El capítulo, dirigido por Jeremy Podeswa al igual que el anterior, comienza con Arya en la Casa de Blanco y Negro en la ciudad de Braavos. Tras su acogida por Jaqen H’ghar, éste trata de enseñarla a ser una persona sin rostro pero antes se tendrá que dedicar a servir. En principio Arya lo acepta pero, tras limpiar cadáveres durante semanas, decide revelarse y saber la verdad de este sitio. Jaqen, al ver su ímpetu y notorios cambios, cree que Arya está preparada para el siguiente paso y la enseña la Sala de las Caras. Ésta está compuesta por miles de caras, al parecer de todos los muertos que han ido acogiendo. Sin duda es una de las escenas que todos deseábamos ver desde hace tiempo y, la verdad, no decepciona.
Por otra parte, en Desembarco del Rey sigue la lucha entre la familia Tyrell y Lannister. Esta vez vuelve a entrar en escena la abuela de la reina Margaery, Olenna, con el fin de resolver el encarcelamiento de Loras Tyrell por mantener relaciones en desacuerdo con el Septón Supremo. Olenna, con su carácter directo y tosco, sabe que detrás del encarcelamiento se encuentra Cersei Lannister y no duda en amenazarla con retirar el apoyo de la familia Tyrell a la corona. Tras un duro empate, comienza el segundo asalto en el que se produce un juicio formal donde se determinará si Loras es inocente o no. La sorpresa llega cuando, tras negar los hechos rotundamente Loras y Margaery, entra en escena el escudero y afirma haber tenido esas relaciones. De esta forma, Margaery y Loras son encarcelados por haber mentido bajo juramento. El segundo asalto lo gana Cersei Lannister.Sin duda la estrategia de Cersei es brillante porque Olenna no podrá retirar la ayuda a la corona mientras sigan encarcelados Loras y Margaery. Al parecer los Lannister siempre ganan. También en Poniente acaba de llegar Lord Baelish, teniendo que descubrir sus planes ante Cersei. ¿Lo dejará marchar tan fácil? Como era predecible, Baelish revela que Sansa se encuentra en Invernalia para casarse con Ramsey Bolton y revela la próxima batalla con Stannis Baratheon. Tras la guerra, Baelish concederá la ayuda del ejército del Valle para luchar con el frágil superviviente de la batalla, con el objetivo final de ser nombrado Guardián del Norte. De momento, Cersei acepta su plan aunque sabe con certeza de lo que es capaz.Mientras, al otro lado del Mar Angosto, Tyrion y Mormont continúan con su aventura hacia Meereen. En el episodio anterior ya comentábamos que iba a ser un viaje largo y, de nuevo, aparece otro altercado. Esta vez son capturados por esclavistas que tratan de despedazar a Tyrion y llevar a Mormont a trabajar en las minas de sal. En los próximos episodios veremos cómo se deshacen de ellos y continúan con su trayecto.
Finalmente, la mejor parte del capítulo se sitúa en Invernalia, donde se va a producir el casamiento entre Ramsey y Sansa. De este tramo se deducirán varias conclusiones. Primero, que Sansa tendrá que realizar duros sacrificios, soportando lo insoportable para sobrevivir a los maltratos de Ramsey. En esto se incluye tener que aceptar relaciones sexuales tras la boda. Segundo, que Theon Greyjoy va a tener de aquí en adelante un papel importante, probablemente despertando del dominio mental que tiene sobre Ramsey. Y tercero, que el vínculo entre Theon y Sansa está unido. Quizás se ayuden mutuamente cuando se acerque la batalla contra Stannis.El sexto capítulo deja más frentes abiertos que nunca. ¿Conseguirá Olenna Tyrell liberar a sus nietos del control de Cersei? Todo indica que será una dura tarea porque Cersei tiene ahora mismo una situación ideal, abasteciéndose del oro de los Tyrell y con el control del reino en sus manos. Aún así, Olenna hará honor al emblema de su familia: “Nunca doblegado, nunca roto”.En el Norte, la batalla entre Stannis Baratheon y la familia Bolton los debilitará, saliendo beneficiado los Lannister. Por el momento la balanza se declina por esta última familia, aunque todo cambia muy rápido.
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