Tarde.
Ser Dontos se apresura con Sansa hacia un bote que se pierde en la niebla hasta llegar a una nave oculta. Sansa sube a bordo y allí aparece Meñique (¡sorpresa!).Lord Baelish agradece a Ser Dontos la entrega de la preciada mercancía y paga sus servicios con una flecha. “El dinero compra el silencio de los hombres por un tiempo. Un proyectil en el corazón lo compra por siempre”. Meñique en estado puro.
Un Rey ha de ser bueno, justo, fuerte y sabio; y en los últimos años Poniente ha tenido reyes buenos pero no fuertes, reyes sabios pero no buenos y reyes fuertes pero no sabios. Tras la muerte de Joffrey, Tommen está llamado a convertirse en el nuevo monarca de los Siete Reinos y Tywin Lannister está moviendo sus fichas para que esto así ocurra. Tommen parece más adecuado para la corona que su fallecido hermano y el patriarca Lannister está dispuesto a asegurarse de ello instruyendo al joven desde el principio. Primera lección: escuchar a sus consejeros. Escuchar siempre a sus consejeros. Tywin Lannister debería estar siempre al mando. Más tarde tiene el coraje de interrumpir la fiesta erótico festiva del príncipe de Dorne para intercambiar con él un interesante diálogo, de lo mejor del capítulo. Tywin se entrevista con Oberyn Martell para descartarle como asesino de su nieto, pese a ser un experto en venenos. Aclarado el asunto, Tywin mueve ficha: la Víbora Roja será uno de los tres jueces en el proceso contra Tyrion. ¿Quiénes son los otros dos jueces? Pues el propio Tywin y Mace Tyrell.
En su conversación con Oberyn, Tywin Lannister niega también rotundamente cualquier implicación en la muerte de la hermana de éste y le ofrece la posibilidad de un cara a cara con el asesino. Incluso le dará la oportunidad de ser consejero del rey. Tywin sabe que necesita el apoyo de Dorne y que Dorne necesita formar parte de los Siete Reinos, ya que nos deja clara la situación de Poniente: el rey está muerto, los Greyjoy están en rebelión abierta, un ejército de salvajes marcha hacia el Muro y en el este una chica Targaryen tiene tres dragones. El velatorio del rey Joffrey nos ha dado la escena más polémica del episodio, la de los hermanos Lannister en el septo. Violación sí o violación no, las opiniones han corrido como la pólvora en el mundo digital por lo que los directores, guionistas, actores y hasta el propio George R.R. Martin han tenido que salir al paso: no hay violación. Para mí ya estaba claro, pero si han tenido que salir a explicar la escena tenemos que reconocer que no han sabido montarla bien o que algo ha fallado. Tyrion Lannister ha sido acusado del asesinato de su sobrino pero, como muy bien el propio Tyrion indica, no puede ser el culpable porque de haberlo sido no se hubiera dejado coger tan fácilmente. Podrick Payne le visita en la celda donde espera el juicio que se celebrará en 15 días. Es una despedida. Podrick tendrá que huir o será asesinado al ser llamado por la acusación para testificar en su contra y negarse a hacerlo por lealtad a su señor. La situación de Tyrion es desesperada: con la desaparición de su mujer, todas las miradas sobre Bronn y la marcha de Shae, ahora no puede contar con nadie… simplemente pedir ver a su hermano. Después del trance que supone para ellas la muerte de Joffrey, Margaery y Olenna Tyrell tienen una lógica conversación post-asesinato del rey. Margaery tiene dudas razonables sobre si en ese momento es reina o no, y su abuela intenta aclararle esas dudas. Al menos es más reina que cuando Renly murió, porque, aunque en la práctica no es reina (puesto que el matrimonio no llegó a consumarse), los Lannister siguen necesitando el apoyo de la casa Tyrell y por tanto podrán buscar alguna solución que les beneficie, como han hecho hasta ahora. La idea de Olenna es casar a Margaery con Tommen. Parece que 'Juego de Tronos' quiere ser coherente con los mecanismos de un gran conflicto bélico y si ya vimos a Tywin Lannister y Olenna Tyrell conversando sobre el desgaste económico en el pasado capítulo, ahora es momento de que Davos Seaworth nos confirme que las guerras se ganan con un ejército y no con magia. Stannis Baratheon sabe que si no reclama ahora su causa será olvidada, pese a la muerte del actual rey, y no dispone de dinero ni de ejército con el que proteger el Muro de la amenaza que asolará todo Poniente. El Caballero de la Cebolla sugiere, a falta de una idea mejor, la utilización de mercenarios pero su señor le deja caer que está agotando su paciencia con sus ocurrencias. Será la clase de lectura con la princesa Shireen lo que le dé una pista para buscar financiación: el Banco de Hierro de Braavos. El Perro y Arya cabalgan camino del Valle, donde vive la hermana de su madre (de Arya, claro), cuando el encuentro con un agricultor viudo y su hija provocará que Arya les mienta sobre su captor e indique que es su padre y que luchó por los Tully. En las tierras de los ríos es normal que la causa sea común y ambos son invitados a comer y a dormir bajo su techo. El agricultor ofrecerá dinero por ayudarle en el campo y protegerle de los bandidos. El Perro parece acceder pero descubrimos que a la mañana siguiente ha golpeado y robado el dinero al campesino. Los débiles perecerán, recuerda. Arya no está para nada contenta pero ¿de verdad creía Arya que El Perro iba a acceder a un trabajo de campesino por un sueldo mísero? Mientras tanto en el Muro Samwell Tarly está preocupado por Gilly. No quiere que sea la única mujer en el Castillo Negro porque no se fía de los hombres de la Guardia de la Noche. De modo que dejará tanto a Gilly como al bebé en Villa Topo, pese a que la chica esperaba otra cosa de su protector, pero Sam es un hombre de palabra y principios. Y deja una cosa muy clara al encargado de la casa donde se hospedarán: ningún otro trabajo que no sea limpiar, cocinar y cuidar de los niños. Ningún otro trabajo. Para confirmar la amenaza actual de los salvajes y que Ygritte no falla ningún tiro si no quiere, un pueblo será asaltado y uno de los niños será utilizado por el caníbal Styr para que informe al Castillo Negro. No sin antes dejarle claro que irá allí con papá y mamá en su estómago. Al recibir la noticia y con el regreso de Grenn y Edd dejando clara la situación en el Torreón Craster, es momento para que el Maestre Aemon forme filas y Jon Nieve deje claro que su mentira sobre el número de hombres que harán frente a Mance Rayder les ha dado algo de tiempo, pero solo el suficiente hasta que los amotinados revelen la verdad. El Muro será defendido pero el brutal realismo de Jon Nieve nos deja claro que aunque cada hombre de la Guardia de la Noche mate a 100 salvajes, no podrán evitar la invasión. El título del capítulo hace referencia a Daenerys Targaryen y su ejército que llegan finalmente a las puertas de Meereen. Allí es esperada por los señores (y espectadores) de la ciudad esclavista. Las puertas serán abiertas para que veamos a un campeón salir a caballo y provocar a La Madre de Dragones con meada incluida. Daenerys deberá elegir al campeón que le haga frente de entre sus consejeros y capitanes. De muchos de ellos no puede prescindir, de modo que solo le queda un campeón posible: Daario Naharis, que acaba con el caballero de Meeren con facilidad…meada incluida. Daenerys dará entonces un discurso antes de lanzar, vía catapultas, un ataque de barriles cargados con la munición más inesperada (y esperemos que efectiva) los collares de los esclavos liberados. La última escena con uno de los esclavos mirando el collar abierto en sus manos es impagable.
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo?
Joffrey Baratheon ha sido envenenado en la llamada Boda Púrpura con Margaery Tyrell, señalando a su tío Tyron antes de perecer. Cersei, enloquecida, ha ordenado arrestar a su propio hermano. También se ha percatado de que Sansa ha desaparecido. Tywin Lannister cierra la ciudad para que nadie pueda escapar. Tarde. Ser Dontos se apresura con Sansa hacia un bote que se pierde en la niebla hasta llegar a una nave oculta. Sansa sube a bordo y allí aparece Meñique (¡sorpresa!).Lord Baelish agradece a Ser Dontos la entrega de la preciada mercancía y paga sus servicios con una flecha. “El dinero compra el silencio de los hombres por un tiempo. Un proyectil en el corazón lo compra por siempre”. Meñique en estado puro.
Un Rey ha de ser bueno, justo, fuerte y sabio; y en los últimos años Poniente ha tenido reyes buenos pero no fuertes, reyes sabios pero no buenos y reyes fuertes pero no sabios. Tras la muerte de Joffrey, Tommen está llamado a convertirse en el nuevo monarca de los Siete Reinos y Tywin Lannister está moviendo sus fichas para que esto así ocurra. Tommen parece más adecuado para la corona que su fallecido hermano y el patriarca Lannister está dispuesto a asegurarse de ello instruyendo al joven desde el principio. Primera lección: escuchar a sus consejeros.
Escuchar siempre a sus consejeros. Tywin Lannister debería estar siempre al mando. Más tarde tiene el coraje de interrumpir la fiesta erótico festiva del príncipe de Dorne para intercambiar con él un interesante diálogo, de lo mejor del capítulo. Tywin se entrevista con Oberyn Martell para descartarle como asesino de su nieto, pese a ser un experto en venenos. Aclarado el asunto, Tywin mueve ficha: la Víbora Roja será uno de los tres jueces en el proceso contra Tyrion. ¿Quiénes son los otros dos jueces? Pues el propio Tywin y Mace Tyrell.En su conversación con Oberyn, Tywin Lannister niega también rotundamente cualquier implicación en la muerte de la hermana de éste y le ofrece la posibilidad de un cara a cara con el asesino. Incluso le dará la oportunidad de ser consejero del rey.
Tywin sabe que necesita el apoyo de Dorne y que Dorne necesita formar parte de los Siete Reinos, ya que nos deja clara la situación de Poniente: el rey está muerto, los Greyjoy están en rebelión abierta, un ejército de salvajes marcha hacia el Muro y en el este una chica Targaryen tiene tres dragones. El velatorio del rey Joffrey nos ha dado la escena más polémica del episodio, la de los hermanos Lannister en el septo. Violación sí o violación no, las opiniones han corrido como la pólvora en el mundo digital por lo que los directores, guionistas, actores y hasta el propio George R.R. Martin han tenido que salir al paso: no hay violación. Para mí ya estaba claro, pero si han tenido que salir a explicar la escena tenemos que reconocer que no han sabido montarla bien o que algo ha fallado. Tyrion Lannister ha sido acusado del asesinato de su sobrino pero, como muy bien el propio Tyrion indica, no puede ser el culpable porque de haberlo sido no se hubiera dejado coger tan fácilmente. Podrick Payne le visita en la celda donde espera el juicio que se celebrará en 15 días. Es una despedida. Podrick tendrá que huir o será asesinado al ser llamado por la acusación para testificar en su contra y negarse a hacerlo por lealtad a su señor. La situación de Tyrion es desesperada: con la desaparición de su mujer, todas las miradas sobre Bronn y la marcha de Shae, ahora no puede contar con nadie… simplemente pedir ver a su hermano. Después del trance que supone para ellas la muerte de Joffrey, Margaery y Olenna Tyrell tienen una lógica conversación post-asesinato del rey. Margaery tiene dudas razonables sobre si en ese momento es reina o no, y su abuela intenta aclararle esas dudas. Al menos es más reina que cuando Renly murió, porque, aunque en la práctica no es reina (puesto que el matrimonio no llegó a consumarse), los Lannister siguen necesitando el apoyo de la casa Tyrell y por tanto podrán buscar alguna solución que les beneficie, como han hecho hasta ahora. La idea de Olenna es casar a Margaery con Tommen. Parece que 'Juego de Tronos' quiere ser coherente con los mecanismos de un gran conflicto bélico y si ya vimos a Tywin Lannister y Olenna Tyrell conversando sobre el desgaste económico en el pasado capítulo, ahora es momento de que Davos Seaworth nos confirme que las guerras se ganan con un ejército y no con magia. Stannis Baratheon sabe que si no reclama ahora su causa será olvidada, pese a la muerte del actual rey, y no dispone de dinero ni de ejército con el que proteger el Muro de la amenaza que asolará todo Poniente. El Caballero de la Cebolla sugiere, a falta de una idea mejor, la utilización de mercenarios pero su señor le deja caer que está agotando su paciencia con sus ocurrencias. Será la clase de lectura con la princesa Shireen lo que le dé una pista para buscar financiación: el Banco de Hierro de Braavos. El Perro y Arya cabalgan camino del Valle, donde vive la hermana de su madre (de Arya, claro), cuando el encuentro con un agricultor viudo y su hija provocará que Arya les mienta sobre su captor e indique que es su padre y que luchó por los Tully. En las tierras de los ríos es normal que la causa sea común y ambos son invitados a comer y a dormir bajo su techo. El agricultor ofrecerá dinero por ayudarle en el campo y protegerle de los bandidos. El Perro parece acceder pero descubrimos que a la mañana siguiente ha golpeado y robado el dinero al campesino. Los débiles perecerán, recuerda. Arya no está para nada contenta pero ¿de verdad creía Arya que El Perro iba a acceder a un trabajo de campesino por un sueldo mísero? Mientras tanto en el Muro Samwell Tarly está preocupado por Gilly. No quiere que sea la única mujer en el Castillo Negro porque no se fía de los hombres de la Guardia de la Noche. De modo que dejará tanto a Gilly como al bebé en Villa Topo, pese a que la chica esperaba otra cosa de su protector, pero Sam es un hombre de palabra y principios. Y deja una cosa muy clara al encargado de la casa donde se hospedarán: ningún otro trabajo que no sea limpiar, cocinar y cuidar de los niños. Ningún otro trabajo. Para confirmar la amenaza actual de los salvajes y que Ygritte no falla ningún tiro si no quiere, un pueblo será asaltado y uno de los niños será utilizado por el caníbal Styr para que informe al Castillo Negro. No sin antes dejarle claro que irá allí con papá y mamá en su estómago. Al recibir la noticia y con el regreso de Grenn y Edd dejando clara la situación en el Torreón Craster, es momento para que el Maestre Aemon forme filas y Jon Nieve deje claro que su mentira sobre el número de hombres que harán frente a Mance Rayder les ha dado algo de tiempo, pero solo el suficiente hasta que los amotinados revelen la verdad. El Muro será defendido pero el brutal realismo de Jon Nieve nos deja claro que aunque cada hombre de la Guardia de la Noche mate a 100 salvajes, no podrán evitar la invasión. El título del capítulo hace referencia a Daenerys Targaryen y su ejército que llegan finalmente a las puertas de Meereen. Allí es esperada por los señores (y espectadores) de la ciudad esclavista. Las puertas serán abiertas para que veamos a un campeón salir a caballo y provocar a La Madre de Dragones con meada incluida. Daenerys deberá elegir al campeón que le haga frente de entre sus consejeros y capitanes. De muchos de ellos no puede prescindir, de modo que solo le queda un campeón posible: Daario Naharis, que acaba con el caballero de Meeren con facilidad…meada incluida. Daenerys dará entonces un discurso antes de lanzar, vía catapultas, un ataque de barriles cargados con la munición más inesperada (y esperemos que efectiva) los collares de los esclavos liberados. La última escena con uno de los esclavos mirando el collar abierto en sus manos es impagable. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo?