El Duque de Lerma fue el hombre más poderoso del reinado de Felipe III. Se hizo inmensamente rico a costa de saber manejar el tráfico de influencias, la corrupción y la venta de cargos públicos. El Duque de Lerma era el Primer Ministro del Rey, el autentico Rey de España. Finalmente, hubo una investigación de las finanzas (proceso de vista) que fue descubriendo el entramado de corrupción e irregularidades que durante años había creado el duque. Se desencadenó una presión en contra del régimen y el duque aplicará una estratagema para salvar su vida: se hace cardenal y finalmente se retira de la vida pública.
Cuando le fue concedido el cardenalato corrió por Madrid una coplilla que decía: «Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado».
El nombre de Juan Carlos I “El campechano” ha formado parte de muchas causas judiciales nunca investigadas (Carvajal, Mario Conde, Javier de la Rosa, Urdagarin, etc..) tan seguro está el Partido Popular de lo pringado que está Juan Carlos I y II de San Basilio en casos de corrupción que está haciendo juegos malabares para aforar al Rey a toda Prisa.
Por el camino deben aforar a Sofia, por aquello de disimular, lo que no deja de ser, desde mi punto de vista, una humillación más para la Reina (la ex-reina para entendernos).