Mucho cuidado, SPOILERS a cascoporro
El invierno ya está aquí, y esta segunda entrega de la última temporada, es su víspera. “Caballero de los siete reinos” nos sitúa en la rampa de salida que nos enfrenta al final. No hay vuelta atrás, lo que nos queda es un camino recto hacia un desenlace que se presenta épico.
Este segundo capítulo se mantiene en la línea de lo mostrado en el primero. Más reencuentros, pero esta vez distintos, llenos de emociones, las de los personajes que florecen con la muerte golpeando en la espalda de cada uno de ellos.
Es un episodio de personajes y de personas. Se adentra en lo más íntimo de cada uno de ellos, y nos muestra su psicología hacía un final inevitable. Destaca, por encima de todos, Jamie Lannister. Es su capítulo. El matareyes llega a Invernalia y es recibido por la mirada hostil de casi todos los allí presentes. Sansa Stark le concede la amnistía, apoyada en una Brienne de Tarth que se compromete a responder por sus actos. Ambos personajes se rencuentran y vuelve a fluir toda la química que ha desprendido desde que se cruzaron allá por la tercera temporada. El personaje de Brienne es otro de los que destaca este capítulo. Suena a despedida, eso es lo malo, pero vemos a una Birenne de Tarth reconocida por los que siempre la habían tratado en segundo plano.
Los vivos pasan sus últimas horas haciendo lo que mejor saben, divertirse, y lo hacen cada uno a su manera. Al calor de la hoguera se juntan Jamie Lannister, Tyrion Lannister, Brienne de Tarth, Podrick, su fiel escudero, Sir Davos Seaworth, y Tormund Giantsbane, el pelirrojo salvaje que desprende carisma en cada escena en la que aparece. Juntos tratan sus penas, cantan, y coronan a Brienne como caballero. Es la calma antes de la tormenta. Un relato íntimo que te hace conectar con cada uno de sus personajes, agradeciendo el espectador que la mayoría de ellos sean secundarios, ya que, así, podemos adentrarnos más en sus inquietudes, ya que parece que tendrán la misma relevancia en el final que los personajes principales.
Este segundo episodio nos muestra la cara mas amable y real de cada uno de los personajes que están en el Invernalia esperando el comienzo de la lucha. Esto es algo que, intentaron realizar en el primer episodio pero sin demasiado éxito. Resulto todo un tanto frío, forzado, superficial. En cambio, en este segundo episodio todo resulta íntimo y especial. Es, sobre todo, un capítulo precioso, destinado a los propios personajes y a sus incondicionales fans.
Antes de la gran guerra, un poco de calma, 55 minutos de personajes, de cercanía y de compañía. Nos dan la opción de acercarnos a uno, de despedirnos de otros. En definitiva, ésta ha sido la mejor manera de plantear una lucha que será definitiva para muchos de ellos, y por tanto es un lujo disfrutar una vez más de cada uno con calma. Por otro lado, la más conectada al capítulo anterior es Daenerys. La madre de dragones intenta acercarse a Sansa, y le confiesa todo el amor que le procesa a su hermano John. Todo esto ocurre antes de que éste le cuente lo que sabe gracias a Sam. Es un targaryen, y la legítima sucesión de la que se ha proclamado como reina de los siete reinos tiene un obstáculo inesperado. Es verdad, Danny, le dice un John Nieve desubicado ante la reacción de la reina. Teme por su poder, algo que ya habíamos visto en su conversación con Sansa cuando ésta le pregunta sobre el destino de Invernalia cuando se siente en el trono de hierro.
Daenerys será uno de los personajes que más dará que hablar en el final, ya que se abren muchos frentes sobre su persona, amenazan a su poder, y parece quererlo demasiado como para desprenderse de él, aunque sea para dejarlo en las manos de su amado John Nieve. Por tanto, este segundo episodio tiene mucho más que su predecesor, que se quedó un poco a medias para ser el principio del fin. En los siguientes, la guerra. El capítulo termina con los caminantes blancos amenazando a lo lejos Invernalia. John nieve, Sansa y Daenerys, aún desencajada con la noticia recibida, son los primeros en verlo. Nosotros seremos los siguientes. El próximo capítulo promete. El invierno ha llegado.