Cualquier cosa del rey, sirve para alabarle, para que le hagan la pelota, para hacer ver que es un “tipo campechano” y que es “uno más del pueblo”, de ese “pueblo que tanto ama”.
Hace quince días que le hicieron un chequeo, donde debieron encontrarle el tumor que acaban de operarle, y la Casa Real emitió un comunicado diciendo que tenía una buena salud –como para creerse lo que dice esta gente—; pues menos mal que sólo tenía un tumor.
Bueno pues nada, desde que le han ingresado, hemos tragado tres días de portadas y de abrir telediarios. De reina sonriendo y de príncipe comentando lo fuerte y bien que está papá. ¡Qué interesante! Pero hasta todo esto se podría perdonar si la cosa se quedara en contar la noticia. Sin embargo, la cosa va más lejos y hay que oír a algún periodista, comentarista, tertuliano o escritor –que han sido varios— decir que el rey ha elegido la Seguridad Social porque es uno más de este pueblo y porque la Sanidad Pública en este país es un ejemplo.
Que conste que soy un defensor a ultranza de la Sanidad Pública, aunque no de la Sanidad que se está degradando a marchas forzadas y más en comunidades como Madrid, por, entre otras cosas, la privatización a la que se ve sometida.
Pero es que el rey no ha utilizado la Sanidad Pública, el rey ha abusado de ciertas ventajas que tiene la Sanidad Pública, pero que no están al alcance de los españolitos de a pie.
Hablan, estos pelotas del rey, del amor a la Sanidad Pública, sabiendo como saben que de Sanidad Pública, la que él ha gozado, tiene muy poco. Así cualquiera. Una Sanidad Pública sin lista de esperas Con una planta entera a su disposición (naturalmente en detrimento de otros enfermos que no han tenido cama durante la estancia del rey). Una Sanidad Pública con un cirujano a elegir (a pesar de estar jubilado). Una Sanidad Pública con trato especial, comida especial (y no bazofia). En fin, algo que tiene poco que ver con la Sanidad Pública, es lo que podría llamarse: la Sanidad Real (por rey, que no por verdadera).
Así es que deseo que se recupere pronto, primero porque así dejará libre una planta para otros enfermos, segundo porque nos dejarán de dar la coña desde los medios de comunicación, tercero, para que callen esos babosos pelotilleros y, por último, porque para abdicar hay que estar vivo.
Ah! y por cierto sin costarle un duro de esos casi nueve millones del presupuesto de la Casa Real. Si algún capullo sigue diciendo que se ha operado en la Sanidad Pública seguro que debe ser porque ha sido gratis.
Salud y República