Un retrato llamó mi atención con tal fuerza, que quedó impreso en mi pensamiento hasta que pude visitar la exposición de Juan Fernández Álava (Gijón 1978). "Algunos Pasajeros” es el nombre que define un álbum personal de retratos de amigos y desconocidos que se pueden ver en La New Gallery.
La fisionomía, un gesto, la actitud o la estética puede decirnos mucho sobre una persona. El rostro marca la identidad. Juan Fernández Álava capta esos instantes que describen no solo la imagen de ellos, sino su alma de una manera tan potente que les dota de vida autónoma, una vida encerrada en el cuadro. Decía Aristoteles que “La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia”.
Me gustan los retratos. Al igual que a Juan Fernández Álava me fascina el ser humano, me gusta observarles e imaginar cual es su forma de entender la vida y que nos transmiten. Otros artistas en la misma línea como la sudafricana Marlen Dumas (1953) o la americana Elisabeth Peyton (1965) han llamado mi atención por la misma razón, al igual que ahora lo hace un artista español.
Peyton busca plasmar la belleza, pero no una belleza estática sino ascendente al modo platónico hasta llegar a la belleza absoluta. Sus modelos generalmente son amigos o personajes famosos que han destacado en algún ámbito artístico y que la pintora admira, como actores, músicos, escritores… y son generalmente sacados de revistas o fotografías. Pero al final, todo trata del amor que le provocan esos personajes, de la alegría de vivir y de la belleza.
La definición que da Peyton del retrato es la siguiente; “invariablemente es acerca de las personas, creándolas ahí, haciendo que se vean lo mejor posible y conservándolas para siempre”
Marlen Dumas también recurre a las fotografías ya que no utiliza nunca modelos. Sus obras a diferencia de Peyton o Álava, son muy inquietantes, producen conmoción, no son retratos amables. Dumas a través de sus retratos cuestiona problemas sociales relacionados con la identidad, como sus series sobre la mujer, la prostitución, la raza, la religión, la maternidad o la muerte, todas ellas constituyen la base de su temática.
Su obra sobre papel me apasiona, sus obras fantasmagóricas, sus rostros imbuidos de emoción extrema, la tensión que se desprende de ellos y la mirada como reflejo de su estado psicológico. Gran conocedora del ser humano me provoca desconcierto mostrando lo maligno que puede contener la inocencia de un niño, o la enfatización de las zonas sexuales en un extremo impudor como evocación de origen pero también de algo misterioso que no solo crea sino destruye.
Al igual que los hermanos Chapman, Marlen copia las imágenes de "Los desastres de la guerra" de Francisco de Goya. La barbarie humana es un debate que siempre esta de actualidad.
La obra de Juan Fernández Álava era desconocida para mi ya que ésta ha sido su primera exposición en Madrid, concretamente en La New Gallery, de reciente apertura y con gran olfato para artistas emergentes. Consiste en una serie de retratos de pequeño formato que la hace muy intimista. Cada uno de los retratos expuestos me parecía muy interesante y mi necesidad de conocer más fue resuelta en esta entrevista: