Juan Bello: «El desafío para el universo financiero es la completa digitalización»

Periodista: ¿Cómo se vio afectado su negocio por la pandemia?

Juan Bello: La pandemia afectó al negocio en dos aspectos fundamentales: demanda de servicios y formas de trabajo. Por un lado, la demanda de servicios de creación de software se movió a gran velocidad en distintas industrias, cayendo fuertemente en sectores como turismo, entretenimiento y comercio tradicional, pero fortaleciéndose después del primer impacto de la pandemia en la mayoría de las áreas vinculadas a servicios financieros, seguros, pagos digitales y comunicaciones.

Por otro lado, desde el punto de vista de la logística y metodologías para operar, las empresas tuvieron que adaptar sus medios de trabajo a la nueva realidad no presencial y esto generó cambios en la cultura de trabajo. El “Work from home” llegó para quedarse y recién estamos empezando a comprender su impacto a largo plazo, que se extiende desde cambios en la cultura de “oficina” hasta en las formas de buscar y contratar talento globalmente.

P.: Se dice que este sector es el que tiene mejores perspectivas de crecimiento ¿por qué?

J.B.: La realidad es que, a lo largo de la pandemia, la industria del software adquirió un rol protagónico, que se observa en cuestiones como la generación de herramientas para garantizar el distanciamiento social, hasta en innovaciones en materia de software y digitalización de procesos, que posibilitaron que muchas empresas no se vieran afectadas por las restricciones de movilidad. Un ejemplo claro de esto son los bancos y otras entidades financieras, habituadas en nuestra región a la atención de los clientes en sus sucursales, que se vieron especialmente obligados a poner en marcha mejoras en sus plataformas online y aplicaciones móviles. La pandemia generó una transformación en el universo financiero y sentó el gran desafío de cara a la post-pandemia: la completa digitalización, un objetivo que solo es posible a partir de la implementación de soluciones de software que puedan entender el nuevo perfil de usuario.

El crecimiento de Fintechs ha sido muy significativo. En América Latina, previo a la pandemia, el 51% de la población no estaba bancarizada y el 45% usaba solamente dinero en efectivo. Sin embargo, durante la pandemia, hay un 25% más de personas que hoy si tienen cuentas bancarias y un 11% de la población dejó de utilizar dinero en efectivo.

Creo que las mejores perspectivas para el sector radican en su rol clave para garantizar que las compañías, cualquiera sea su industria o rubro, mantengan su negocio relevante y competitivo a través de la transformación digital. Con la pandemia se aceleró el proceso de digitalización que ya se venía dando con fuerza en los últimos años. Todo tipo de empresa o negocio, cualquiera sea su tamaño o alcance, necesitará optimizar sus procesos y, evidentemente, la expectativa de una mayor demanda de servicios digitales genera optimismo de cara al crecimiento futuro del sector.

P.: ¿Qué opina sobre la sanción de la Ley de Economía del Conocimiento?

J.B.: Normativas como la Ley de Economía del Conocimiento darán impulso al sector siempre y cuando exista una correcta articulación entre el gobierno y las cámaras empresarias para que la industria en su conjunto pueda retornar a un rumbo sólido de crecimiento. La claridad respecto de la normativa y procesos y la predictibilidad a largo plazo son los factores más importantes en este contexto.

Tener claridad y previsibilidad respecto a las reglas del juego es clave porque permite planificar inversiones a largo plazo ya que la industria de software es altamente dependiente del talento especializado y el crecimiento en capacidades, o, lo que es equivalente, en la cantidad de profesionales con la capacitación adecuada. Es una industria que requiere de planificación e inversión a largo plazo por lo que cualquier variación en las políticas que afectan el costo del trabajo tienen implicancias en las decisiones y posibilidades de las empresas.

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Juan Bello, Business Head & Country Manager de GlobalLogic.

P.: ¿Tienen planes de expansión dentro de Argentina o en la región?

J.B.: Si, nuestro plan es seguir creciendo fuerte en Argentina y profundizar el trabajo en países de la región donde ya tenemos clientes, como por ejemplo Chile. El segundo semestre de 2020 fue muy fuerte para nosotros y este año apuntamos a seguir expandiéndonos para acompañar un negocio que está creciendo a ritmo sostenido.

América Latina es clave en nuestra estrategia de crecimiento ya que es, por un lado, uno de los mercados en donde la cultura emprendedora ha impulsado la creación de productos y plataformas digitales innovadoras en áreas como Fintech y Pagos, Salud Digital, Seguridad Informática y, por otro lado, porque gracias a la combinación de nuestra ubicación geográfica, que comparte husos horarios con Norteamérica y Europa, con la calidad del talento en áreas como Diseño de Producto y Desarrollo de Software, somos un fuerte exportador de servicios de creación de productos digitales.

Argentina es reconocida en la industria de software por su talento y emprendedurismo. Hemos duplicado nuestra inversión en atracción y retención de talento para seguir creciendo fuerte en la región: en números concretos, desde el inicio de la pandemia hasta hoy hemos incorporado más de 300 colaboradores en Argentina y Chile.

P.: Algunas empresas del rubro han decidido radicarse en el exterior, ¿Por qué ustedes deciden quedarse en Argentina?

J.B.: Entiendo que cada empresa tendrá sus motivos basados en lo que crean más conveniente para sus equipos. En nuestro caso, confiamos mucho en el potencial de la Argentina: como comentaba recién, el talento argentino en diseño y creación de software es mundialmente reconocido: la industria de software local tiene una larga tradición, hay muy buena oferta de carreras universitarias en casi todas las principales ciudades del país. Asimismo, el nivel de inglés en general es bueno, las similitudes culturales de los profesionales con nuestros mercados target como EEUU y Europa occidental, y el ecosistema local de emprendimientos “digitales“ hace que el desarrollo del talento sea prioridad de toda la industria. Por eso, la calidad de profesionales viene creciendo a ritmo sostenido de la mano de las universidades y de la inversión privada en capacitación y entrenamiento. Por todas estas razones apostamos fuerte al crecimiento local, estamos expandiendo nuestros equipos en toda la Argentina lo que nos da la capacidad de competir en una escala global y completamente abierta, poseemos ventajas competitivas significativas que nos posicionan como un jugador importante en la industria.

P.: ¿A qué países se puede exportar?

J.B.: Uno de los destinos principales de exportación de servicios basados en el conocimiento de Argentina es EE.UU., con lo cual se ha construido un ecosistema que tiene una gran afinidad con la cultura corporativa estadounidense. Asimismo, el posicionamiento geográfico del país y en consecuencia el huso horario, nos permite tener dinámicas de interacción mucho más ágiles en comparación con India o Europa del Este. Otro componente son las estructuras de formación y talento integrados entre políticas de gobierno, educativas (con facultades públicas y privadas) y los numerosos programas de formación privados de las empresas del rubro.

P.: ¿Cuál es el peso de los impuestos?

J.B.: El peso de los impuestos en industrias intensivas respecto de la mano de obra es elevado, sobre todo en los impuestos indirectos. Sin embargo, la implementación de programas de promoción, como la Ley de Economía del Conocimiento, permite que las empresas crezcan en forma sana y ayudan a otras compañías con capacidad de exportación, a la vez que fomentan un mayor nivel de formalidad en todo el mercado.

En conjunto, la política impositiva respecto de la industria del software está alineada con las necesidades de un sector netamente exportador y que genera empleo formal y capacitación.

P.: ¿Cuáles son las limitaciones de trabajar en Argentina?

J.B.: En una industria que está creciendo sostenidamente hace años, la única limitante es la falta de profesionales. Por esta razón, hay varios programas dedicados a la formación del talento dentro de las empresas.

P.: A nivel local, ¿qué rubro es el que mayor demanda ha tenido de sus servicios?

J.B.: Sin duda los bancos, fintech y otras compañías de servicios financieros son actores que se vieron obligados a comprender que la constante evolución de sus sistemas es absolutamente central para seguir siendo competitivos, ya que son parte de una industria que se está transformando día a día a un ritmo acelerado, mientras los clientes demandan más de ellos.

La existencia de decenas de apps que proponen nuevas formas de interacción, nuevos productos y nuevas experiencias de uso genera inmediatamente una demanda por parte de los usuarios hacia su banco: esperan que el servicio online de su entidad bancaria ofrezca las mismas posibilidades que brindan otras apps.

P.: Recientemente su empresa fue adquirida por Hitachi, ¿cuál fue la razón y el costo de la transacción?

J.B.: Hitachi es un gigante japonés con 100 años de trayectoria y más de 300.000 empleados a nivel global. A través de la adquisición de GlobalLogic, Hitachi busca convertirse en líder en servicios digitales y desarrollo de software. La compra está sujeta a las condiciones habituales y las aprobaciones regulatorias y se espera que se complete a finales de julio de 2021.El costo total de adquisición, incluido el pago de la deuda que devenga intereses de la empresa, será de aproximadamente 9.600 millones de dólares.

P.: La pandemia obligó a muchas empresas a introducir cambios en su operatoria. Pasada la pandemia ¿qué cambios continuarán?

J.B.: La pandemia generó cambios duraderos: el concepto de trabajo en nuestra industria ya no está necesariamente vinculado con la oficina ya que la casi totalidad de la industria del software sigue trabajando en forma remota desde marzo de 2020.

Esta realidad de trabajo desde casa impacta en varios aspectos: la forma en que atraemos y retenemos el talento, debido a que todo el proceso es a través de internet, en la metodología de trabajo, ya que actividades que antes sólo se concebían en una sala de reunión y usando una pizarra hoy son virtuales, en el balance entre vida y trabajo, que se ve afectado, y también en los factores de motivación y cuidado de las personas.

En particular, como la empresa trabajaba con cuatro centros de desarrollo en el país y distribuido en toda Argentina, siento que corrimos con un poco de ventaja cuando estalló la pandemia en la región. Rápidamente pudimos migrar toda la fuerza laboral a la modalidad virtual. La clave para mantener a los equipos conectados y fortalecer el engagement es la empatía y la comunicación.

P.: ¿Cómo imagina el avance de la tecnología en la estructura de los negocios? ¿Cree que la presencialidad quedará muy acotada?

J.B.: Sin duda alguna el futuro nos plantea un esquema de trabajo híbrido. Nos dimos cuenta de que trabajar desde casa tiene muchísimas ventajas y ofrece comodidad, pero también aprendimos que hay cuestiones de la presencialidad que la virtualidad no puede reemplazar.

Vernos cara a cara nos permite tener otro tipo de conversaciones, más sinceras, con más atención, favoreciendo la creatividad y la interacción entre todos los integrantes de los equipos. También tenemos que tener en cuenta que estamos en un momento donde mundialmente se está redefiniendo el sentido del trabajo, donde surgen necesidades y preocupaciones que antes los colaboradores y/o clientes no tenían. Es muy difícil predecir cómo será el futuro del trabajo, pero confío en que tomaremos lo mejor de cada mundo -virtual y presencial- para llegar a una combinación superadora.

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