Dos continentes, siete reinos, un solo rey. Esta es la espina dorsal del argumento de una de las series de televisión revelación de los últimos años. Con un Globo de oro (Peter Dinklage) y catorce premios Emmy a su espalda, la adaptación del libro Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin nos traslada magistralmente a un mundo de luces y sombras anclado en el medievo. Intrigas familiares, guerras dinásticas y un contubernio de leyendas y realidades hacen de Juego de Tronos una ventana a un universo propio de la Europa del siglo X que, poco a poco, se va llenando de elementos fantásticos, dragones y magia. ¿Pero de qué trata exactamente?
Mapa de Poniente y emblemas, lemas y capitales de las diferentes Casas de Juego de Tronos
Mientras Eddard se encuentra cautivo, su hijo mayor, Robb (Richard Madden), reúne a sus tropas y parte hacia el sur para liberar a su padre y sus hermanas, dejando al mando del Norte al joven Bran (Isaac Hempstead-Wright). Durante su camino es nombrado Rey del Norte y logra capturar a Jaime Lannister. En Desembarco del Rey, la nueva Mano, el tercero de los hermanos Lannister Tyrion (Peter Dinklage), debe hacer frente a las locuras e impertinencias del joven rey Joffrey. La figura de Tyrion, siempre canalla, da el contrapunto gracioso a una serie tan dramática y con tal cantidad de muertos por minuto.
Por si no fuera poco la guerra interna que sufre Poniente, también se enfrenta a una amenaza externa. La segunda trama gira en torno al Muro, una construcción milenaria de doscientos metros de altura y medio kilómetro de largo que separa los siete reinos de una vasta tierra que, según la leyenda, pueblan los Otros, unos seres que acechan por las noches. El Muro, inspirado en el de Adriano en Inglaterra, está guardado por la Guardia de la Noche, una hermandad que sin el apoyo de las diferentes Casas tiene que conformarse con soldados que dejan mucho que desear, la mayoría convictos. Uno de los componentes de la Guardia es Jon Nieve (Kit Harington), hijo bastardo de Eddard Stark y otro de los grandes protagonistas de la serie. Termina adentrándose en terreno desconocido con otros Guardianes para explorar la tierra de las sombras. Es de esperar, claro, que se encuentren con los Otros, comience la fantasía y empiecen las irremediables comparaciones con El señor de los anillos.
Jon Nieve se postula, desde el minuto uno, como parte importante en la historia de Juego de Tronos
Por último, la tercera trama se traslada al vecino continente de Essos. Allí se encuentran los dos últimos Targaryen, los hermanos Daenerys (Emilia Clarke) y Viserys (Harry Lloyd). Éste, anhelando recuperar el Trono de Hierro para su Casa, no duda en casar a su hermana con un poderoso guerrero a cambio de su ejército. Tras las muertes de su hermano, de su esposo y tras perder a su futuro hijo, Daenerys se encuentra totalmente desamparada; hasta que al final se convierte en la madre de tres dragones. Daenerys es toda una diva de manual: su séquito, su temperamento apacible pero fuerte, sus dragones. Ojalá no se haga unos zapatos con ellos.
En definitiva, han pasado ya tres años desde que comenzara en Estados Unidos su andadura esta serie, creada por David Benioff y D. B. Weiss, y hoy sigue cosechando éxitos y grandes audiencias. Seguramente sea cuestión de calidad, a nivel interpretativo y de producción. Una calidad cara: solo la primera temporada costó un total de 60 millones de euros, de los cuales diez se usaron en el capítulo piloto. Numerosas quejas por el uso de violencia y sexo, explicitud que HBO, su cadena, no ha tardado en defender. Un sin fin de escenarios impresionantes y una historia repleta de intriga, pasión y sangre. Personajes enfrentados y otros que ya sabemos que se van a tener que enfrentar. Una primera temporada que sirve de magnífica introducción y que te termina conquistando.