Judios - masonería

Existen registros desde 1721 de la pertenencia de dos miembros judíos a la Logia inglesa “Antiquity” N° 2. Pero dichos casos eran poco numerosos, no por impedimentos al ingreso de judíos en las logias sino por desinterés de éstos para solicitar la iniciación masónica. Esta situación se limita principalmente a los tres grados de la Masonería Simbólica. Sin embargo, en los altos  grados, la situación es un tanto diferente, pero no por cuestiones étnico-raciales son religiosas. En efecto, en el Rito Escocés Rectificado se le pide al candidato a la Iniciación que de su “nombre de bautismo” y posteriormente jure fidelidad a “a la Santa Religión Cristiana”.
Como se apreciará, existe una imposibilidad que podríamos calificar como “técnica” para el ingreso de judíos a este Rito masónico, pero en la misma situación se pueden encontrar un musulmán, un budista o un miembro de cualquier otra religión. En caso de conversión, dicho impedimento deja de existir.
Se menciona también el caso de algunos Capítulos Rosa+Cruz (grado 18 de Rito Escocés Antiguo y Aceptado) que no aceptaban candidatos judíos – ni de ninguna otra religión-, pues estimaban que dicho grado, por su contenido, era eminentemente cristiano. Por otra parte, en la Masonería inglesa, por encima del grado del Arco Real (Royal Arch), existen ciertas órdenes de caballería que se estiman como remanentes de las Cruzadas, cuyo carácter es eminentemente cristiano, tal como lo indican los nombres de Knight of Saint-John of Jerulalem, Rhodes and Malta; Knight Templars; Knights of the Holy Sepulchre; Knight of Saint- Laurence the Martyr. ¿Cómo puede suponerse que un judío, o cualquier otro cristiano, solicitaría la admisión en una orden de caballería masónica cuyas consagraciones se hacen “in the name of the Holy and Indivisible Trinity?
A pesar de estas situaciones, en el siglo XIX llegó a surgir una corriente de pensamiento que sostenía que la Masonería era un instrumento del “judaísmo internacional”, y se llegó  a acuñar el contradictorio concepto de “judeo- masonería”, que sólo existía en la mente de ciertos miembros de la derecha francesa. En apoyo de sus tesis, señalaban la importante existencia de términos hebreos en los rituales masónicos, dejando de lado el hecho de que este biblismo vetero-testamentario responde a la influencia del Protestantismo y afecta todo el contexto social en el que dicha corriente religiosa se ha hecho sentir. Por otra parte, se olvida el proceso de descristianización sistemática que sufrieron los rituales masónicos con el surgimiento de la Masonería moderna o Especulativa, justamente bajo influencia protestante.
Existe una organización judía denominada B” nai Berith (Hijos de la Alianza), a la cual, debido quizás a que denomina logias a sus agrupaciones, se ha calificado como masónica, en forma totalmente impropia, pues carece de filiación masónica alguna. Por el contrario, existen pocas logias compuestas en su gran mayoría por judíos, pero como una mera situación de hecho, al igual que pueden existir logias que registren una mayoría de miembros budistas, armenios, médicos, alemanes o comerciantes, sin que ello implique nada más que una mera afinidad entre ellos.
                                                                                                                                         J.F.Ferro