párrafo?: Varios, pero he seleccionado sólo uno, que no desvela  demasiado de la trama y que describe bastante bien el tono general del texto:

Primera portada de la edición original

"¿Qué que hice en Joyland aquel verano? De todo. Vendí entradas. Empujé un carrito de palomitas. Vendí tortitas, algodón de azúcar y un trillón de perritos calientes (que llamábamos Hound Dogs, como puede que hayas imaginado). De hecho, mi foto salió en el periódico por culpa de una de esas salchichas, aunque no fui yo quien vendió aquel desafortunado perrito; le correspondió a George Preston. Trabajé como socorrista, tanto en la playa como en el Lago de la Felicidad, la piscina cubierta donde iba a parar el tobogán acuático Splash&Crash. Bailé coreografías con los otros integrantes del equipo Beagle al ritmo de "Bird Dance Beat", "Does Your Chewing Gum Lose Its Flavor on the Bedpost Overnight", "Rippy-Rappy, Zyppy-Zappy" y otra docena de canciones ridículas en la Villa Wiggle-Waggle, donde también cumplí condena -casi siempre felizmente- como cuidador infantil sin licencia. Allí, el grito de guerra frente a un crío que berreaba era "¡Pongamos ese ceño cabeza abajo!" , y no sólo me gustaba sino que además se me daba bien el papel. Fue en esta especie de guardería cuando decidí que tener hijos en algún momento del futuro era una Buena Ideal Real en lugar de una ilusión con aroma a Wendy".
¿Más datos de interés?: Sí. Dije que hablaría de Hard Case Crime y a ello voy. Se trata de un sello editorial que trata de recuperar el espíritu de la Era Dorada de la novela negra y el hardboiled, que se distribuían en kioskos de prensa y lugares afines (gasolineras, supermercados...), a través de ediciones baratas, llamadas originalmente paperbacks (libros de tapa blanda y hojas encoladas o grapadas) o pulp (por la bajísima calidad de su papel, poco más que pulpa de madera). Tuvieron un gran éxito en su época, especialmente a través de su política de suscripciones, opción que el sello también ofrece (en Estados Unidos sólamente, me temo). Para todo ello están recuperando a autores de aquella época dorada, apostando por nuevos valores del género y recurriendo a escritores consagrados como el propio King, que ya aportó a la colección otra obra: The Colorado Kid (2005). 

Segunda portada original

Actualmente ofrecen ochenta y dos títulos, y han cuidado con mimo la edición, con portadas que nos retrotraen al instante a aquellas publicaciones (que no carecieron de popularidad en España, en muy diversas ediciones y formatos, creando aquella entrañable costumbre de cambiar novelas en el kiosko). Lamentablemente en España nos perdemos la edición original, con la portada de la chica hollywood y el membrete de la editorial, aunque a cambio ganamos una edición en tapa dura, así que tampoco nos podemos quejar. 
Para concluir, mi consejo es leer Joyland sin hacer demasiado caso de las críticas y dejándose sorprender. Creo que es uno de los trabajos más maduros de este autor y dónde ha sabido convertir lo que parecía una limitación (las directrices editoriales de Hard case Crime) en un trampolín para crear una preciosa historia sobre hacerse mayor. Nos leemos!.

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