EL VATICANO Benedicto XVI proclamó ayer beato a su antecesor, Juan Pablo II (1920-2005), en una solemne ceremonia que se celebra en la plaza de San Pedro del Vaticano a la que asisten más de un millón de personas de todo el mundo. El nuevo beato fue proclamado, mientras los presentes en la plaza de San Pedro y las calles y plazas adyacentes rompieron en aplausos que duraron varios minutos, sonaba música sacra y ondearon las miles de banderas que portan los fieles. En la fachada principal de la basílica de San Pedro fue descubierto un retrato de tamaño gigante del nuevo beato, en el que se ve al papa Wojtyla sonriendo con la estola roja, una copia de una foto de 1995.
La proclamación se produjo después de que el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, acompañado del postulador de la causa, el polaco monseñor Slawomir Oder, solicitase al Papa la beatificación (inscribirlo en el libro de los beatos).