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Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”

Publicado el 12 enero 2011 por Blogmejorvendedor

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”

Quiero presentarles a mi Columnista invitado Juan Carlos Orellana. Conozcan su talento.

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”ara muchos la realidad se basa en plasmar la vida en el monitor. En comentar el muro, subir una foto o destacar en el timeline. Las Redes Sociales son capaces de dominar emociones y confundir nuestra visión de vida. ¿Estamos frente a una enfermedad del futuro o adicción tecnológica? Tal vez padeciendo lo que denomino Síndrome de Jake Sully.

OTRO INOLVIDABLE VEINTISIETE

Recuerdo con claridad aquel 27 de diciembre. Una tarde calurosa e inundada de nervios. Era el último día de clases en la Universidad, y a modo de celebración, tenía planificado asistir al estreno de Avatar.

Mucho se hablaba de esta nueva película. Considerando que su director era James Cameron, sabía que no era un simple proyecto, que luego de unos meses quedaría olvidado, tras nuevos estrenos en la pantalla grande. Había escuchado especulaciones de la nueva tecnología implementada y creada especialmente para llevarla a cabo. Fue la primera película en 3D, pero en 3D de verdad. Los arcaicos lentes celofán, esos de azul rojo, estaban obsoletos. Pues Avatar, era comparada con el avance del “blanco y negro” al “technicolor” y,  sus imágenes así lo demostraban.

Basada en el año 2154, nos invitaba a recorrer un planeta inexplorado, hostil y maravilloso que me dejo boquiabierto. Los encargados de contar esta historia, serían unos alienígenas azules de tres metros, estrechamente conectados con su entorno y la naturaleza.

Claramente, no era solo la tecnología y los efectos especiales los que llamaron mi atención, sino que el mensaje que la película proporcionaba. Tenía grandes expectativas en este filme, y creo que fueron ampliamente superadas. Tal y como lo decía el eslogan Avatar “Entra al mundo”, reconozco que quede totalmente inmerso en esta aventura, que me hice un fiel aficionado, y a la vez, un agradecido de este nuevo tipo de cine, capaz de atravesar la pantalla. No me refiero sólo por su tecnología en tres dimensiones, sino que también, porque es capaz de hacerte experimentar realidades en la piel.

AVATAR: UNA METÁFORA MONUMENTAL (Puede contener spoiler)

La historia de Avatar, inicia con la narración de nuestro protagonista, y quien además, le da el nombre a este síndrome, Jake Sully. “Cuando estaba inconsciente en el hospital militar, con un agujero en el centro de mi vida, empecé a soñar que volaba. ¡Era libre! Pero tarde o temprano… tienes que despertar”, mientras vemos una imagen aérea de Pandora, lo que será el escenario de toda esta aventura. Y un primer plano a Jake, quien bajo sus ojos, oculta un gran sufrimiento, su paraplejia.

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”
 

Jake Sully en las Primeras Escenas de la Pelicula.

Jake es un marino, un veterano de guerra gravemente herido y dejado de por vida, en una silla de ruedas, que es su escudo y su puñal. Esta le otorga la libertad de seguir habitando la tierra del futuro. Sin embargo, lo obliga a ver sus límites. Ante este mundo acelerado, que no espera, no es amable y te restriega en la cara, que si buscas justicia, estas en el lugar equivocado. Tal cual nos narra Sully, en los primeros minutos de la película.

El programa “Avatar”, consiste en transportar la mente de un humano a unos cuerpos artificiales, creados a partir de la mixtura del genoma humano, con el de los Na’vi, nativos de Pandora. Tal cuerpo, solo es posible utilizar, si logras un alto porcentaje de compatibilidad genética. El Hermano gemelo de Jake, era uno de los científicos que participaba del programa. Pero pierde la vida. De esta manera Jake, con una genética muy similar, es seleccionado para adquirir el lugar.

La condición parapléjica de Jake, es causa de burlas y menosprecio en la superficie de Pandora, por parte de los militares, quienes a diferencia de él, describe como “mercenarios y asesinos sin piedad”. El corazón de este marino demuestra algo de sensibilidad, a causa de las circunstancias de la vida, que lo han vuelto más “humano”.

Inician las actividades, y Jake trabajará para el departamento científico. Pero a la vez, es convencido por el coronel Quaritch, un hombre cruel y frio, cuya única finalidad es obtener el mineral preciado bajo el suelo de Pandora, de cualquier forma. Siendo capaz de destruir el mundo natural y pasar sobre la vida de los Na’vi si es necesario. La misión de Sully, por parte de los científicos, es aprender de estos aborígenes, y al mismo tiempo, encomendado por el Coronel, debe buscar la forma de moverlos de su ubicación, o en su defecto, investigar las debilidades del lugar, simplemente para moverlos a la fuerza.

La misión funciona a la perfección y Jake es aceptado por clan. Es puesto a cargo de Neytiri, una audaz y noble nativa. Ella le enseña todo lo que un Na’vi debe conocer, incluso el amor. Lo que rápidamente, invade los sentimientos de este hombre.

Un mundo real que le cortó las alas, lo dejo parapléjico, e inhabilito para seguir siendo militar. Le arrebató a su hermano y desnudo ante el dolor. Mas, cuando sus ojos se abrieron en aquel nuevo cuerpo, era un Na’vi, capaz de correr y sentir el viento a sus anchas, volar y hacer lo que en su realidad se consideraba imposible. Capacitado así, para sentir lo que por años consideró completamente olvidado, el sentimiento de la Felicidad.

Sin embargo, Jake continúa con su dualidad de actividades y una constante lucha interior. Pasa hasta 16 horas en el cuerpo de su Avatar. Comienza a dejar su vida humana en segundo plano. Como podemos recordar a la Doctora Agoustine, alimentando a la fuerza al militar, quien solo volvía a su cuerpo real para dormir.

Llega un momento muy crudo, en donde oímos los pensamientos de un Jake Sully completamente aquejumbrado. “Ahora todo es al revés. Siento que el mundo real es allá afuera (Refiriéndose a Pandora). Y este es el sueño. No puedo creer que solo hayan pasado 3 meses. Apenas si recuerdo mi vieja vida. Ni siquiera sé quién soy”.

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”
 

Segundos Antes de Asumir la Realidad.

Sus últimas palabras antes de enfrenarse a la realidad fueron “¿Que estás haciendo Jake?”

REDES DE CONTRADICCIÓN

Cuando me hice mi cuenta en Twitter, tuvieron que pasar varios meses, para comenzar a usarlo. La verdad, no me llamó la atención. Fue después de aquel terremoto del 27-02, que lo empecé a usar. Hasta la fecha, he estado casi 1 año usándolo y,  puedo asegurar que muchas veces pase más del 80% del día en la red social.

Las Redes Sociales se han vuelto imprescindibles en la actualidad. Después del terremoto en Chile, los usuarios de Twitter aumentaron en un 500%[1]. Esto se debe principalmente a la utilidad que prestaba la red social, como buscador de personas desaparecidas y rápida expansión de información. De la misma forma con Facebook, que en Chile lleva la sorprendente cifra de más de 6 millones de usuarios registrados[2]. Las redes sociales dejaron atrás el prejuicio de ser únicamente tiempo de ocio. Han demostrado ser de utilidad, ejemplo claro es el desastre del pasado 27 de febrero, en la localización de personas, en la masificación y rápida expansión de información. Como también en conceder un espacio libre, para todo aquel que se registre.

Comparada con la adicción al cigarrillo, aseguró Eric Darr, decano de la Facultad de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Harrisburg, en Pensilvania. Cuyas investigaciones demostraron una alta dependencia a las redes sociales, especialmente a Twitter y Facebook[3]. El experimento consistía en un “apagón tecnológico” donde por una semana estuvo prohibido utilizar las redes mencionadas.

¿Por qué escribir lo que estás haciendo? En un principio no tiene sentido. Pero son éstas las palabras mágicas, que dan inicio a un tweet por actividad, pensamiento u opinión. En unas semanas, casi por costumbre, abres tu cuenta cada vez que navegas en internet. Inicia como una expedición en una nueva red social y tan nombrada como lo es Twitter en estos días.

Cada Twitter tiene un máximo de 140 caracteres. Espacio suficiente para crear un mensaje preciso y conciso. Un microblogging, fácil de digerir por el lector y de propagar por la red. Tal opinión puede ser leída por muchos, dependiendo del impacto que cause dentro de tu Time Line

Tienes libre albedrío. Simplemente porque puedes expresar lo que quieras, dentro de tus capacidades éticas, y no hay ningún patrón que defina que puedes y que está prohibido decir. Llamémoslo como sea, un idealismo de la realidad. Donde ser escuchados cuando queramos y donde nuestra opinión posibilite cambios en los acontecimientos actuales.

No en todos, pero si en la mayoría, se presenta un miedo a decir lo que piensas. Distintos factores provocan esta condición de la sociedad actual. Y en la realidad virtual de las redes sociales, se encuentra esa armadura, capaz de cambiar el pensamiento negativo de la sinceridad. Y te hace valiente, para hablar sin temor y para demostrarte como eres o cómo quisieras ser.

Construyes una reputación virtual, que sabes que repercutirá en la vida real. Hace unos años el Fotolog (red social en donde publicas fotos con comentarios adjuntos) se masificó asombrosamente, con perfiles de jóvenes que se fotografiaban a sí mismo. Demostrando y resaltando aquellas cualidades que los hacían “especiales” e intentando lograr un distingo con respecto al resto.

En Facebook ocurre lo mismo. Obviamente subes las fotos que quieres que sean vistas, con motivos de enseñar un momento oportuno y agradable, que quieres recordar y quieres que los demás vean. Esa es tu reputación, mientras más actividades interesantes realizas, mas intereses tienes en demostrarlas al resto. Con respecto a los estados de angustia, es la manera de desahogarse y buscar un apego en aquellos que rápidamente puedes tener acceso en Facebook y no fácilmente en la vida cotidiana, que en algunos casos son las mismas personas. Pero no descartemos la alta posibilidad de “chatear” con quienes en la realidad no hablamos.

Tal es el caso de MSN, donde mantienes conversaciones con tus amigos y/o desconocidos. Al instante que quieres dejar de hablar, basta con cambiar el estado a “Ocupado”, “Ausente” o simplemente “Desconectado”. Opciones que no están en el mundo real, y que serían de gran ayuda, en esas ocasiones que estamos en problemas o incómodos y queremos desaparecer. Una herramienta de utilidad, para refugiarse y protegerse cuando sea necesario.

Me inclino con certeza ante la posibilidad de Twitter, de ser capaz de crear una atmosfera nueva. Muchos ya denominan Twittosfera a este mundo paralelo. Con las posibilidades de compartir tu vida en completitud, se comienza a erigir tu perfil personal. Con mil tweets permisibles en un día, eres capaz de plasmar tu vida en la mente de los lectores. Una vida llena de verdades y muchas veces exageraciones que recaen en las fantasías.

Conoces gente con tu misma visión de vida.  Personas que jamás hubieras podido conocer, por factores de distancia o tal vez porque en la realidad no se llevarían bien. Usuarios lejanos o de otros países comparten tu opinión. Existe una agrupación y afianzamiento con tus semejantes.  Hay evidentes vínculos sentimentales. Sientes la cercanía de personas nunca vistas, de las que creas una imagen mental, que se consolida con cada nuevo tweets que sigues leyendo.

Existe una etapa en donde Twitter está presente en todo lo que haces. Y quizás hasta en primer lugar. Primero que los deberes, que los pasatiempos, y hasta la familia y amigos. Sientes mayor cercanía con los usuarios de la pantalla que con las personas de verdad. Compartes tu vida, como los demás comparten la suya contigo. La opinión es siempre permitida. Compartes ideas y encuentras quienes piensan igual a ti. Expresas lo que sientes e incluso te dejas llevar por tus emociones.

Es cuando comienza la confusión o Síndrome de Jake Sully. ¿Cuántas veces te has sentido feliz por el mensaje de algún tweet? ¿Te has sentido triste o dañado por un mensaje de alguien que quizás ni conoces?

Las emociones empiezan a girar en torno a una realidad virtual. Al mismo tiempo te sientes mal y no sabes por qué. Pues los sentimientos son reales, pero con respecto a alguien intangible e invisible. Los lazos sentimentales, pueden ser muy frágil dentro de un espacio virtual que aprecias tanto como el real. El próximo pasó es conocer e integrar a tu mundo de verdad, más que como un follower, estableciendo lazos de amistad y hasta de amor.

Llevas tiempo conversando y compartiendo con el otro. Por lo que crees que cuando se conozcan será más de lo mismo. Pero nada te asegura eso. En internet es muy posible demostrar cualidades que en la vida no te atreves. Aquel que es introvertido en la cotidianeidad de la vida, es capaz de hacer cosas impensadas o hablar temas que lo avergonzarían frente a sus amigos.

Cada acción en Internet, tiene su repercusión en la realidad. Afloran así alegrías, risas y aprendizajes, también llantos, tristezas y decepciones. Los sentimientos se mueven sobre un endeble escenario, capaz de desaparecer con una simple opción de “desactivar cuenta”. Aun sintiéndose mal, por determinación propia, es muy difícil alejarse de esto.

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”
 

La Realidad de un Hombre Herido.

Aborde el tema, desde la perspectiva de Avatar, debido a que Jake Sully, sufre los mismos acontecimientos y confusiones de personalidad que suceden en los usuarios con cierta dependencia a estas redes sociales. Mientras en la vida real, Jake estaba en una silla de ruedas, limitado ante las adversidades del destino. Porque no dejar eso atrás, y entrar a un mundo, donde tu vida esta atiborrada de nuevas oportunidades y puedes correr y sentir cosas que olvidaste o que aun no conoces.

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”
 

Jake Sully en Cuerpo de Avatar.

La red social te permite ser atractivo, valiente y conversador, aunque en la vida real, no lo seas. O puedes ser tu mismo, con tus ideales, actuando fiel a tu código ético. Y conocer alguien, que si no lo permitiese la red, jamás conocerías.

[1]http://www.emol.com/noticias/tecnologia/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=415360

[2]http://www.cnnchile.com/ciencia-tecnologia/2010/04/26/chile-es-el-pais-latinoamericano-donde-facebook-tiene-mas-penetracion/

[3]http://www.analitica.com/zonaempresarial/1217320.asp

REPERCUSIONES

“Pero tarde o temprano siempre tienes que despertar” Y afrontar las repercusiones que tus acciones tienen. Las horas en internet, cada cosa que haces, tienen su efecto en la realidad. Y más riesgos producen, si te atreves a aceptar en tu realidad, a quienes conociste en este mundo paralelo.

En un principio Jake guarda sus verdaderas intenciones para con el clan. Pues el aún no es honesto con ellos, ni ellos tienen la confianza con él. Su despertar comienza con el contacto con los Na’vi. Cuando empieza a ver más allá de sus ojos, empieza a ver su interior. De ahí la frase “Oel Ngati Kameie” que en idioma nativo quiere decir “Te veo”. No significa solamente que te veo frente a mí, sino que veo tu interior, se que lo que dices es verdad, y que puedo confiar en tus palabras. Cuya transformación de Jake, que observamos en toda la película, se produce en varios días, en los cuales estos lazos se consolidan.

A final de cuentas, lo conocido, es solo lo que tus ojos pueden ver. La credibilidad se gana con la visibilidad de acción. Lo que esta mas allá, puede ingresar en la vida, pero para eso existe un transcurso. Un proceso que para desarrollarse debe empezar desde cero. Queda abolido todo el tiempo compartido tras el monitor. Demostrarse mutuamente y en persona las debilidades, fortalezas, defectos y virtudes que te constituyen como persona.

Así es como conoces la autenticidad y aprendes a diferenciarla de la mentira. Esto no quiere decir que las personas de la vida real sean mejor, ni viceversa. Pero la verdad esta ante tus ojos. ¿Las estrellas brillan cuando no hay quien las vea?

PERSONAL

Avatar es mi película favorita. Creo que dentro de todo lo planeado por James Cameron. Por su sagacidad y creatividad, es capaz de crear un mundo, una raza, un cielo y un suelo. Manteniendo todo bajo cierto equilibrio vital, basado en valioso sentimientos.

Los sonidos, las luces y las voces son en conjunto, el acuario contenedor de cientos mensajes escondidos. Y creo abiertamente que ni el mismo James ha descubierto que existen.

Tengo la seguridad, de que el mensaje que acabamos de analizar, no era el principal que James nos quería entregar. No me cabe duda, que él estaría agradecido, que tomásemos su obra, como un ejemplo de vida. La que en 190 minutos es capaz de mostrar una realidad latente, que disfruto como si fuera la primera vez, cada vez que presiono play y la vuelvo a reproducir.

La gente del siglo XXI, “globalizada”, no entiende el por qué se utilizan estas redes virtuales, simplemente las usan, para distraerse, para poder expresar su sentir, como se explica detalladamente con anterioridad.

No voy a redundar más el tema, ya que sería baladí agotarlo, soy un fiel convencido que la vida virtual ha desfigurado el vivir de nuestro mundo, todo ahora es a través del cibermundo que no es malo, por lo contrario es una gran ayuda.

¿Hasta qué punto somos capaces de plasmar nuestra vida en el mundo virtual?

¿Estamos siendo esclavos, voluntariamente, del “virtualismo”, para escondernos de la cruda realidad?

Así como Jake descubre que existe un mundo nuevo, donde él es libre. También en nosotros esta la misión de descubrir cuál es nuestro mundo. No olvidemos que el amor es la llave que abre los candados que oprimen la confusión de Jake. Encuentra la llave que te hace libre. Y ahí estará la verdadera felicidad.

Juan Carlos Orellana: “El Síndrome Jake Sully”
 

Un Jake Sully Humano y uno Na’vi. Corresponden a la Primera y la Ultima Escena del Filme.

Acerca del Columnista Invitado: Mi nombre es Juan Carlos Orellana, tengo 19 años y vivo en Curicó, Chile.Mi primer acercamiento a la escritura fue en la Universidad. A pesar de no ser un lector ni apasionado a la poesía, tuve la fortuna de conocer a Guillermo Fernández profesor y amigo, que cautivó mis dotes literarios, para sentir el deseo de expresarme con las palabras y el papel.Escribí un personal y pequeño libro de poesía, inspirado en mis fotografías, otra de mis pasiones, e historia de vida.

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